MARIANA BENITO. «Hondureños en el Mundo» es una sección del periódico El Heraldo de Honduras que ha publicado un reportaje sobre «Media Luna, el sueño de cuatro hermanas hondureñas que buscan dejar huella». Se trata de Mayra, Dania, Karla y Carolina Aragón, quienes «esperan ver crecer su emprendimiento y llevarlo al siguiente paso», escribía la periodista Yeny Sarmiento. Se cumple 1 año desde que las hermanas originarias de Honduras iniciaron su negocio en la céntrica calle Cristo número 3 (TF 611 345 139), según publicaban el 29 de marzo de 2022 con una original ilustración de Sabdy Flores: «tienen muchísimas metas y sueños por cumplir, muchísimas ganas de salir adelante», indicaba la periodista de El Heraldo y corresponsal en Honduras. El texto, fechado en «Majadahonda, (España)» comenzaba así: «Bajo el lema «¿Y si inflamos el mundo de amor?», cuatro hermanas hondureñas le han dado un vuelco a las celebraciones a Majadahonda, España, y con su talento con los globos han enseñado a sus clientes a valorar los detalles personalizados y las fiestas temáticas. Mayra, Dania, Karla y Carolina Aragón hoy emprenden con su proyecto Media Luna, dedicado a la creación de detalles únicos personalizados y aunque recuerdan que al principio no lo veían como una gran oportunidad, la vida les demostró que había mucho potencial».

“Mucha gente nos dijo «eso aquí no se vende», pero le metimos mucho trabajo a la idea y eso ha sido lo que nos ha diferenciado”, expresa a El Heraldo, Carolina Aragón, con quien tuvimos la oportunidad de hacer esta entrevista. Recuerda que al principio notaron que en Majadahonda no se acostumbraba realizar fiestas temáticas, los detalles personalizados pero con su profesionalismo le enseñaron a su público a apreciarlo. “Le enseñamos a la gente una nueva forma de celebrar”, asegura. Y hoy por hoy “los detalles hechos a la medida ha sido nuestro producto estrella ha sido lo que ha diferenciado”, agrega. Carolina cuenta que la pandemia les motivó a emprender, puesto que se vieron sin trabajo, por lo que aprovechando el tiempo que disponía en medio de la cuarentena, empezó a capacitarse en el área de manera online. Así, la joven pasó de cuidar niños y de hacer limpieza en casas a emprender su propio negocio junto a sus tres hermanas. “Gracias a eso conseguimos lo que tenemos ahora, lejos de vergüenza siento mucha gratitud por este país y gente que nos abrió las puertas”, declara sobre Majadahonda. La cuarentena le permitió estar un año de capacitación tras capacitación, cada fin de semana, aprobando todos los módulos diferentes que podía cursar.

Originarias de la pequeña comunidad de Palacios, en Juan Francisco Bulnes, departamento de «Gracias a Dios«, que es su curioso y original nombre, Carolina es la voz cantante en el proyecto y comenta que no es un secreto para nadie la razón por la que salieron de Honduras: “Dejar nuestro país no ha sido ni es fácil, pero si necesario para alcanzar nuestros sueños”. Primero migraron sus hermanas mayores en 2010, ya que aunque se graduaron e intentaron obtener un empleo en Honduras, les fue imposible. Luego se dio la oportunidad de ir a España y la aprovecharon. “Las ganas de salir adelante fueron las que les llevó a migrar”, comenta. Luego vivieron un desafortunado momento al perder a su madre en Honduras, por lo que las menores ya no lo pensaron más y decidieron reunirse con sus hermanas en España. “Llegamos con muchísimas metas y sueños por cumplir, muchísimas ganas de salir adelante”, cuenta Carolina quien junto a su hermana menor viajó al viejo continente en el 2015.

La joven señala que para tener vivo el recuerdo de su madre decidieron incluirla en su empresa «Media Luna«: «Media» porque desde que partió su madre sienten que jamás estarán completas y «Luna» porque representa el poder femenino. “Para nosotros la Luna tiene rostro, el de nuestra madre, así nació Media Luna”, comparte. La pionera del negocio ha sido Carolina y aunque en Honduras no sabía ninguna técnica de decoración, siempre le encantaba el tema de las fiestas. “Me encanta sorprender, ver la sorpresa en el rostro de los niños cuando les hacen una fiesta de su temática favorita”. Así empezó en el negocio decorando los cumpleaños de sus sobrinos y hermanas y luego de las fiestas familiares pasaron al emprendimiento. La ejemplar emprendedora concluye enviando un mensaje a nuestros lectores: “los únicos sueños que no se cumplen son los que no se trabajan, y nosotros estamos trabajando muchísimo para hacer realidad los nuestros”, concluye el reportaje.