J. FEDERICO MTNEZ. Habíamos prometido puntuar las intervenciones de los concejales en el último pleno del Ayuntamiento de Majadahonda y como lo prometido es deuda y la palabra vale tanto como un contrato (en política parece olvidarse este compromiso), procedemos a hacerlo usando como criterio el «fondo» y la «forma», baremo habitual que se utiliza en otros parlamentos para evaluar las intervenciones de los representantes públicos. Y puntuaremos del 0 al 3 en un grado que varía del suspenso al sobresaliente pasando por el aprobado y el notable.


Juan F. Mtnez

AFONIAS Y NERVIOS. Se oyó la voz demasiado cascada y por momentos muy erosionada a la concejala popular Maria José Montón (0), quizás por una engorrosa afonía que debía haberle dispensado de tamaño trance pese a su coherente discurso, algo parecido a lo que le ocurre casi siempre al edil «naranja» Fernando Fuertes (0), al que no acompaña el escaso volumen de su voz con su generosa masa corporal, lo que hace que sus intervenciones sean prácticamente inaudibles. Y es que muchos de los concejales aún no dominan el arte del micrófono: o chillan mucho o apenas susurran, todo agravado al no medir correctamente la distancia, echándole luego la culpa al técnico de sonido. Una breve prueba individual en los prolegómenos del pleno (como hacemos habitualmente profesores y conferenciantes) ahorraría muchos sonrojos en el directo. Por su parte, el voxero Pedro Mallén (0), que se esforzó en parecer aún más tolerante de lo que realmente es, naufragó estrepitosamente con la lectura de sus intervenciones y los nervios del estreno en intervención doble, que se le hicieron aún más largas que un día de hambre, de ahí su átono breviario. Habrá que recordar que la oratoria es un arte y en la Grecia clásica ya se enseñaba, pues nadie nace con ella aprendida. Y Mallén necesita esas clases con urgencia.

LA RPT Y LAS PUNTUACIONES. Mejoró sensiblemente Alfonso Reina (2) en esta materia (¡quien lo ha visto y quien lo ve!) con su exigente demanda de la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento, pues aunque no lo crean, las únicas empresas en España que desconocen el sueldo y función de sus empleados son las instituciones y empresas públicas. Y lo curioso es que yo mismo tengo esos datos sin necesidad de gastar ni un euro publico: están consignados en los Presupuestos Municipales y se tarda en acceder a ellos lo que se demora la acción mecánica de una impresora.

Somos/Podemos la publicó por «error» en su web y yo tengo una copia, que pongo gratis a disposición de los grupos municipales sin necesidad de gastar más dinero en una RPT. Apuesto a que nadie la solicita porque, entre otras cosas, hasta que no se «europeice» el estatus laboral de los funcionarios con sus derechos y deberes, controles, exigencias e incentivos (aún hoy se puede despedir a los que denuncian corrupción, algo que acaba de solucionar la UE, y no se puede expulsar a los que delinquen o vaguean), nada cambiará bajo este insigne solar hispano. El resto de los ediles, según el fondo y forma de sus intervenciones, arrojan las siguientes puntuaciones: Ángel Alonso (2), Marina Pont (0), Luis Blanco Valderrama (1),  Ana Elliott (1), Santiago del Real (2), Ismael Rastoll (2), Ángela López García-Gallo (2), Anselmo Soto (2), Manuel Fort (1), Socorro Montes de Oca (1), Antonio García (2), José Rodríguez (1), Pablo Pérez (1).

FALTA DE COORDINACION EN EL GRUPO SOCIALISTA. Los concejales David Rodríguez (2) y Michelle del Valle (1) repitieron una pregunta oral en el pleno acerca del Taller de Deberes que aún no ha comenzado en los centros escolares públicos. «Le contestaremos a los dos con copia al otro», fue la sagaz respuesta del alcalde José Luis Ustarroz (1), que se apercibió de que era una pregunta «repetida», con el agravante de que había sido formulada solo 1 minuto antes, lo que puso en evidencia a Michelle del Valle por su déficit de atención sonrojante. Y una vez más reiterar que el siempre expectante turno de ruegos y preguntas de los concejales está perdiendo cada semana interés a causa del inusual y casi infantil formato del mismo en esta nueva legislatura: los concejales preguntan por sorpresa y el alcalde les corta y no les deja terminar, remitiéndose a una respuesta por escrito un mes después, respuestas que además ni el Ayuntamiento ni los grupos hacen públicas, agravando su opacidad. En definitiva, un disparate de pérdida de tiempo y dinero.

Desde MJD Magazin recordamos una vez la ya aquilatada experiencia parlamentaria para afrontar este trámite: las preguntas se deben presentar antes al Gobierno para que prepare las respuestas y deben arbitrarse turnos tasados de réplica y contrarréplica de 1 minuto cada uno, limitándose a 1 pregunta por concejal. Los ediles de PP-Vox, sin embargo, prefirieron que regulara estas cuestiones un gabinete de prensa político y no neutral e institucional, por lo que ahora reciben en sus propias carnes este desbarajuste, imposible de conciliar por los intereses partidistas de todos ellos. Cuando el pleno se convierta en un soliloquio de políticos hablando para políticos entonces vendrán los arrepentimientos, las reflexiones y las autocríticas, puede que incluso la búsqueda de responsabilidades. Demasiado tarde quizás.

 

Majadahonda Magazin