Cómo la inteligencia artificial transformará la abogacía

En los últimos 40 años, el mundo de la abogacía ha sufrido muchos cambios. Desde la liberalización de la profesión en 1997, la internacionalización de España y de la profesión, la creciente complejidad de la profesión o los constantes y cuantiosos cambios legislativos.

El cambio que más repercusión ha tenido en los últimos años ha sido la digitalización. Han quedado atrás los días donde se veía a abogados en traje cargando con miles de folios, o el desperdicio de incontables horas para registrar las horas a imputar a los clientes o aquellos viajes a los archivos para rescatar un caso de hace unos años. Ahora todo está simplificado y al alcance de un par de clicks.

Sin embargo, ahora la profesión de la abogacía se enfrenta a lo que será el mayor cambio de todos. La implementación de la Inteligencia Artificial en el día a día.

Hay que aceptarlo. No se va a ver la introducción a la inteligencia artificial poco a poco a lo largo de los próximos años. Ya está aquí. Y ahora solo es cuestión de tiempo que empiece a alterar el día a día de una de las profesiones más antiguas.

Cómo puede un despacho de abogados aprovechar la inteligencia artificial

Actualmente, la I.A. permite a los abogados llevar a cabo las siguientes tareas:

Analizar y detectar vulnerabilidades en contratos.

Redactar contratos de acuerdo a ciertos parámetros.

Buscar y recopilar información relativa a jurisprudencia, casuística y legislación.

Simular el desarrollo y la probabilidad de éxito en los casos.

Indexar y ordenar documentación.

Asistencia legal virtual.

Todo esto ya se puede llevar a cabo. Algunos puntos están mejor desarrollados en países como EE. UU., pero todos existen y son usados hoy en día.

Por si no fuera poco, hay más aspectos en desarrollo y pronto se introducirán nuevas funciones. Y, no solo eso, sino que al tratarse de inteligencia artificial, cada día que pasa aprende a hacer mejor y mejor estas funciones, reduciendo así el riesgo de errores.

Las implicaciones de la inteligencia artificial

La implicación de esta tecnología se notará en distintas áreas:

En la práctica: el día a día de los abogados va a cambiar radicalmente. Ya no se tratará de buscar jurisprudencia o normativa durante horas, sino de saber preguntar correctamente al programa para que brinde los mejores resultados.

En el trato con los clientes: si la profesión del abogado ya estaba repleta de preguntas como “¿por eso me vas a cobrar?”, en cuanto los clientes sean conscientes de que gran parte del trabajo lo hacen las máquinas, su disponibilidad a pagar por según qué servicios y el importe variará considerablemente.

En la eficiencia y procesos: usados correctamente, estos programas permitirán ahorrar cientos de horas al año, que abren la puerta a especializarse más, o a prestar servicios de forma más escalable.

En los resultados: la predicción de un resultado en particular será ahora mucho más precisa, pudiendo anticiparse a sucesos o maximizando las posibilidades de conseguirlo, o bien, evitando desperdiciar recursos en algo que está perdido casi con certeza.

Estos cambios son sustanciales y disruptivos. Pero no hay que equivocarse. La tecnología no es perfecta y no va a erradicar la profesión de los abogados. Pero sí obligará a adaptarse, a aportar un mayor valor añadido en otras áreas y fomentará aún más la especialización. El futuro depara muchas incertidumbres y muchos cambios que incluso hoy en día son difíciles o imposibles de prever.

Lo que sí se sabe con certeza es que aquellos que no se adapten y usen esta tecnología, quedarán rápidamente desbancados, afirma Albert Morgenstern, fundador de Mejora Tus Beneficios.

Majadahonda Magazin