JORGE RUBIO. El sepulturero de Majadahonda ha sido noticia nacional por su esfuerzo, trabajo, dedicación y esfuerzo durante toda una vida. Es uno de esos héroes anónimos cuya biografía adquiere tintes de leyenda y ha creado además centenares de puestos de trabajo. «Es más difícil ahora, en estos tiempos hay que ser verdaderos especialistas … Yo tengo a mis hijos que están trabajando en la empresa. Yo voy donde me parece bien, a la hora que quiero, cuando quiero… Ayer, sin ir más lejos, tuve el día “moscoso”. Son ellos quienes llevan la empresa y la mucha gente que tenemos porque… también somos los que llevamos la conservación de todos los cementerios de Madrid«. Con estas palabras, el dueño de la empresa Tranbeca, Carlos González, de 74 años de edad, responde a las preguntas de la periodista Pilar de Miguel en El Adelantado de Segovia. Y sobre la cuestión de los cementerios madrileños Gonzalez señala que «son 14, como el de Majadahonda, Carabanchel… todos, grandes y pequeños«. Un trabajo que implica a 46 personas» pero que únicamente tiene que ver con el mantenimiento diario de los camposantos ya que «las obras van aparte, porque estamos haciendo 300 nichos pero, si en un momento determinado hay que hacer una pared de nichos, eso sale a subasta».


Cementerio de Majadahonda

«Nada más terminar la “mili” comencé a trabajar en la carretera, conduciendo camiones para una empresa y, desde allí, me marché a Madrid con ellos. En esa empresa estuve 27 años trabajando. Luego, ya empecé a ver el futuro diferente y comencé a instalarme por mi cuenta. Conductor, encargado… llegué a todo lo que por mis estudios podía llegar. A partir de ahí empezamos a montar la empresa y hoy tenemos doscientos y pico empleados… Trabajamos bien, muy bien… Con la empresa Asfaltos Vicálvaro, me dedico a la construcción de carreteras, de calles, urbanizaciones… Es lo que más hacemos. Tengo 30 camiones… pero trabajo para mí solo, para nosotros… Ahora en Madrid tenemos muchísimas obras, no sé cuantas pero muchas… Estamos en la M-30, en la carretera 401 durante la noche… trabajando bien. Yo, como al principio estaba de encargado, vi el futuro pero, es difícil, porque hay que ser muy constante porque si no…. Fíjate la edad que tengo y, todavía estoy, no trabajando, porque lo hacen mis hijos pero, voy para allá, para acá… a todos los sitios. Yo me he llegado a quedar dormido en el coche porque me levantaba a las 4 de la mañana todos los días … y las fruterías y el supermercado lo dejamos. Es donde está la oficina ahora, en Madrid… Llegó un momento que hubo que empezar a seleccionar. Yo ya no podía, estaba cansado, muy cansado… y, me dijo el médico, que o una cosa o la otra… Hemos llegado a tener más de 200 personas trabajando con nosotros…», explica Carlos GonzálezLeer más.

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