«La banda preparó un segundo golpe que llevó a cabo en la madrugada del 11 de noviembre de 2012. En esta ocasión, eligieron como objetivo un restaurante de «Muerde la Pasta» localizado en el centro comercial Gran Plaza 2 de Majadahonda. Tras violentar el acceso, entraron en la oficina, abrieron la caja fuerte y se llevaron 23.500 euros en metálico. A través de la cámaras de seguridad se comprobó que uno de los delincuentes de este cuarto asalto llevaba una gorra idéntica a otra que aparecía en la grabación del robo de «Puerto Venecia», lo que permitió relacionar ambos hechos. Las escuchas posteriores condujeron a la detención de los cuatro miembros de la familia en una vivienda de La Puebla de Alfindén, donde también se localizó la citada visera, así como llaves de los restaurantes saqueados. Pese a ello, todos los acusados de la familia negaron su participación en los robos. También se exculpó el cocinero, que sí señaló al resto como presuntos autores».


El letrado Mariano Bonías

El juicio contra los hermanos Mihaela Alina y Tiberiu M., sus primos Stefan Laurentiu V. y Rodica Dorina I. y un amigo identificado como Narciso A. M. celebrado en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, donde debía haberse presentado también un sexto encausado, Petre Alin D., actualmente en busca y captura, ha desvelado la resolución del espectacular robo que tuvo lugar en el Gran Plaza 2 de Majadahonda. Según relata El Heraldo de Aragón, para cada uno de los encausados la Fiscalía pide siete años de prisión por un delito continuado de robo con fuerza y otro de pertenencia a organización criminal. La acusación particular, que ejerce el letrado Mariano Bonías, en nombre de la cadena de restaurantes «Muerde la Pasta», les atribuye los mismos cargos pero eleva la pena de cárcel a ocho años.

La inmensa mayoría de los empleados de «Muerde la pasta» son ejemplares pero varios se convirtieron en ladrones

“El robo de seis cajas fuertes con 81.000 € lleva al banquillo a una familia de La Puebla de Alfindén. Los ladrones saquearon varios restaurantes en los que trabajaron y de los que fueron despedidos, por lo que tenían llaves y sabían dónde estaban las cámaras de seguridad”, titula M. A. Coloma del periódico “Heraldo.es”, que añade que los cuatro robos se produjeron entre el 28 de octubre de 2012 y el 7 de enero de 2013, siendo el escenario del primero un restaurante de comida italiana ubicado en el centro comercial Puerto Venecia de Zaragoza. Como más tarde descubriría la Policía, «varios de los acusados habían sido trabajadores de estos restaurantes, por lo que tenían copias de las llaves y sabían dónde estaban ocultas tanto las cajas fuertes como las cámaras de seguridad. Según la Fiscalía y la acusación particular, los delincuentes conocían también las rutinas y horarios de trabajo de la plantilla, lo que les permitió planificar mejor los asaltos».

«Cuatro miembros de una misma familia afincada en La Puebla de Alfindén se sentaron en el banquillo de los acusados como presuntos integrantes de un activo grupo criminal que se dedicaba a desvalijar restaurantes y llevarse las cajas fuertes», señala el relato del juicio. Tres de los cuatro robos que se les atribuyen se produjeron en centros comerciales de Zaragoza, mientras que el cuarto se registró en Majadahonda (Madrid). La Policía calcula que con estos golpes obtuvieron un botín de 81.000 euros. Pero en el juicio se les reclaman también otros 6.000 por los importantes daños causados en los establecimientos. Entre los acusados figura el segundo jefe de cocina del primer local que saquearon, Narciso A. M., quien, supuestamente, se quedó a trabajar aquel día hasta más tarde para facilitar la entrada a sus presuntos compinches. Una vez en el interior, «los ladrones se apoderaron de dos cajas fuertes que contenían un total de 40.000 euros. El tercer atraco se produjo la noche del 9 de diciembre en otro establecimiento de la cadena italiana ubicado en Plaza Imperial, donde arrancaron de la pared y se llevaron otras dos cajas de caudales con un total de 16.000 euros. El último de los robos se registró en un local de una franquicia distinta, el Foster’s Hollywood también de Plaza Imperial. Como en todos sus actuaciones, desmontaron la caja fuerte y obtuvieron un botín de casi 2.000 euros», concluye la crónica judicial. Leer más.

 

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