Ronaldo

Ronaldo tuvo epilepsia y se supo años después

“El árbitro del encuentro había dado el pitido final de la brega cuando el mediocampista Bella (Vélez Sarsfield) se desmayó en la mitad de la cancha. Sus compañeros y el público en el estadio entraron rápidamente en pánico al ver cómo el futbolista comenzaba a sufrir convulsiones en plena cancha. Pero fue ahí cuando los médicos presentes en el recinto lograron actuar rápido, le prestaron los primeros auxilios y luego se llevaron a Iván Bella al hospital San Juan de Dios de Buenos Aires donde finalmente fue estabilizado”. Así relata el periodista José Manuel Olivares lo que ocurrió en el encuentro Vélez Sarsfield-Newells, un suceso similar al que padeció el futbolista del Rayo Majadahonda, Jorge González “Pesca”, al llegar con el autobús del equipo a Majadahonda, dentro del cual fue atendido.

A Iván Bella no le dificultó la práctica del futbol

A Iván Bella no le dificultó la práctica del futbol

En el caso del internacional argentino sub 20, Iván Bella, el 19 de abril de 2013 sufrió el ataque en la cancha,  siguió jugando y el 1 de diciembre de 2013 se confirma su traspaso al equipo mexicano Puebla FC. En 2014 vuelve a Argentina y ficha por Lanús, posteriormente rescinde su contrato con el club para irse a Godoy Cruz. En el mercado de pases de invierno del 2015, mientras se disputaba la Copa América, volvió a fichar para el Vélez Sarsfield. No parece pues que le haya afectado a su práctica futbolística. Otro periodista, J. Carlos Jurado, relata un episodio similar en el célebre brasileño Ronaldo, apodado “El Gordo”, cuando fue sin quererlo el triste protagonista de la final del Mundial de Francia’98. Aunque se sabría posteriormente, Ronaldo sufrió en la víspera del partido una crisis epiléptica. El tema se mantuvo en secreto y él mismo decidió jugar, pero Brasil salió al campo sin alma, pendiente de su estrella. El propio Ronaldo diría luego: “Perdí la Copa pero gané otra, la de mi vida”.

ronaldo-nazario-hair-1381856820-view-0“Tuve un miedo terrible. Perdimos el Mundial, pero yo gané otra copa, la de la vida. No recuerdo bien, pero me fui a dormir y luego, como dijo el doctor, tuve un ataque de convulsiones que duró 30 o 40 segundos. Luego desperté y me dolía todo el cuerpo, pero con el tiempo el dolor fue disminuyendo y pude relajarme un poco. Podría haberme acobardado, pero tras ese problema decidí jugar y salí al campo de juego para ayudar al equipo”, confesó Ronaldo. Días más tarde, Roberto Carlos, su compañero de habitación en el Chateau de la Grande Romaine, el lugar donde Brasil se encontraba concentrada, contó con lujos de detalles las convulsiones que sufrió Ronaldo el sábado 11 de julio. “¡Ronaldo se muere!. Edmundo, Doriva, por favor, Ronaldo se muere!”. Al escuchar la desgarradora llamada de Roberto Carlos, el primero en socorrer a Ronaldo fue Edmundo, quien luego recordaría:

Ronaldo besa a Roberto Carlos

Ronaldo besa a Roberto Carlos

“El cuarto que compartíamos con Doriva estaba pegado al de Ronaldo. Aquel sábado, después del almuerzo, estábamos acostados cuando escuchamos los gritos de Roberto Carlos. Corrí hacia su habitación y vi a Ronaldo en un estado tremendo. Muy pero muy impresionante. Se retorcía, se golpeaba los brazos contra las piernas y de su boca salía espuma. Hacía un ruido muy extraño, como de querer respirar y no poder. Salí corriendo hacia el pasillo y me choqué con César Sampaio, que venía hacia la habitación. Entramos, agarré fuerte a Ronaldo y Sampaio le sujetó la lengua. Un segundo después llegaron los médicos”. A pesar de que Ronaldo llegó a perder la conciencia durante dos horas, el brasileño decidió jugar la final ante Francia aunque no estaba en condiciones de saltar a un terreno de juego. “Cada vez que le tocábamos la pelota a Ronaldo, o lo veíamos en el campo, temíamos por su vida. No podíamos dejar de tenerlo en la mente todo el tiempo. Era una sensación generalizada de pánico”, aseguró César Sampaio.

La epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada por la presencia de crisis convulsivas recurrentes que pueden comenzar en cualquier momento de la vida, pero con mayor frecuencia en la infancia y en la tercera edad. Sus causas pueden ser diversas, como lesiones cerebrales o, simplemente, predisposición genética. Esta enfermedad causa múltiples efectos en la vida cotidiana de las personas que la padecen. Por eso, es muy importante que el tratamiento incluya un abordaje integral de la situación particular de cada paciente, además de la medicación específica para tratarla.

Fuentes:

Los pacientes de epilepsia

Los síntomas de la epilepsia

Majadahonda Magazin