«El PP no reabre la piscina de Huerta Vieja, ni informa de las obras y además niega los datos de criminalidad de Majadahonda, pero delegar todo en el Estado y ampararse en el «nosotros ya hacemos lo que podemos» suena a lavado de manos. A impotencia institucional. Mientras tanto, los vecinos siguen sufriendo»

MIGUEL SANCHIZ. En Majadahonda se ha instalado una niebla densa, espesa, que nubla los datos, oculta los compromisos y deja a los vecinos entre la incredulidad y la resignación. Uno de los últimos plenos municipales dejó 2 preguntas claves por parte del grupo «Vecinos por Majadahonda» que bien podrían resumirse en una sola: ¿hasta cuándo vamos a seguir esperando, soportando, confiando… sin obtener respuestas claras? La primera pregunta hace referencia a un asunto ya convertido en símbolo de desidia institucional: la piscina de Huerta Vieja. Cerrada desde hace casi 4 años (se clausuró el 18 de septiembre de 2021) por problemas estructurales, la instalación sigue sin fecha de reapertura y, lo que es aún peor, sin información transparente y regular.

Miguel Sanchiz: Atlas de Geografía Humana

FALTA INFORMACIÓN Y TRANSPARENCIA. La ciudadanía, que esperaba una recuperación de este bien público tan esencial, se encuentra ante un largo silencio administrativo que sólo se rompe a través de correos personales o mensajes de WhatsApp con los concejales. El concejal de Deportes del PP, Sr. Núñez Velázquez, responde que su compromiso era informar, “pero no se planteó ni cómo, ni los tiempos”. Una respuesta que, más allá de lo formal, constituye una muestra de lo que algunos llamarían información a demanda. Si un vecino pregunta, se le responde. Pero si no pregunta nadie, el gobierno guarda silencio. ¿Y los comunicados periódicos prometidos en pleno? Brillan por su ausencia.

«Una política de comunicación que recuerda a los viejos tiempos del «quien quiera saber, que venga y pregunte». Mientras tanto, los vecinos siguen esperando que su piscina vuelva»

LO MÁS GRAVE NO ES SOLO QUE NO SE HAYA REABIERTO LA PISCINA. LO GRAVE ES QUE, EN 14 MESES, NO SE HA EMITIDO NI UN SOLO COMUNICADO OFICIAL, ni en la web del Ayuntamiento ni en sus redes, explicando el estado de las obras. Y que, según se deduce de la respuesta del PP, si alguien quiere saber algo, debe escribir personalmente al concejal. Una política de comunicación que recuerda a los viejos tiempos del «quien quiera saber, que venga y pregunte». Mientras tanto, los vecinos siguen esperando que su piscina vuelva. Aquella promesa de la alcaldesa, solemnemente pronunciada en junio de 2023 —“es nuestra prioridad devolver el uso de la piscina a todos los vecinos”— se ha diluido como tinta en el agua. La moción presentada por «Vecinos por Majadahonda» para obtener un calendario de obras fue debatida pero rechazada por la mayoría absoluta. Y el tiempo sigue pasando, y la piscina sigue cerrada.

El PP no cuenta los delitos informáticos: «¿Y qué cambia eso para el vecino? Absolutamente nada. Porque esos delitos también son reales, también afectan a vecinos de Majadahonda».

EL AUMENTO DE LA CRIMINALIDAD EN MAJADAHONDA. La segunda cuestión planteada en el pleno ha sido aún más inquietante: aquí el debate ya no es simbólico, sino dolorosamente real. Según los datos del Ministerio del Interior relativos al año 2024, se produjeron en 2024 un total de 4.731 delitos en Majadahonda, lo que significa que 13 personas son víctimas cada día en nuestra ciudad. Además, 3 majariegos son timados cada día por internet, según las cifras de cibercriminalidad. Pero el equipo de gobierno ha optado por negar la mayor. El PP responde que la subida no es del 5,7%, como afirman las cifras del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior de 2024, sino de solo un 1,7%. ¿A qué se debe la diferencia? A que se incluyen o no los delitos informáticos. ¿Y qué cambia eso para el vecino? Absolutamente nada. Porque esos delitos también son reales, también afectan a vecinos de Majadahonda y también exigen respuestas.

Aunque la Comunidad de Madrid había informado que eran 19, finalmente son 20 los nuevos agentes de la Policía Local que se incorporan al cuerpo, 12 hombres y 8 mujeres, un 17% más hasta sumar un total de 137 agentes en la actual plantilla. Su recepción la hizo la alcaldesa, el primer teniente de alcalde, Diego López del Hierro, el concejal de
Seguridad, Antonio Rodríguez y el Inspector Jefe de la Policía Local, Ismael Illán.

LA RESPUESTA DEL EQUIPO DE GOBIERNO MUNICIPAL ha sido citar la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para recordar que la seguridad es competencia estatal. Cierto. Pero no es menos cierto que los ayuntamientos participan, apoyan y tienen responsabilidad en dotar a la Policía Local de medios suficientes. Y sobre todo, tienen el deber de preocuparse. Y de actuar. Delegar todo en el Estado y ampararse en el «nosotros ya hacemos lo que podemos» suena a lavado de manos. A impotencia institucional. Mientras tanto, los vecinos siguen sufriendo. Cada semana hay 1 robo con violencia. Cada 5 días se roba un coche. Cada 3 días entran en una vivienda a robar. En 2024 hubo 7 violaciones con penetración y 37 delitos contra la libertad sexual. Estos datos no son interpretables. Son hechos. Son personas. Son miedos reales que crecen entre la población.

«Sí, ahora Majadahonda presenta mejores cifras relativas al primer trimestre de 2025 y es cierto que en 2024 el tráfico de drogas descendió un 33%. Las peleas también bajaron. La Policía Local y la Guardia Civil, cuya labor es valiente y meritoria, han tenido éxitos que merecen ser reconocidos. Pero los delitos los sufren los vecinos, no los gobiernos municipales. Los éxitos son de los cuerpos policiales. Las víctimas son los vecinos».

EN EL PRIMER TRIMESTRE DE 2025 HAN BAJADO ALGUNOS DELITOS. Sí, ahora Majadahonda presenta mejores cifras relativas al primer trimestre de 2025 y es cierto que en 2024 el tráfico de drogas descendió un 33%. Las peleas también bajaron. La Policía Local y la Guardia Civil, cuya labor es valiente y meritoria, han tenido éxitos que merecen ser reconocidos. Pero los delitos los sufren los vecinos, no los gobiernos municipales. Los éxitos son de los cuerpos policiales. Las víctimas son los vecinos. Y el deber de velar por su tranquilidad es de quienes gobiernan. En medio de esta confusión de porcentajes, réplicas, desmentidos, silencios y justificaciones, queda lo esencial: la falta de confianza de los vecinos. Falta una piscina. Falta información. Sobran delitos. Y falta una política municipal que no se parapete detrás de lo legal, sino que actúe desde lo necesario. Que no responda solo cuando se le pregunta, sino que se adelante, que escuche, que informe, que cumpla. Majadahonda merece más. Más seguridad. Más transparencia. Más respeto. Y, de una vez por todas, su piscina. Con casi 5.000 delitos anuales y una piscina cerrada desde hace más de dos años, los vecinos de Majadahonda claman por respuestas claras. Mientras el PP resta importancia a las cifras y se escuda en competencias estatales, los ciudadanos sufren la inseguridad y el silencio institucional. ¿Hasta cuándo?

Majadahonda Magazin