LIDIA GARCIA. «El Bastión Socialista de Majadahonda. Resaca Electoral. Recorrido por las ‘aldeas galas’ de los partidos políticos tras el 26-M». Las periodistas Ana del Barrio, Virginia Gómez, Luis Núñez-Villaveirán han reportajeado en el diario El Mundo a los vecinos que han quedado fuera de la mayoría política en Majadahonda y pone como ejemplo a Manuel y Concha: «pasan la mañana sentados en un banco de la Plaza de la Constitución. Él es de Montánchez (Cáceres) y ella de Utrera (Sevilla), pero llevan toda la vida en Majadahonda. Esta localidad pertenece al cinturón de municipios del oeste de la región con alta renta per cápita, que siempre vota al PP. Sin embargo, en un mapa teñido de azul, existe un reducto de calles pintadas de rojo, donde ha ganado el PSOE. Es en una de esas calles del casco viejo, donde residen Manuel y Concha».


«Se creen que en Majadahonda sólo viven los millonarios, pero nosotros somos pobres», se queja Concha, que todavía conserva su acento andaluz. Siempre ha votado al PSOE. Y no enarbola grandes argumentos para demostrar su apoyo a los socialistas: siempre le han gustado. Y punto. Su marido confía mucho en Manuel Fort, el candidato socialista al Ayuntamiento, que ha logrado pasar de los tres concejales de 2015 a los cinco de las elecciones del 26 de mayo. Los dos subsisten con una pensión de 800 euros y muchas veces tienen que tirar de sus hijos, aunque a Concha no le «gusta tener que pedirles».

«Como ellos, muchos otros jubilados disfrutan de la soleada mañana sentados en un banco. En el banco de Manuel Suárez, hay incluso overbooking. De hecho, cuando se quiere sentar en él un recién llegado, se escucha un «está completo». Pese a su avanzada edad, Manuel confiesa que no ha votado nunca. Ni a unos ni a otros. Y discute cada poco tiempo con Lorenzo Martínez, quien entona su retahíla de quejas hacia la clase dirigente. «Yo he votado a Ciudadanos para el Ayuntamiento y la Comunidad y a Vox, para Bruselas, a ver si limpia esto y quita los chiringuitos. Hay más políticos que gente trabajando y no hacen nada- se queja Lorenzo. «¡Pues será que tú trabajas mucho!», le replica Manuel. Lorenzo tiene una explicación para la concentración del voto socialista en estas calles: «La gente de las urbanizaciones es la que vota al PP, pero en esta zona hay mucho latino». Justo en el banco de al lado se sienta Karin Hualtapuero, un peruano que lleva 15 años en España y que ya tiene la nacionalidad española. Pero, él rebate las tesis de Lorenzo, ya que suele votar a los populares. «No simpatizo con los socialistas. Son unos demagogos. Siempre he votado a la derecha», comenta este peruano, que trabaja de auxiliar de enfermería.

«Además de un gran número de población de la Tercera Edad, en esta zona residen muchos inmigrantes procedentes de Colombia, Bolivia, Perú y Honduras. Llevan años asentados en nuestro país y muchos ya tienen la nacionalidad española para poder votar en los comicios. Tal vez sea ése uno de los motivos que explique el triunfo socialista en estas calles, en pleno fortín del PP. «El PSOE se ha portado mejor con nosotros y una tira para eso», razona una mujer dominicana con su hijo en brazos, que acaba de abrir una tienda de ropa en el centro del pueblo. En los bares de la zona, muchos celebraron la victoria de Pedro Sánchez. «Todo el mundo daba botes. Nadie quería que ganara Vox», declara Nadia, boliviana que lleva 20 años en Majadahonda. Muchos de ellos llegan a duras penas a fin de mes y saben muy poco de esa idílica Majadahonda, que siempre aparece en los medios de comunicación, como uno de los municipios con mayor renta per cápita de España», concluye el reportaje.

 

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