F. UTRERA. El líder de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, afirmó en un desayuno celebrado en la sede del Colegio de Ingenieros de la Universidad Next IBS de Madrid que “Cs quiere gobernar y no solo apoyar Gobiernos”, pero avanzó que para ello “en esta legislatura” su partido debe “aumentar sus votos” y visualizar que condiciona la acción de Gobierno del PP. Y lo dicho vale para el Gobierno de España, pero también para las autonomías y las ciudades. Durante el encuentro, al que asistió MJD Magazin, medio con el que departió también al final del mismo, aseguró que en esta legislatura se visualizará que los dirigentes “naranjas” son “un equipo de gente innovadora, exigente, con ilusión y emprendedora, gente seria, no somos Podemos porque no incurriremos en gastos que no se puedan pagar”. Pero no excluyó de posibles pactos ni al PP ni al PSOE o incluso Podemos o los independentistas catalanes. A la formación morada porque la ve inclusiva en “asuntos de Estado” y siempre que “abandone la ruptura y se venga al reformismo”, mientras que de sus paisanos catalanes soberanistas dijo que compartía “el mismo espacio democrático en las instituciones y es posible sentarse con sus actores políticos”. Para ello reclamó al PP una “reforma constitucional” que atraiga “a una parte de Cataluña” que se siente fuera de ella. Aunque tenga que abonar más dinero “para la financiación autonómica” y pagar el peaje de las ineficaces autonomías o Senado.
Anular la amnistía fiscal que promulgó el PP para “los Bárcenas, Pujol, Rato y compañía”, también las exenciones al Impuesto de Sociedades y favorecer la actividad de autónomos y emprendedores con bajada de tasas y eliminación de trabas burocráticas y administrativas fue lo que Rivera ofreció en este desayuno. Dijo que todo ello era posible conseguirlo con el Gobierno de Rajoy porque el sistema democrático posee “mecanismos políticos para apretar”. Pero si el PP dilatara el cumplimiento de sus compromisos “entonces habría que preguntarse qué Gobierno tiene España”. A Rivera solo le ha gustado del nuevo Ejecutivo “la inclusión de los nuevos ministros” porque no le van “ni Soraya ni Cospedal, ni el reparto de poder que Rajoy ha hecho entre ellas”. Y solo entrará en un Ejecutivo “siempre que el PP se renueve y el PSOE lo apoye”. Por eso no le hace ascos “a un Gobierno de coalición, de 2 mejor que 3, como existe en 21 de los 28 países de Europa y en Dinamarca desde hace 100 años”. No obstante, dio a entender que no será en esta legislatura.
Las cuentas de Rivera son las siguientes: Cs tiene 3,5 millones de votos, el PSOE 5,5 y Podemos 5. Con su silencio dio a entender que a los votantes del PP los ve intocables y ya fidelizados en torno a la formación azul, que ni subirá ni bajará mucho. No así a las demás, a las que percibe más volátiles según sus sondeos. Por eso renuncia al conservadurismo y se siente “centrista, liberal y demócrata”. Dijo que cree que el siglo XXI traerá un sistema económico diferente al actual donde “no estará tan clara la dicotomía entre empresario y trabajador, porque si la empresa va bien mejorará el salario de los dos” y donde “el empresario es el que más trabaja y el trabajador el que también emprende”. Y frente a ellos, el inmovilismo estatal. De ahí que recordara que ellos son ya líderes de la Oposición en Cataluña, donde aspiran a reemplazar a los independentistas con el concurso de PP y PSOE e incluso de los rescoldos de CiU tras la debacle del pujolismo por su corrupción.
“Queremos que vengan a Cs votantes de centro derecha o centro izquierda para gobernar mejor y con reformas más rápidas”. Y puso un ejemplo: “según una encuesta, la mitad de los votantes de PP y PSOE no han accedido a internet en los últimos 3 meses, mientras que en Cs lo hace el 90%”. Esa “brecha digital” es a su juicio la que está anclando a España, junto con la del sistema educativo: “Ni PP, ni PSOE ni Podemos quieren cambios, los primeros porque no quieren líos laborales y los segundos porque viven de su actual estatus en la Universidad Complutense”.
Un sistema que provoca “un 48% de paro juvenil” y otro 48% “de precariedad laboral”, que sitúa a España a la cola del desempleo europeo junto con Grecia y con la tasa de abandono y fracaso escolar más alta de Europa. Las universidades públicas reciben fondos multimillonarios sin testar la empleabilidad de sus alumnos, sus grados son inútiles y sin interés para el mercado laboral y cuando han hecho recortes han echado a los profesores con experiencia que trabajaban fuera para quedarse con los que nunca lo han hecho. Una España con los libros de papel más caros del mundo, donde sacarse el carné de conducir, montar una empresa o simplemente trabajar de autónomo está perseguido por la burocracia administrativa que crece y crece ante la pasividad política. “Si el PP no se mueve, la legislatura será corta y mala”, advirtió. Y se fue al Congreso a presentar su proyecto sobre nueva legislación para autónomos “una ley que no se ha tocado en los últimos 40 años”.