El presidente del Rayo Majadahonda, Enrique Vedia, ya ha echado números porque sabe que la división de plata cuesta la plata, aunque esté asegurada por las retransmisiones televisivas y las quinielas: la Segunda A supone unos ingresos mínimos por parte de la Liga Profesional (LFP) de 5 millones de euros al año, pero hay que avalar antes 4 millones para poder competir. Dineros aparte, en cuanto al partido, Portuga (2) y Ñoño golearon, pero cuesta elegir al MVP del encuentro porque todos brillaron a gran altura y merecería darse colectivamente. Diversión entre el público, con una amplia expedición palmera que se hermanó con la de Majadahonda, aunque se escucharon venablos entre esta última contra el jefe de la Policía Municipal majariega por los inesperados cortes de tráfico que impidieron el acceso al Cerro del Espino sin dejar opciones de acercarse a tiempo debido a la anual Carrera Solidaria. Incidencias circulatorias al margen, la próxima semana se deciden además buena parte de las aspiraciones del Rayo Majadahonda: en Valdebebas y frente al Real Madrid Castilla, con televisión en directo para todo el planeta.

Según un informe de “La Jugada Financiera.com” sobre la aplicación del Real Decreto-ley 5/2015 de la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional, en el que determina cuánto cobraría cada club de Segunda División, del montante total que se recaude, el 10% se destinará para los clubes de plata. Tomando como válida la cifra de ingresos de los clubes de Primera división (1.350 M€), quedarían 135 M€ para repartir entre los de Segunda. Esto ya aumenta (sensiblemente) sus ingresos respecto a temporadas anteriores, y a pesar de que la ley se aprobó con estos porcentajes, “se está presionando para que este 10% aumente hasta un 15% y es probable que finalmente así sea”, dice la web. En el caso que nos ocupa, la ley establece un reparto con unas reglas y límites con algunas peculiaridades respecto del reparto en la máxima categoría. En primer lugar, el 70% de los ingresos se repartirá a partes iguales. Del 30% restante, la mitad (15%) se reparte teniendo en cuenta únicamente la clasificación de la temporada anterior con unos porcentajes similares a los de Primera, siendo los que descienden quienes más cobran y los que suben de Segunda B los que menos. El que menos: un mínimo de 5 millones de euros.

En cuanto al 15% restante, se reparte siguiendo criterios como audiencia, número de abonados, estadio, césped, instalaciones o iluminación. Con el fin de igualar la competición, en el reparto de este porcentaje se han puesto límites a la cantidad que puede ingresar un club, siendo 20% el máximo y 2% el mínimo. Existen dos grandes beneficiados que corresponden con los que tienen mayor masa de abonados y capacidad en su estadio. Son el Real Zaragoza, un histórico de Primera en horas bajas pero que sigue contando con unos 20.500 abonados y la Romareda con capacidad para 34.596 personas, y el Real Oviedo, un recién ascendido que vuelve pisando fuerte, cuenta con unos 19.000 abonados y el Carlos Tartiere con capacidad para 30.500 personas.

“Como se puede apreciar, se realiza un reparto mucho más equilibrado que en Primera, ya que la diferencia entre el primero y el último nada tiene que ver con la que existe en la máxima competición de fútbol español. Además, hay que añadir que si finalmente fuese para Segunda un 5% más del total (pasando de ese 10 al 15%), supondría un mínimo de 70 M€ más a repartir, una media de 3,2 M€ más para cada club”, adelanta la web. “No obstante, desde la LFP se sigue trabajando para que la diferencia entre las dos divisiones de futbol profesional sea cada vez menor y no sentencie prácticamente a la ruina económica a los clubes que descienden, tal y como venía sucediendo hasta ahora. Por ello se prevé un progresivo aumento de la cantidad que se destinará a Segunda. Se espera que con los nuevos ingresos se puedan mejorar las instalaciones (estadios en su mayoría), que en muchos casos necesitan una modernización urgente si lo comparamos con Primera o incluso con la Segunda división de la modélica Liga Inglesa (en cuanto a ingresos e instalaciones se refiere). Es por esto que se puede decir que también en la división de plata empiezan a ver el final del túnel”, concluye el análisis.