La foto del alcalde no podía faltar: a su lado, los operarios no daban abasto y las protestas de los barrios y urbanizaciones periféricas se hicieron oír en las redes sociales

LIDIA GARCIA. Los 27.000 kilogramos de sal que ha comprado el Ayuntamiento de Majadahonda no han sido suficientes. Y aunque el saco de 25 kilos se vende a 4 euros al por mayor (aún falta por saber cuánto pagó el Ayuntamiento por el abastecimiento), los 4.000 euros supuestamente invertidos resultaron escasos. Numerosos vecinos han reclamado a la Concejalía de Mantenimiento de la Ciudad que dirige la joven concejala Vanesa Bravo (PP) que esparza sal no solo por el centro de la ciudad sino por las urbanizaciones y barrios periféricos. El vecino Juan Manuel Urruchi lanzó incluso una pregunta desde las redes sociales: «¿Se puede pedir sal al ayuntamiento? No para cocinar, sino para comunidades o chalets». Y Carmen Nieto Peña respondió: «el Ayuntamiento de Las Rozas la está repartiendo a los vecinos que la necesiten, ¡a ver si aprendemos!». Y Jaime Díaz apostilló: «Todo el mundo paga sus impuestos, y si tiene un chalet muy caro, más IBI todavía, no veo el problema de solicitarlo». Vicente Mateos también la ha requerido para el barrio de urbanizaciones que se nuclean alrededor del Labrandero: «El Ayuntamiento está obligado a cuidar la salud de los vecinos en situaciones extremas como esta y a facilitar la movilidad y la comunicación. Aquí hay muchas más urbanizaciones que no tienen viales que las que los tienen. Y aún así, los propietarios de pisos de una urbanización no son dueños de las calles. Todos sabíamos que iba a nevar fuerte, pero no por eso los vecinos de una urbanización están obligados a comprar y echar sal por las calles de acceso a esa urbanización, que son competencia del Ayuntamiento. Los vecinos de una urbanización sí podrán comprar y echar sal en los viales internos de comunicación entre portales o salidas al exterior». Por último Eva González aporta información: «Yo he llamado porque vivo en una de las calles más empinadas de Majadahonda, la gente patina que da gusto. Contestación: «estamos saturados por avisos«. Lo que no entiendo, si esto estaba más que avisado, es por que no han echado sal». Y Belinda Sánchez González advierte de otra zona de riesgo: «en Antonio Machado estamos igual, no veas cómo patinan los coches. He etiquetado al alcalde porque no me deja la página del Ayuntamiento».


EN CONTRA. Ivan Ballesteros Maestro. «Dentro de la urbanización un vecino no tendría que preocuparse de la sal, alguien tendría que estar pendiente, y conserjes o jardineros hacer ese trabajo. Pero también es cierto que si el ayuntamiento da sal a una urbanización, ¿donde la van a usar? ¿en la calle o dentro de ella? ¿Y a un chalet? pues seguro que en la rampa del garaje o en paseos de entrada a la casa. Yo soy jardinero y mis clientes no van a tener ningún problema con la nieve porque fueron previsores y me pidieron sal hace unos días atrás. Y dígame una urbanización de la cual no puedas salir. Hoy he circulado mucho por el pueblo y he visto las carreteras y salidas de urbanizaciones perfectamente, que puede que igual alguna no, pues puede ser, porque no me fío mucho de este ayuntamiento, pero de ahí a cargarle el muerto de que alguien no pueda sacar el coche de su chalet o que alguna «urba» no fuera previsora, pues no me parece bien».

INCIDENCIA EN LA NIEVE. Jenireet Riera: «Hola vecinos. Estábamos en la iglesia jugando un poco con los niños y se nos ha caído el móvil. Es un iPhone con todas las contraseñas y todo tipo de bloqueo. Alguien se lo ha encontrado y lo ha apagado. Detrás teníamos documentación. Por si la persona que lo ha cogido lee esto, no lo va poder usar ni desbloquear ni nada. No le va servir, por favor nos interesa más la documentación que el teléfono. Se nos cayó y a los 5 minutos nos dimos cuenta, ni nos habíamos ido del parque pero ya no estaba y ya lo habían apagado. Por favor pónganse en contacto con nosotros, el teléfono estaba destrozado».

Majadahonda Magazin