FÉLIX GARCÍA PEDROCHE. *CEO de FUNECO. Un nuevo enfoque del sector funerario, alineado con la Agenda 2030 de la ONU: de culto por la muerte a culto por la biodiversidad. El funerario ha de cambiar el chip cuando de gestión de cementerios se trata. El «cementerio ecológico» a diferencia del «cementerio tradicional«, es un área forestal que requiere de mantenimiento de sus especies arbustivas u ornamentales (podas, entresaca de bosque) que en definitiva supone generación de material ecológico para el sector maderero o industria de la madera (FEIM). Esa madera se utilizará para el prensado de tableros MDF, que posteriormente suministrarán a las fábricas de ataúdes. Y se utilizarán a su vez para la fabricación del «ataúd ecológico«, dinamizando así la Economía Circular tan necesaria para la gestión de recursos naturales del Planeta, según estableció ya el Protocolo de Kyoto en su COP-21 o Acuerdo de París como mecanismo para la absorción de CO2 a través de la madera como sumidero natural de emisiones. Esto ha sido motivo de reciente directiva de la Comunidad Europea en su carrera por imponer un límite en la generación de emisiones de CO2 a sus países miembros, como fórmula para cortar el avance hacia el aumento en 2 grados en la temperatura global del Planeta, que supondría el no retorno de consecuencias impredecibles. Y en concordancia con las prescripciones del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) de la Comunidad Científica Internacional, que de manera cerril algunos políticos de derechas se empeñan en desmontar de forma torticera.
Hemos escuchado a una presidenta de una Comunidad Autónoma de España negar la influencia humana en el cambio climático durante una sesión del Pleno de la Asamblea de esa Comunidad. La hemos escuchado culpabilizar a la izquierda y a los comunistas de infundir el terror con bulos sobre el cambio climático. ¿Puede un político decir lo que quiera?. ¿Puede negar los programas de las Naciones Unidas, los informes de la Organización Mundial de Meteorología, las 27 Cumbres del Clima, los manifiestos firmados por más de 100.000 científicos de todo el mundo?. ¿Qué código deontológico puede avalar esa práctica?. ¿Con que ética profesional aborda una persona así su trabajo, que no es otro que el de servir a la ciudadanía?. Los miembros de la comunidad académica y científica no entendemos ni podemos aceptar que se tuerzan los hechos, los datos y las conclusiones de la ciencia del cambio climático.
Estos requieren medidas políticas urgentes para evitar millones de muertes evitables y para alejar la principal amenaza de la humanidad. Y no permiten que nadie, y menos un representante político, introduzca falsas dudas y confunda a quienes les escuchan. Exigimos que se tomen medidas legales y jurídicas para que la mentira en sede parlamentaria sea un delito grave, tipificado y con consecuencias graves para quien mienta conociendo la verdad. Exigimos que los políticos renuncien a la práctica de mentir en espacios públicos y que repudien públicamente este tipo de acciones. Exigimos a las autoridades responsabilidad en aspectos que afectan tanto y a tantas personas como es el cambio climático. Exigimos «tolerancia cero» con la mentira deliberada en sede parlamentaria, sobre todo en cuestiones que comprometen la vida de millones de personas. La #teoríadelCambioClimático hoy día, es un hecho contrastado por el #IPCC (La Comunidad Científica) y la #AgenciaMundialdelaMeteorología, con series históricas y estadística de su base de datos. Nadie, y máxime un político, debería verter dudas u opiniones contrarias al respecto. Pido a la Presidenta Isabel Diaz Ayuso desde este foro, que rectifique esas declaraciones lesivas contra el Medioambiente y la sociedad en general.
Uno que quiso vivir de la politica y no pudo, ahora quiere vivir de la Agenda 2030