Tras una larga carrera profesional en el campo empresarial y del ejercicio del Derecho, Alfredo es un prestigioso abogado y docente en la Universidad Francisco de Vitoria

RAMON LÓPEZ. Alfredo Sanfeliz, consejero de la empresa medioambiental «Fronda«, tan arraigada, conocida y apreciada en Majadahonda, es sobre todo abogado y escritor. En esta entrevista enjuicia el último episodio del denominado «Caso Fronda«: la suspensión del turno de «ruegos y preguntas» del pleno del Ayuntamiento de Majadahonda en el 31 de marzo (2022) para impedir que los representantes de dos asociaciones, un partido político y la suya propia como vecino con el mismo derecho a formular varias preguntas sobre el último Plan General de Ordenación Urbana municipal. Y es por esto que Alfredo Sanfeliz declara: «La huida del alcalde en el último pleno del Ayuntamiento fue bochornosa y preocupante. El alcalde olvidó que representa a una institución pública y a la voluntad popular». Alfredo Sanfeliz, consejero de Fronda con una dilatada experiencia en el mundo empresarial y del derecho y escritor, fue testigo de los altercados vividos en el pleno del pasado día 31 de marzo. También a él se le impidió preguntar sobre la situación de la compañía Fronda, «donde sigue sin haber respuestas».


Usted estuvo presente en el reciente altercado durante el pleno del Ayuntamiento, cuando el alcalde de Majadahonda prohibió los «ruegos y preguntas» de los vecinos. ¿Cómo valora usted lo sucedido en ese pleno? –Lo que ocurrió en el último pleno del Ayuntamiento fue bochornoso y preocupante. El alcalde olvidó que representa a una institución pública y a la voluntad popular. Despreció a los vecinos. A mí mismo se me impidió ejercer mi derecho a preguntar sobre la inexplicable situación que sufre la empresa «Fronda«. La huida del alcalde al final de la sesión al cortar las cámaras y dar por concluido el pleno de forma anticipada, fue bochornosa. Los alcaldes deben cumplir la ley igual que los ciudadanos. Y lo que un alcalde ha de hacer es cumplir con la normativa reglamentaria que el propio Ayuntamiento ha aprobado. Y en este sentido, el Texto Refundido del Reglamento Funcionamiento y Régimen Jurídico de los Órganos Municipales se refiere a la Participación Ciudadana y en su artículo 79 señala expresamente que “terminada la sesión del Pleno, el alcalde-presidente establecerá un turno de ruegos y preguntas por el público asistente sobre temas concretos de interés municipal. Corresponderá al alcalde-presidente ordenar y cerrar este turno”. No es por tanto una facultad del alcalde el abrir o no ese turno: es un mandato imperativo al mismo, siendo competencia del alcalde únicamente el orden de dicho turno y el cierre del mismo, pero en ningún caso la inexistencia del turno.

¿Se consideran ustedes víctimas de una forma irregular de actuación por el Ayuntamiento? –El actuar del Equipo de Gobierno (PP-Vox), liderado por el alcalde, en el expediente de modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana, es un caso claro de una forma actuar que consideramos opaca y arbitraria y que constituye una muestra de la falta de eficacia en la gestión urbanística municipal que está provocando la paralización del desarrollo municipal en muchos aspectos. El expediente se ha cambiado y no sabemos por qué. ¿Cuáles son las razones para el bandazo urbanístico que se ha dado, alterando el expediente en curso ya iniciado por el propio Ayuntamiento y en el que ya se habían adjudicado por licitación pública los trabajos técnicos a un estudio externo de arquitectos? Sin trasparencia resulta imposible entenderlo y fiscalizar tanto la actuación política como la eficiencia en la aplicación de los recursos municipales obtenidos por las contribuciones de las empresas y ciudadanos del municipio. Un alcalde nunca puede olvidar que representa a toda una localidad, a una institución pública, por lo que conductas arbitrarias escondidas tras una falta de trasparencia suponen privar a la gente de sus derechos democráticos más elementales reconocidos con fuerza en nuestra Constitución y no deben nunca ser aceptables.

Fronda, empresa en la que usted ejerce de consejero, es una de las compañías que se están viendo afectadas por las recientes decisiones del Ayuntamiento, ya que el alcalde ha decidido excluirla de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana. ¿Es posible una resolución del conflicto o solo queda la vía de la confrontación? –Las razones de interés general para el municipio derivadas de dar continuidad al expediente de modificación de la parcela de Fronda son tan evidentes (empezando por la regularización de una ordenación obsoleta y disfuncional con respecto al resto del municipio, y continuando por la inversión, creación de empleo, mejora de la oferta comercial…) que la paralización, bloqueo o suspensión del expediente iniciado en el año 2017 carece de sentido. Consideramos por ello que una reevaluación de los intereses generales en juego debería provocar el desbloqueo, y todavía es posible hacerlo. Desde luego, por nuestra parte todo es voluntad de cooperación para alcanzar una solución que permita la conclusión del expediente iniciado sin interferencias derivadas de actuaciones judiciales. Confiamos también en que, por parte del Ayuntamiento, se muestre un verdadero interés en ello. Por esta razón sigo pensando que es posible que esta situación llegue a buen puerto, siempre que no sea guiada por emociones, enconamientos o intereses políticos no alineados con el interés general municipal. La búsqueda de los intereses generales de Majadahonda debería llevar a una solución con la reactivación del expediente en curso.

Usted es también escritor y en su último libro, «La Democracia de las Emociones«, trata precisamente cuestiones relacionadas con el funcionamiento de la política y la sociedad. ¿En qué medida pueden apreciarse en las actuaciones del Ayuntamiento de Majadahonda las prácticas denunciadas en su libro? –Los ciudadanos están muy cansados de ver que muchos políticos actúan más al servicio de sus carreras políticas y de su preferencia personal que de la verdadera gestión de las responsabilidades que tienen encomendadas. Consideran que los ciudadanos están a su servicio sin entender que son ellos los que deben de estar al servicio de los ciudadanos. Y en el caso que nos ocupa, las motivaciones últimas del alcalde en su fuero interno no podemos conocerlas. Pero el daño al desarrollo empresarial, a la inversión y a la creación de empleo, unido a la falta de trasparencia comentada, nos hace muy difícil comprender y considerar adecuada su forma de actuar.

Majadahonda Magazin