José Mª Rojas (científico de Majadahonda, librepensador y polemista): «las feministas niegan la biología como pueden negar la ley de la gravedad»

FEDERICO UTRERA. La conversación con el científico José María Rojas (Instituto Carlos III de Majadahonda), que publicamos este mes de marzo (2023), prosigue explicando que es el «Movimiento Woke«, al que se opone la asociación «Pie en Pared«, de la que es directivo y el único representante de Majadahonda: «En el fondo, el «Movimiento Woke» es un movimiento anticapitalista, porque todas sus soluciones van contra el capital, aunque curiosamente las grandes empresas y la banca han sucumbido a esa tontería. Si ves películas recientes de Disney o cualquier serie, notarás que están plagadas de consignas “woke”, seguramente porque los hijos de quienes las producen han caído en esa ideología. En el Foro de Davos surge toda la agenda 2030 que es un puñetero disparate. En los anuncios de las grandes compañías y bancos, unos porque han caído en esa “neoreligión laica” y otros porque piensan que así lo exige el juego del mercado, muestran que todo lo que hagas, desde abrir una cuenta bancaria a tomar una cerveza, tiene que ser ecosostenible, empoderado, respetuoso con el clima y la identidad de género».


Federico Utrera y José Mª Rojas durante la conversación en Majadahonda

¿Que bases filosóficas o literarias tienen en la asociación «Pie en Pared» para combatir al «Movimiento Woke»?. –Muchas, por ejemplo es lo que el filósofo francés Alain Finkielkraut define en su último libro titulado «La posliteratura», como «la dictadura de las buenas intenciones». Al inicio del libro, habla de tía Celine, un personaje de la obra de Proust «En busca del tiempo perdido», que aparece en el primer volumen «Por el camino de Swann«, cargada de buenos sentimientos pero que se convierte en una dogmática: al no percibir en las conversaciones el sentido del contexto, las matizaciones e ironías, pues no oye bien. Nuestro mundo se está llenando de fealdad, en un diálogo imposible con los “woke”, que ni escuchan, ni matizan, ni entienden las ironías. Esto afecta al Arte, a la visión de la Historia y también a la vida corriente de cualquier persona. Sin discernimiento ni matices, no existe justicia, sólo sectarismo puritano y se acaba en brutales errores conceptuales, como considerar que todos los hombres somos violadores en esencia, potencial conclusión del movimiento «Me Too«. O que todos los blancos caucasianos somos responsables del esclavismo que existió y de las muertes violentas de los negros en la sociedades donde son minoría, como proclaman los del «Black Lives Matter» (BLM).

¿Cuales son a su juicio sus mayores contradicciones? –Son una constante en cualquier segmento “woke”, por ejemplo la polémica Ley Trans que es profundamente anti-feminista y anti-gay. El hecho de que a un niño le guste otro niño no significa que quiera (ni deba) ser mujer, ni que a una niña le guste otra niña no significa que tenga (ni deba) ser hombre. Deducir que una persona a los 15 años, o antes, ya sabe lo que quiere es una barbaridad: el cerebro no está desarrollado plenamente hasta los 25 años (cierre prefrontal). Sin embargo, se van a ejecutar acciones irreversibles, sin la opinión de los especialistas: hormonando exógenamente, extirpando pechos o emasculando. Esto ha llevado a cataratas de suicidios de jóvenes en los países que aprobaron antes esas leyes. ¿Qué tiene de feminista que un hombre se convierta en mujer y compita deportivamente frente a mujeres?. Confundimos los derechos individuales como persona con negar la biología. El sexo no es una cuestión opinable, es un hecho biológico, si lo negamos no existiríamos aquí. Niegan la biología como pueden negar la ley de la gravedad. (Continuará).

Majadahonda Magazin