J. FEDERICO MTNEZ. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) relativa al mes de julio de 2018 aflora un cambio en el voto de los españoles desde el último sondeo de abril a raíz de la moción de censura que sustituyó a Mariano Rajoy (PP) por Pedro Sánchez (PSOE). Los sociólogos del CIS lo han resumido a nivel nacional en un -3,6% para los populares, +7,9% para los socialistas, -2% para Ciudadanos y -4% para Unidos/Podemos. Pero ¿es válido el sondeo para Majadahonda? La respuesta está en la «cocina» de la muestra: entre los 2.500 encuestados se han escogido solo votantes de 9 ciudades de la Comunidad de Madrid: Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz. También municipios de 50.000 a 100.000 habitantes de toda España similares a Majadahonda pero ninguno con su renta, nivel social y educativo, más alto que la media española. El único que se parece algo socioeconómicamente a Majadahonda es Alcobendas, pero su población es superior (114.000) a la majariega (75.000) aunque su estratificación política es parecida (gobierna PP sin mayoría absoluta entre 6 grupos políticos). MJD Magazin ha realizado este exhaustivo trabajo sobre este último indicador que solo permite medir el desgaste de los partidos (no la atribución de actas de concejales) y arroja las siguientes conclusiones: el PP pierde el -7,7% de los votos, Ciudadanos un -4,8%, PSOE -4,2%, Podemos -14,5% e IU un -18,5%.


Esto significaría que PP perdería 1.019 votos en Majadahonda, de Cs huyen 332 electores, al PSOE se le escapan 163, a Somos/Podemos 503 y a IU 365. Y todos siguen cayendo salvo el PSOE, a la espera de si el PP remonta algo con la elección nacional de Pablo Casado. La tendencia a julio de 2018 sería que PP (10), Cs (5) y Somos (2) ya pierden un escaño, pero poseen un alto índice de volatilidad sobre 4 más que podrían dejarlos en PP (9), Cs (3) y Somos (1). El PSOE se queda igual (3) con tendencia al alza (4) y el resto de las formaciones son una incógnita dado el alto número de indecisos. Según este sondeo, a fecha de julio 2018 Centristas va a tener que remar mucho para no salir del Consistorio y Vox otro tanto si no quiere quedarse nuevamente a las puertas del mismo. Los 8 escaños que ahora están en el aire son los que se disputan en las elecciones de mayo de 2019, ya que el resto es voto decidido. Y cada acta cuesta 1.252 sufragios, aunque hay que alcanzar el 5% de los votos totales para alcanzar el primero.

Por eso, el resultado de la encuesta del CIS es diferente con los resultados a nivel nacional ya que a nivel local hay que tabular estos datos y cruzarlos por estatus socioeconómico de la persona entrevistada (clase alta/media-alta, nuevas clases medias, viejas clases medias), recuerdo de voto y escala de ideología política (según el recuerdo de voto de 2016) y variables sociodemográficas. Estas son las más influyentes, ya que recogen variables por sexo y edad, nivel de estudios y sobre todo tamaño del municipio.

¿Por qué el electorado confiesa a 1 año de las elecciones municipales en esta primera gran encuesta que quiere moverse poco a nivel local? (solo se moverían 8 escaños de 25 que es solo 1/3) ¿Sigue el votante dormido porque aun es pronto o es que no quiere despertarse? La respuesta está en algunas preguntas del sondeo. Los residentes en ciudades como Majadahonda ven la situación económica ligeramente mejor que la media (1,8%) y la política peor que la media (4,3%), pero nunca mejor empleada la expresión con la que James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, ganó sus primeras elecciones: «Es la economía, estúpido»: un 3,3% más ven el paro como primera preocupación de España. El segundo sería la corrupción y el fraude (aunque un 1,1% menos que la media española), y un 1,4% más sitúan como tercer problema español «los/as políticos/as en general, los partidos y la política». La principal inquietud y su origen no ofrece dudas. La cuarta preocupación sigue siendo el bolsillo: «los problemas de índole económica». Cuando se les pregunta cuales les afectan más personalmente la cosa no cambia mucho: a un 1,1% más le preocupa el paro, a un 2,7% más las pensiones y a un 0,2% más «los problemas de índole económica».

La encuesta pasa a medir el índice de rechazo de los partidos tras 2 años desde las elecciones de 2016 preguntando a quien «con toda seguridad, no lo votaría nunca» y a quien «con toda seguridad, lo votaría siempre». En los municipios como Majadahonda habría que ir a esos votantes de 2016 para medir como perciben ese desgaste. El sondeo aflora que el PP ha perdido ya el 7,7% de sus votos y un 6,3% más se lo está pensando. La encuesta, sin embargo, no recoge la elección de Pablo Casado como nuevo presidente del PP (21 de julio) ya que la muestra se realizó del 1 al 10 de julio de 2018.

