J. F. MARTINEZ/ TONY DEL VAL (Fotos). “Final en Majadahonda, un puntito para cada uno y a disfrutar del domingo”, resumía el Rayo Majadahonda. “Impresionante partido por parte de ambos equipos con un Fuenlabrada que a punto estuvo de culminar la remontada. Punto muy valioso”, señalaban los visitantes. Y es que fue un partido en verdad emocionante desde el minuto 1 al 90, con las dos aficiones animando además de lo lindo. “Gran afición la del Fuenlabrada y un comportamiento ejemplar, siempre bien recibidos”, decía el club majariego. “Grandísima afición del Rayo hoy”, señalaba Miguel Angel Martín sobre los seguidores majariegos, que también dieron el “do” de pecho a bombo y platillo. “Con recibimiento, trato y equipo impecables, sólo pueden salir partidazos como el de hoy. ¡Gracias vecinos, y la mejor de las suertes!”, añadía el Fuenlabrada. Y es que las dos capitales económicas del Norte y Sur de Madrid dieron un ejemplo de deportividad, fair play y nobleza como pocas veces se ve en un campo de fútbol.


La disputa fue otra cosa: hasta el minuto 83 el Rayo Majadahonda tuvo el encuentro en sus pies y no daba sensación de que pudiera perder puntos por la gran mañana que tuvo Basilio y la falta de puntería de los visitantes. Pero en los minutos finales apareció Luis Milla, que estuvo desdibujado todo el encuentro, y vino el gol fuenlabreño. “Vaya dos futbolistas tiene el Fuenlabrada en Milla y Diéguez”, señalaba Sergi MP‏ de @SquadraEterna tras el gol de Cristóbal de sutil toque a pase de Dioni consiguiendo el empate. Y vaya tres futbolistas que tiene el Rayo Majadahonda con Basilio, Oliva y Portilla. Como estaría el “derby”, que los numerosos medios de comunicación que lo seguían, entre ellos las redes sociales del diario «Marca», pensaban que vencerían los locales en la recta final, tras el gol de Portilla y el palo de Ñoño. “El Rayo Majadahonda se mete de lleno en la pelea de los Play off de ganar hoy, nosotros los recibiremos en 2 jornadas” decía @PaoloDiVentas desde Arenas de Getxo. Al final, justo reparto de puntos, con una cabeza que cada vez se aprieta más: de los 10 equipos de arriba perdieron 5, empataron 2 y solo ganaron 3.

Rayo Majadahonda: Basilio (3), Aitor Núñez (2), Jacobo (2), Villalón (1), Oliva (3), Parla (2), Ñoño (2), Quintana (1), Jorge Félix (2), Carlitos (2), Portilla (3). Cambios: Portuga (2), Frutos (1). MVP: Basilio. 2º: Oliva. 3º: Portilla

CF Fuenlabrada: «Casi doscientos kirikos anticiparon junto a algunos hinchas del Majadahonda lo que estaba por venir: el último derbi madrileño de la temporada con dos contendientes que gustan del balón, el toque, los espacios y la intensidad. Y así fue el partido; a escasos minutos del comienzo el Fuenlabrada ya acumulaba varias internadas por la banda derecha con Borja Sánchez muy activo triangulando con Dioni, Milla y Nana. Mismo costado por el que nuestros guerreros de rosa apuñalaban elegía el Majadahonda para acercarse al área de Pol Freixanet. Portilla y Jorge Félix tenían fútbol y voluntad más que disparo final, pues en los últimos metros Diéguez se hacía gigante para desbaratar cada ocasión rival».

«Si en la primera parte el Fuenlabrada terminó instaurando su dominio defensivo, se echa en falta el factor que explique por qué no abrió el marcador. Y ese factor se llama Basilio. El guardameta del Majadahonda por tierra y aire todo lo atajaba y especialmente reseñable de entre las tres incursiones claras que resolvió fue el disparo a Dioni. En una jugada perfecta del Fuenlabrada, Nana en la banda derecha recortaba y, algo escorado, decidió servir al pichichi del Grupo II. Dioni disparó con todo, con lo mismo que rechazó Basilio. Sin duda, el mejor jugador de su equipo antes del descanso lo que da cuenta del asedio azulón».

«Pero el fútbol no entiende de treguas y, apenas reanudado el encuentro, el Majadahonda alcanza línea de fondo para dejar balón atrás a un Portilla que si no perdonaba en los regates, tampoco lo hizo en el disparo. Después vinieron los mejores minutos majariegos, con Ñoño de dulce, decidido a ampliar la distancia y casi sentenciar el partido.Pero las entradas de Almagro y Cervero aportaron la dosis exacta -y más- de potencia, pegada y claridad arriba para comenzar a crear espacios, a retomar el guión del dominio y la llegada. Tras un par de carreras del primero y un testarazo de manual del segundo, la jugada del gol. Baile de piernas en el área y Cristóbal, siempre elegante, acaricia el balón que se introduce a cámara lenta y bate al imbatible. A partir de ahí, acoso sin derribo del Fuenlabrada, con hambre de más, con ganas de coronarse y siempre inconformista. El Rayo Majadahonda sabría sufrir la casi decena de llegadas que acumuló el equipo dirigido por Antonio Calderón en los últimos diez minutos. Y Rayo y Fuenlabrada midieron y equilibraron fuerzas, y el fútbol dejó de ser modesto para ser eso, fútbol. De altura, la misma que nos mantiene en tercera posición con un punto de oro, «metido» al Castilla y recortado al Albacete», concluye la crónica visitante.

 

 

 

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