JORGE RUBIO. La polémica en torno a la adjudicación de los contratos de las escuelas infantiles “Talín”, “Tamaral” y “Tacataca” de Majadahonda [13 millones de euros] vivió un nuevo episodio en el pleno del Ayuntamiento. En esta ocasión el Consistorio votó sobre la adjudicación final de los contratos a los ganadores del concurso de estas escuelas infantiles. La concejala de Educación, Fátima Nuñez (PP), destacó en su presentación que «pocos expedientes tendrán esta transparencia» al tiempo que felicitaba a «todos los servicios municipales que nos han permitido cumplir con los plazos y que han garantizado la legalidad de este contrato», palabras dirigidas al funcionario jefe del departamento, Vicente Colilla, presente en el debate. La edil insistió una vez más en su presentación en la legalidad de los plenos avalada por los baremos aprobados por todos los grupos de la Asamblea de Madrid y tras estos preámbulos Nuñez anunció que Babyteca se hacía con el contrato de «Talín» y «Tamaral» y que la Escuela Infantil Pequeñines conseguía hacerse con «Tacataca». Una intervención no muy extensa pero tras la cual se presagiaba la apertura de la caja de los truenos, algo que finalmente se confirmó cuando se realizó la votación que despertó las airadas reacciones de algunos de los padres y madres asistentes al pleno, disconformes con la decisión tomada y que tendría un segundo episodio durante los ruegos y preguntas de los vecinos al alcalde. La votación salió adelante con 11 votos a favor (PP), 7 votos en contra (PSOE, Somos e IU) y 7 abstenciones (Ciudadanos y Centristas).


LA CRÓNICA PARLAMENTARIA DE JORGE RUBIO. El portavoz «naranja» Alfonso Reina utilizó su primer turno de intervención para poner de manifiesto que «no había motivos para estar orgullosos» de este expediente. Durante su turno de palabra, Reina enumeró las distintas posibilidades que se habían contemplado para rechazar esta votación y concluir que únicamente existía una posibilidad para tumbar el concurso: «una infracción flagrante» que no se había producido y que por lo tanto hacía imposible cualquier acción. Socorro Montes de Oca (PSOE) vertebró toda su intervención en establecer una comparativa entre la candidatura ganadora del concurso y la perdedora, siendo la primera peor en el proyecto educativo. «Me gustaría que entre estas dos opciones se decidiera cual debemos votar hoy», preguntó de forma retórica la edil socialista, mostrando su disconformidad con la opción ganadora.

«Nosotros queremos la remunicipalización de las escuelas infantiles, pero mientras tanto, nos parece imprescindible que se valore más el proyecto que prima la mayor calidad», señaló Irene Salcedo (Somos) en su turno de palabra. «El Ayuntamiento favorece la mejor oferta económica, sea viable o inviable. Estamos devaluando la calidad de un servicio» insistió Salcedo, al tiempo que señalaba que sus propuestas no habían sido tenidas en cuenta en la elaboración de los pliegos ya que a pesar de aprobarse la introducción del lenguaje inclusivo en los mismos, este no se produjo, ya que aparecía el termino «minusválido» y se subrayaba la «masculinización».

El concejal Juancho Santana (IU) afirmó que sus «peores presagios» se habían cumplido al ver que el proyecto se había adjudicado a una una empresa «con bajas calificaciones en el proyecto educativo». «Yo soy mal adivino, unos leen las bolas de cristal, otros la mano y otros leemos los pliegos. Cuando uno lee los pliegos ve que esto iba a pasar», afirmó Santana, al tiempo que señalaba que «algo fallaba en los criterios» cuando había habido «variaciones de 10 puntos de un técnico a otro». Mercedes Pedreira (Centristas) destacó que ya no era el tiempo de «discutir los pliegos y qué pasó con ellos» y que ahora era el momento de «adjudicar este contrato». A pesar de todo, Pedreira puso de manifiesto el «secretismo» del Consistorio a la hora de elaborar los pliegos de condiciones, aunque aquellos que votaron en contra de los mismos tuvieron «la posibilidad de recurrirlos y no lo hicieron», en alusión a PSOE, Somos e IU. Para concluir, Mercedes Pedreira señaló la posibilidad de que este proceso terminase «en el tribunal de contratación».

El turno de réplicas arrojó pocas novedades más. La concejala Fátima Núñez (PP) retomó la palabra para asegurar que «todos trabajaban con unas reglas del juego» y que «el derecho prima por encima de acciones y no podemos sustraernos». A pesar de toda la polémica, la edil destacó el elevado número de licitadores presentados a concurso, un total de 11, un dato que estaba «muy por encima de la media» en estos contratos. «El proceso ha sido dirigido por una mesa de contratación de funcionarios que son los que han establecido las prioridades. En cuanto al informe de valoración, es técnico. No se les debe presionar», concluyó. Por su parte, Alfonso Reina (Cs) incidió en que «se han dado todos los pasos que se podían tomar de consultas jurídicas a la administración» y que no se podían tomar «decisiones basadas en percepciones, aunque podamos creer que no sean todo lo justas que podían haber sido». En cuanto a la socialista Socorro Montes de Oca volvió a insistir en los dos modelos, enumerando las diferencias entre el adjudicatario ganador y el proyecto con mejor plan educativo.

«De aquellos barros, estos lodos» comenzó de nuevo su segunda intervención Irene Salcedo (Somos) para volver a incidir en que su decisión en este asunto era «la defensa de la calidad». «Este proceso no asegura la mayor calidad posible» insistió, al tiempo que señalaba que «si nos basásemos en el informe de adjudicación no podríamos adjudicar nada, porque la valoración técnica solo tiene aspectos negativos». Para finalizar, destacó que eran conscientes con que «no hay marcha atrás, pero queremos pedir a los padres que no bajen la guardia». Juancho Santana (IU) puso de manifiesto que todo el proceso estaba «plagado de medias verdades». Y Mercedes Pedreira (Centristas) volvió a insistir en que el «el informe de valoración ha levantado muchas dudas y quejas entre los vecinos».

Por último, Fátima Núñez (PP) incidió de nuevo en que había sido «un placer poder trabajar en este expediente» y que gracias a él tenía «un mayor conocimiento de lo que es la gestión pública y lo que las administraciones podemos hacer en cuanto a la licitación de los servicios». Una intervención que continuó asegurando que «este expediente ha sido tramitado con corrección y con pulcritud» y que lo «que se merecen los 320 padres que vuelven de vacaciones es que tengan escuelas infantiles». Esta última afirmación suscitó la indignación de algunos de los padres presentes en el Consistorio, que vieron tales palabras como una amenaza velada en caso de que la votación no saliera adelante. Ante la algarabía generalizada, el alcalde Narciso de Foxá tuvo que intervenir llamando al orden para que la votación pudiese realizarse de forma libre y sin coacciones.

 

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