JOSE Mª BABOT VIZCAÍNO. Según veo yo la cosa desde Majadahonda, estamos yendo de cara a la abolición de la Monarquía por el comunismo duro, puro y cruel en España con la instauración de otra república bananera más. Leamos algo, solo algo, de lo que pasó en la de los años 30 para que lo conozcan quienes no lo han vivido o leído. Y esto sí que es Memoria Histórica y debería figurar en ella, y sin embargo a los que les interesa el silencio de estos actos y hechos, y otros artículos similares, veraces, incluso en Majadahonda, lo tapan, o lo callan, con todo lo de los que ganaron la desgracia de nuestra guerra civil. Esto que relato a continuación está obtenido de artículos más que veraces y lo escrito solo es copia, no me he inventado nada de lo leído. Pi y Margall convirtió España en una república federal y como consecuencia de ello se declararon independientes Cataluña, Málaga, Valencia, Sevilla, Jumilla, Cádiz, Granada, Castellón, Camuñas (Toledo), Jumilla y Cartagena. Granada declaró la guerra a Jaén. Jumilla amenazó a todas las “regiones” de sus alrededores. En Cartagena, su caudillo Antoñete Gálvez, se apoderó de la flota y bombardeó Alicante y se marchó hacia Madrid, pero se le pararon los pies a la entrada de Albacete. Entre el 10 y el 13 de mayo de 1.931 ocurrió lo que se llamó “la quema de conventos”.

Babot Vizcaino

Pablo Iglesias, el fundador del PSOE, de UGT, y del periódico El Socialista, no el de ahora, que también hizo suyas estas palabrejas, siguiendo, por lo visto, a su homónimo: «… y que hará falta un poco más de Robespierre, y ¿por qué no? también una guillotina en la Puerta del Sol (se supone que de Madrid)». Pues el original le dijo a Maura en el Congreso, que a la sazón era el presidente del Gobierno legalmente constituido: “Combatiremos sus ideas dentro y fuera de la legalidad, y justificaremos, incluso, el atentado personal. Mi partido está en la legalidad mientras ésta le permita adquirir lo que necesita». En un mitin, expresó: «Para evitar que Maura suba al poder, debe llegarse hasta el atentado personal”. En el VI Congreso, en Gijón, chilló: “Queremos la muerte de la iglesia, para ello educamos a los hombres y así, les quitamos la conciencia. No combatimos a los frailes para ensalzar a los curas. Nada de medias tintas. Queremos que desaparezcan los unos y los otros” (Cuadernos para el Diálogo, página 169, Madrid, 1972). ç

Largo Caballero, Diego Martinez Barrio y Manuel Azaña

Andrés Nin, secretario general de C.N.T. escupió: «la clase obrera ha resuelto el problema de la Iglesia; sencillamente no ha dejado en pie ni una de sus iglesias. Hemos surpimido sus sacerdotes, las iglesias y el culto. (La Vanguardia 2/8/1.936). Largo Caballero también dijo : “Quiero decir a las derechas, que si triunfan tendremos que ir a la guerra civil declarada” (Alicante, Enero de 1.936), entre otras frases amenazadoras. Indalecio Prieto, que llevaba pistola a Las Cortes, y era Ministro de Hacienda y Obras Públicas, manifestó: “Hágase cargo el proletariado del poder, y haga de España lo que España se merece. No se debe titubear, y si es preciso verter sangre, debe verterse”. Y hay muchos más republicanos de aquélla época que también tuvieron sus momentos de tirar a degüello. Y para terminar, Azaña les llama “una caterva de botarates». Y continuó: «¿Tendremos que resignarnos a que España caiga en una política tabernaria incompetente de amigachos, de codicia y botines, sin ninguna idea alta?». Esto es Memoria Histórica. ¿No gusta?. Pues es lo que hubo. ¿Esto esperamos?¿Esto queremos?¿Esto nos van a obligar a tomar?. En Majadahonda, presuntamente, ni lo deseamos ni queremos.