AGENCIA EFE. 9 de 12 jóvenes acusados por desórdenes públicos han admitido este lunes que participaron en una pelea violenta en las fiestas de Majadahonda durante la madrugada del 22 de septiembre de 2013, en la que resultaron heridos policías, mientras que los otros 3 procesados han negado su intervención en la misma. Así lo han afirmado los jóvenes en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, en el que la Fiscalía reclama un año de cárcel para cada uno por desórdenes públicos y para 7 de ellos añade una petición de penas que oscilan entre tres meses por un delito leve de lesiones y un año por atentado contra agente de la autoridad. Durante la vista, todos los procesados han manifestado que se encontraban en el lugar de los hechos, aunque solo 9 de ellos han afirmado que son culpables de las acciones que se les imputan y que, efectivamente, lanzaron objetos, como botellas y piedras, que en algunos casos produjeron lesiones a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.


Por el contrario, tres de ellos se han declarado inocentes. El primero ha relatado que mientras se encontraba con un grupo de amigos lejos de la reyerta le cayó una botella en la mano que le provocó heridas por las que fue atendido en el puesto de la Cruz Roja instalado para ese propósito en el lugar. Otro ha apuntado que llegó al recinto ferial con su novia cuando observó la reyerta, «a un lado gente lanzando cosas y del otro gente recibiéndolas», ha referido, y ha añadido que cuando iba en busca de sus amigos fue arrastrado por unos individuos que «no le dieron razón» de por qué estaba detenido. «Vimos el caos, nos estábamos alejando cuando me choqué con un árbol, la rama golpeó a un individuo, pedí disculpas, el individuo dice que es agente que venía de paisano y me arresta», ha reseñado el tercer acusado que ha negado estar involucrado en los hechos. Estos tres acusados han refutado con rotundidad haber participado en la reyerta y haber lanzado objetos que pudieran haber lesionado a miembros de la autoridad.

En un principio eran 13 los jóvenes acusados de haber formado parte de la pelea, sin embargo, uno de ellos ha llegado a un acuerdo por el que el Guardia Civil que le imputaba ha retirado los cargos, por tanto, solo permanecen doce jóvenes sentados en el banquillo. El escrito de acusación de la Fiscalía relata que, hacia las cinco de la madrugada de la fecha referida, una gran cantidad de personas, en su mayoría jóvenes, estaban concentradas en el recinto ferial y en las zonas aledañas donde se celebraban las fiestas de Majadahonda. «Sin que conste el motivo concreto en un momento dado comenzó una reyerta tumultuaria en la que participaron activamente varios jóvenes con un comportamiento violento, llegando a agredir a otros, por lo que fue activado un grupo de guardias civiles de paisano», añade. Agrega que los agentes observaron cómo algunos participantes en la reyerta estaban utilizando instrumentos peligrosos como botellas de cristal con lo que «crearon un grave riesgo para la seguridad de los asistentes». A raíz de practicar las primeras detenciones y de que los detenidos fueran trasladados a una zona de seguridad un grupo de 70 personas aproximadamente rodeó la misma y comenzó a lanzar piedras y botellas de vidrio, según el Ministerio Público. El juicio continuará este martes 4 de junio (2019) con declaraciones de testigos y con las conclusiones finales de las partes. EFE

El jefe de policía José Calvo

EL JEFE DE POLICÍA JOSÉ CALVO RELATA EN «EL PAÍS» LOS DOS «SÁBADOS NEGROS» DE SU MANDATO (Fran Serrato). El jefe de la policía local de Majadahonda, José Calvo, «guarda un infausto recuerdo de aquella madrugada», según ha relatado en declaraciones a un periodista de el diario El País: “La chispa prendió en un instante. Teníamos agentes de paisano y un fuerte operativo, lo que nos llevó a retomar la situación en una hora”, rememora. Sin embargo, cree que contar con un amplio despliegue no garantiza controlar lo que sucede en el recinto, al que cada día de feria acceden entre 15.000 y 20.000 personas».

“Cuando son las cinco de la mañana y la gente lleva siete horas bebiendo puede pasar cualquier cosa. Los altercados surgen por la combinación del alcohol, los horarios y las aglomeraciones. En estas fiestas el único propósito es emborracharse y en grupo existe más impunidad porque les ampara el anonimato”, destaca Calvo. Majadahonda redujo el año pasado el número de horas en el recinto, lo que según su jefe de policía, se ha notado de forma positiva. La medida se tomó después de que en 2017 una nueva batalla campal en las fiestas patronales acabara con la detención de 27 jóvenes, 7 menores. La controversia se generó de nuevo cuando intentaron acceder a la carpa, cerrada tras completar el aforo.

Sistema de anillos: «En 2014, Majadahonda diseñó un sistema de anillos para controlar los accesos al recinto. Consta de tres fases. La primera, de la que se encargan los agentes de los municipios cercanos, se produce en las carreteras que dan acceso a la localidad. El segundo control, ya en Majadahonda, se realiza en las calles que llevan al recinto ferial. Como no se puede estacionar en ellas, las personas van a pie. Entonces tiene lugar el tercer control: una especie de pasillo en el que los agentes cachean a las personas y unos operarios municipales canjean las botellas de cristal por otras de plástico. “Hace años que no permitimos la entrada de coches porque son más difíciles de manejar. Pueden llevar elementos que comprometan la seguridad”, reconoce Calvo en estas nuevas declaraciones a la prensa.

Majadahonda Magazin