JULIA BACHILLER. La tradicional “Fiesta de las Viejas” de Majadahonda tuvo lugar este domingo, celebración organizada por la Hermandad de la Virgen del Rosario, integrada exclusivamente por mujeres. La festividad combina antigüedad y tradición en Majadahonda con su actual celebración lúdico-religiosa y musical, motivo por el cual le dedicamos este articulo a dos integrantes de esta hermandad que reúnen estas cualidades, además de por los años que llevan en ella, pues la tradición y devoción fue el motivo de su presencia. Se llaman Valentina Villegas y Visitación Gala Sanz y desde Majadahonda Magazin rendimos nuestro modesto homenaje y nuestro deseo de que sigan disfrutando de esta festividad durante muchos años más con la misma devoción y felicidad que demostraban junto con el resto de las integrantes de esta hermandad.


A las 12 horas las campanas de Santa Catalina avisaban de la celebración de la Misa Mayor como comienzo del festejo. Una vez finalizada y junto a la charanga “La Asamblea de Majaras”, comenzó la diversión en los Jardinillos, donde fue muy comentado el hecho de que el saxofonista de esta banda es sobrino de Valentina, lo que despertó aún más su entusiasmo. Tras la música hubo que reponer fuerzas y se celebró la comida de hermandad en el Restaurante Taberneros. Y como todo festejo tiene un final, a las 18:30 se produjo el rezo del rosario y la celebración de una misa.

Impartida por el vicario de la parroquia, Alfonso Rodríguez, durante la cual destacó la magnífica aportación musical de cinco jóvenes de la parroquia, entre los que se encontraba el fotógrafo habitual de la iglesia, Juan Camilo, que esta vez cambio su cámara por un cajón musical. Durante la homilía el padre Alfonso subrayó las consecuencias que pueden causar nuestros actos, de los cuales somos responsables y por ello hemos de ser prudentes antes de tomar una decisión. Durante estos días, motivados por la situación que se está viviendo en España a causa de Cataluña, la celebración de la eucaristía tuvo un ruego común en todas ellas: por la unidad de España.

Finalizada la misa comenzó la procesión, a la que acudieron hombres y mujeres, pero la Virgen fue transportada solo por féminas. La misma charanga que animó la fiesta ahora realizó una extraordinaria labor de acompañamiento a la procesión. La marcha religiosa hizo un recorrido hasta la Plaza de los Jardinillos para llegar a la Gran Vía y se desvió en la esquina de la Ferretería La Maja para regresar de nuevo hacia la parroquia. Una vez en el interior del templo, el párroco Francisco Pérez Ruano agradeció a David la construcción de la Carroza de la Virgen, que la imagen estrenaba gracias al trabajo de este artesano que recibió el agradecimiento con aplausos de todos los presentes. Seguidamente se produjo otro agradecimiento inesperado y emotivo: a Alberto San Juan, por su presencia y acompañamiento en la procesión, que también suscitó aplausos por parte de los presentes. Tras impartir la bendición que todo acto religioso requiere al finalizar, se procedió al besamanos, acto de amor que se realiza a una medalla de la Virgen como símbolo de devoción hacia ella.

El día de festejos y diversión contó también con una incidencia, la cual mejor dejarla para el final. Durante el transcurso de la procesión por la Gran Vía se había solicitado la recogida de las terrazas para facilitar el paso de la misma, hecho que no ocurrió, lo que provocó el malestar entre los integrantes de la Hermandad ya que la solicitud había sido aceptada. Lo cierto es que la imagen que se percibía de personas sentadas en las terrazas y la procesión pasando pegadas a ellas no acompañaba mucho al momento. Tan solo dos personas se pusieron en pie ante el paso de la virgen, acto que no es obligatorio realizar pero que dice mucho en cuanto a educación y respeto hacia la celebración.

APUNTE HISTÓRICO: Esta es una entrevista que se le hizo a la entonces presidenta de la Hermandad del Rosario, Dolores Pérez, hace ya algunos años, aunque quizás alguna de las actividades que relata ya no las hacen (Olimpiades Rivera, director de Cultura del Ayuntamiento de Majadahonda): “La Fiesta de las Viejas: Así es como se conocía antes a las celebraciones que, en honor a la Virgen del Rosario, llevan a cabo las integrantes de su Hermandad. Esta agrupación forma parte de la idiosincrasia majariega desde principios del siglo XIX, y en ella participan exclusivamente mujeres casadas residentes en Majadahonda».

«Como explica su presidenta, Dolores Pérez, antes las mujeres se dividían entre la Hermandad de la Inmaculada y la del Rosario; pero hace treinta años un joven Baldomero Rodríguez, al convertirse en el nuevo párroco de la Iglesia, llevó a cabo una remodelación del templo y sustituyó algunas de las imágenes que tradicionalmente estaban allí. Así, la estatua de la Inmaculada desapareció, y con ella su Hermandad. “Esos cambios también afectaron a nuestra Hermandad, explica Dolores, y durante unos años dejó de funcionar”.

«Afortunadamente, las majariegas más veteranas decidieron retomar la actividad de la Hermandad pocos años después y, desde entonces, con la colaboración del ayuntamiento, todos los meses de octubre se revive en nuestro municipio la Fiesta de las Viejas: El día 1 se traslada la imagen de la Virgen del Rosario desde la Ermita a la Iglesia Santa Catalina, donde permanece hasta final de mes y se le reza el rosario cada tarde. El día 7, festividad de esta Virgen, tienen lugar los actos religiosos, con una misa Mayor y una procesión por el casco antiguo. Pero es el primer domingo de octubre cuando se celebra la conocida como Fiesta de las Viejas«.

«A pesar de que la mayoría de sus casi noventa Hermanas cuentan con más de 60 años, muchas de ellas participan en la maratón que recorre la Gran Vía desde la Plaza de Colón hasta la de los Jardinillos. Una vez allí, y después de la misa del mediodía, invitan a todos los majariegos a pastas y refrescos antes de celebrar la comida de la Hermandad en el restaurante El Cortijo. Por la tarde, y tras de rezar el rosario a su patrona, vuelven a los Jardinillos para el baile con la banda y todos los vecinos que quieran acudir y pasar una agradable tarde. Al igual que ocurre en la Hermandad del Cristo de los Remedios, la escasez de gente joven entre sus miembros es un problema que también afecta y preocupa a las Hermanas del Rosario, pero estas ‘Viejas’ seguirán luchando por mantener viva una de las tradiciones más arraigadas de nuestro municipio».

Majadahonda Magazin