SERVIMEDIA. La Sala II del Tribunal Supremo (TS) ha acordado la remisión a la jueza Elena Garde, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Majadahonda (Madrid) de la causa abierta a Fernando Valdés tras su renuncia como magistrado del Tribunal Constitucional (TC), que fue comunicada al Supremo en un escrito por el presidente del TC. En un auto notificado este miércoles 4 de noviembre (2020), la Sala explica que ha tomado la decisión al constatar que Valdés ha perdido la condición de aforado ante el Supremo al renunciar como magistrado del Constitucional. Puesto que aún no se había procedido a la apertura de juicio oral y no se trata de delito cometido en el ejercicio de funciones jurisdiccionales, la Sala pierde su competencia para conocer los hechos y remite las actuaciones al juzgado de procedencia.


El pasado 14 de octubre, el magistrado renunció a su puesto en el TC tras ser procesado en el Supremo por un delito de malos tratos en el ámbito familiar. Valdés presentó su renuncia al presidente del Constitucional, Juan José González Rivas. El que fuera vocal del Tribunal Constitucional fue detenido el pasado 11 de agosto después de que varios testigos llamaran a las Fuerzas de Seguridad tras escuchar una fuerte discusión del juez con su mujer en la terraza de su domicilio de Majadahonda (Madrid). El pasado 7 de octubre, el instructor de la causa abierta en el Tribunal Supremo contra el magistrado Valdés por presuntos malos tratos a su esposa concluyó la instrucción sobre este asunto y propuso que fuera juzgado al haber encontrado indicios de delito.

El magistrado Andrés Martínez Arrieta, instructor del caso, concluyó ese día sus pesquisas tras tomar declaración a los dos últimos testigos, uno de ellos fue la hija del magistrado encausado. En su comparecencia dijo que «jamás» se había producido agresión alguna, refrendando lo que dijeron los dos miembros de la pareja en su declaración del 1 de octubre. Martínez Arrieta recogía en el auto que en la tarde del 10 de agosto de 2020, el magistrado mantuvo una discusión con su esposa y al percibir que los gritos eran oídos por personas que estaban en un parque público cercano a su vivienda, en la localidad madrileña de Majadahonda, introdujo a la mujer de forma violenta al interior de la casa, donde siguió la discusión. «Desde el exterior, los viandantes percibieron movimientos bruscos y golpes que determinaron una lesión, no diagnosticada, en el dorso de la mano derecha de la mujer», añaden los hechos reseñados por el instructor.

Majadahonda Magazin