JOSE Mª BABOT VIZCAÍNO. Hace ya bastante tiempo, muchos días diría yo, que los que fueron tocados por el dedo mágico de Sánchez para la gobernanza de España, ni están pero sí se les espera. Si no nos cuentan sus veleidades, los españoles nos encontramos sin poder criticar o aplaudir sus designios. Tenemos a un ministro que es maestro de educación física: casi aseguro que escogió esta especialidad por no necesitar de estudios añadidos al terminar la carrera. Con decir a la alumnada que corra, que salte, que haga gimnasia de brazos y piernas o saltar el potro etc, etc, ha cumplido. Y de otra forma, con una asignatura de las normales (matemáticas, geografía, historia…) tendría que estudiar antes para poder explicar la lección a sus alumnos.

Digo esto porque el susodicho después se hizo, cuando empezó a trabajar en serio, «liberado sindical», que es de esos que están todo el día reunidos por cosas del sindicato o vaya Vd. a saber, pero, presumiblemente, sin pegar un palo al agua en la empresa. Y ahí no hay que memorizar ninguna asignatura. La pregunta es: ¿en dónde está? ¿en dónde se esconde? ¿por qué no asoma? ¿quedó herniado con el viaje de la Delcy?. Otro de los «mágicos» es el astronauta ¿es que le da vergüenza el cometido que le han encomendado? ¿qué ha hecho hasta ahora? ¿es, por ventura, una persona vergonzosa? Y el de la barba, con la cara cicatrizada que tiene para decir ciertas cosas ¿es que no se sabe si va al Ministerio o no? ¿le dará vergüenza saber que no tiene trabajo y que no puede explicar a los españoles lo que no hace, y justificarse? ¿Y la que quiere llegar borracha y sola a casa? ¿en donde se mete? ¿no merecemos los españoles unas buenas explicaciones de su trabajo para el bien de los españoles?.

Solamente vemos a cinco o seis ministros que explican, con o sin razón, cómo están yendo las cosas, pero del resto ni se les ve ni se les nota. Y ellos tampoco hacen nada para salir en los telediarios, periódicos y resto de medios mediáticos. En base a estos me hago la siguiente pregunta: ¿son necesarios tantos «tocados» para gobernarnos? ¿no sobran la mitad, más o menos? Porque solo se oye al presidente, a los cuatro vicepresidentes, al de sanidad y a algún otro que se ha despistado y sale a decirnos algo. Además lo que nos cuentan no nos queda grabado, lo que revela la importancia que nos da al proporcionar sus noticias. Y la debe tener, no digo que no, pero no nos queda grabado y no se nos queda en la cabeza para asimilarlo, de ahí que juzgue así la importancia que deben tener esas noticias para los españoles. Intentan llenarnos la cabeza con veleidades y van dejando a un lado las cosas que verdaderamente son de prestancia y urgentes. Mientras, van pasando las horas, los días, las semanas… y aquí no arregla nadie nada de nada de lo que tendrían que arreglar.