El desgaste del PP arrastra a Ciudadanos, pues un 4,8% de sus votantes no piensa respaldarlo más, siendo un 10,2% más los que se lo están pensando seriamente en los municipios de entre 50.000 y 100.000 habitantes. Esto significa que cuando se desciende a la política local emerge un cataclismo naranja exactamente igual al del PP anterior a Pablo Casado. Y todo ello sin medir las «peculiaridades» del caso de Majadahonda. Y es que situaciones parecidas se están produciendo en otros municipios madrileños de tamaño similar: en Las Rozas el grupo municipal ya se rompió por la mitad. Y a un año del fin del mandato, tres de los cuatro ayuntamientos madrileños que gobernaba Cs se han visto quebrados o corrompidos. En Valdemoro, Cs perdió el poder tras una moción de censura, en El Molar una concejala fue condenada por ocupar terrenos del Canal de Isabel II de forma irregular y el alcalde de Arroyomolinos ha sido arrestado por corrupción.

Pero siendo fuerte este desgaste municipal, nada comparable con Podemos y su marca nacional en alianza con Izquierda Unida, denominada «Unidos Podemos». El 14,5% de sus votantes declara que no volverá a votarlo jamás, otorgándoles un 0. Y otro 14%, con matices que van del 1 al 4 (siempre suspenso) se lo están pensando. La suma de Podemos con IU es más bien una resta: un 18,5% de los votantes de IU no respaldará la fusión «Unidos Podemos» nunca y otro 14,5% probablemente tampoco lo haga, lo que acrecienta el desastre, según el sondeo del CIS.

Los socialistas también caen pero en este contexto tan pésimamente generalizado su caída parece solo un traspiés: un 4,2% de los suyos no votará nunca un partido liderado por Pedro Sánchez y un 6,3% se lo está pensando. Lo único bueno para ellos es que es el único partido cuya tendencia electoral es al alza. Ese 10,5% de desgaste local en ciudades menores de 100.000 habitantes es algo mejor que el -28,5% de Podemos (en Majadahonda se vinculó la marca a «Somos») al que hay que sumar un -33% de IU, un -15% de Ciudadanos y un -15% del PP. En cuanto a los electorados limítrofes, la encuesta del CIS aclara donde están las fugas de votos: un 17,9% de los votantes del PP se marcha a Cs, un 3,1% al PSOE y un 2,2% a Vox. A Cs se le escapa un 7,5% al PSOE y un 0,5% al PP, otro 0,5% a Vox e incluso otro 0,5% a los animalistas de Pacma.

Los que se dicen ex votantes de Cs son el grupo que más votaría en blanco (4,8%), porcentaje más alto que Unidos Podemos (2,5%), PSOE (1,9%) y PP (1,4%). Los que se van a la abstención en su mayor parte son los que ya no van a votar a Unidos Podemos (5%), seguidos por los del PP (4,6%), Cs (3,2%) y PSOE (3,1%). Los indecisos también son muy altos a 1 año de las elecciones: un 19,8% de los que votaron al PP no saben si volver a hacerlo. Y a un 17% de los de Unidos Podemos, un 13,4% de los votantes naranjas y un 10,8% de los socialistas le ocurre igual.

Otros grandes perjudicados de este desgaste generalizado de los viejos y nuevos partidos a nivel local son las pequeñas formaciones políticas. En las ciudades como Majadahonda (menos de 100.000 habitantes) el mayor porcentaje de voto de estas es para los seguidores de «otro partido» –en este caso solo podría ser Centrista– que alcanza el 0,9%, porcentaje más alto de todos los estratos poblacionales solo superado por las urbes de menos de 2.000 habitantes (1.1%) pero menor que su 5,25% actual en Majadahonda. Le sigue Vox (0,6%), que es donde mejor se sitúa salvo en las grandes urbes de más de 1 millón de habitantes, donde multiplica por 4 su voto (2,4%), pero inferior al 3,45% actual de Majadahonda. Por último los animalistas de PACMA (0,3%) alcanzan aquí sus peores registros si los comparamos con la subida en las grandes ciudades (2,4%). Y es que la abstención (12,7%), el voto blanco (3,4%) e incluso el voto nulo (0,3%) son otras opciones que eligen los votantes de municipios del tamaño de Majadahonda. Descargar la encuesta para la franja de ciudades de entre 50.000 y 100.000 habitantes.

Majadahonda Magazin