P. BERBELL/J. BACHILLER. La Cabalgata de Majadahonda ha dado este año mucho que hablar… y que escribir. María del Mar García Blanco aprovechaba por ello las redes sociales: “Es precioso llevar a los niños a la Cabalgata de Reyes y aprovechar para decirles que se porten bien, que si no esta noche no les traerán nada. Eso mientras los padres se pegan por el sitio en lugar de dejar pasar a los niños a la primera fila para que puedan ver o las abuelas discuten por un caramelo que se irá a la basura la semana que viene. Eso sí, en el cole deben compartir, en casa con sus hermanos, con sus primos, jugar en equipo en el fútbol... pero en sociedad les permitimos ser lo contrario… Hoy, me he sentido feliz de haber podido cambiar un poco el mundo, ya que al decirle a mi hijo que si cogía demasiados caramelos se los diera a los niños más pequeños de delante de él, la familia de los niños le ha dado al mío algunos. Esa enseñanza me parece una de las más valiosas que pueden darse a los niños. Si queremos que las cosas cambien, debemos empezar por sembrar«. En MJD Magazin hemos escogido esta opinión de María del Mar García Blanco como la más pedagógica, emotiva y representativa de la Navidad en la ciudad pero hubo muchas más de los que estuvieron estos días en las calles de Majadahonda:
Teresa Martín: Llevas toda la razón, pero no todas la abuelas somos así, no generalices por favor. Pero es verdad, yo he visto lo mismo que tú, hay mucho que aprender.
Palmira Magna Augusta: Mi madre desde que éramos pequeños, y ahora lo hace con su nieto, lleva una bolsa de caramelos en el bolso. Una solución fácil y sencilla para tener a los críos contentos… Mi sobrino ha venido tan contento enseñándome todos los caramelos que su abuela le ha cogido en la Cabalgata ;)-
Carlos Carrizo Carriba: Yo le he dado todos los caramelos que he cogido a un niño de 3-4 años que tenía al lado y había cogido muy poquitos. Ver la cara de felicidad que ha puesto ha sido para mi un auténtico regalo de reyes.
Concha Ronderos: Me ha gustado mucho tu comentario y me ha hecho reflexionar.
Mercedes Aguirre de Navasqüés: tu comentario me gusta sí, yo no tengo hijos pero hacer eso que dices de los caramelos para que luego no te den ni las gracias, tela. Esto es lo mismo que la pesadez de estar tranquilamente tomándote un café en una terraza y tener que aguantar al petardete del crío del vecino correteando a tu alrededor, con los pajaritos píopío, corriendo detrás de los pajaritos, jajaja (que parecen tontos-as)… porque me contaréis que tiene de gracioso un pajarito piopio.. La cuestión es que a mí no me hace ninguna gracia estar en una terraza y tener que aguantar al idiota del niño-a, dándome el tostonazo (y el pajarito piopio… que no encuentro la gracia), me hacen más gracia mil veces los perros…
Luis Seijo: Gracias por mantener una ilusión tan bonita y por haber dado la posibilidad a mi hija de vivir la magia con Melchor.
Gonzo Bonzo: Patética, el 80% de las carrozas, pura publicidad, una desgana tremenda de muchos de los participantes y cutrez máxima.
Dagmar Schuster: Viendo el caos de tráfico y lucha por sitios de aparcar en pleno campo, me pregunto si la gente realmente viene de tan lejos que no puede ir en autobús o andando…
Lara Merino: ¡Ha sido preciosa! Mucho mejor que la del año pasado…
Palmira Magna Augusta: ¿siguen pintando la cara al Rey negro y a sus pajes? Con la cantidad de negros que hay en las puertas de los supermercados… ¿eso ha sido una Cabalgata o el primer día de rebajas del año? Qué fuerte… la gente chillando, pegándose, sin respeto… Yo lo veo por la tele tan tranquila, calentita, con un pedazo de roscón y un chocolatito caliente.
Paloma Sedano: Totalmente de acuerdo, un montón de adultos en primera fila acompañando a un solo bebé ¡y unos cuantos niños en 5° fila sin ver nada! ¡Que asco me ha dado! ¡Sí que les iban a quitar mucha visión los niños de 4 y 5 años! ¡Allá ellos, eso es lo que están sembrando y lo que recogerá su pequeño!
Angel Gomez: Han llegado tarde, por eso no están en primera fila.
Zara Gonzalo: Tienes toda la razón. Hoy, mientras enseñábamos esos valores a mi hijo, se los enseñábamos a su abuela. Disfruta de la cabalgata y no te pelees por los caramelos. Por cierto, a mi espalda, una niña en silla con movilidad reducida y nadie le ha dejado ver… Triste. ¡Que pongan una zona para sillas de ruedas! Puntualidad, efectivamente. Pero nosotros llegamos 30 minutos antes y dime cómo tienes parado a un niño de 4 años y mucho menos a un bebé de año y medio más de 30 minutos para que estén en primera fila. Yo prefiero enseñarle a mi hijo el respeto antes que la ley de la selva. Eso por un lado. Por otro, el niño se pone en primera fila y el padre se coloca detrás, no hace falta tener a todos los padres alineados en primera fila (salvo los que tengan niños muy chiquititos claro). Yo creo que la cabalgata es para niños y mayores, pero siempre con respeto a los demás. Tiran caramelos, no monedas de oro, no hay que pegarse por ellos. También hay que decir que este año la cabalgata ha sido muy bonita.
María del Mar García Blanco: ¿A mi espalda una niña en silla de ruedas? ¿Y nadie la ha dejado.ver? ¿Que hacía a tu espalda y no delante de ti?
Esther Gomez Hoyas: Hay una zona habilitada en Colón
Sonia Díaz: ¿En Majadahonda fila doble de niños? En la zona de Azata ya te digo yo que había una fila… y sitio para todos.
Roberto de Castilla: Otra cosa que hay que enseñar a niños y a padres, disciplina y puntualidad: el que llega antes mejor sitio tendrá.
Tanga Feliz: No estoy para nada de acuerdo, la cabalgata es para los niños. Que un adulto puede estar en primera fila acompañando a su hijo y disfrutar del mismo modo, también. Si quieres asegurarte de verlo en primera fila debes llegar antes, ¡claro que hay muchas gente con mucha cara que predica cuando le interesa más todavía! Disfruten de los reyes. Yo he visto como una madre perdía los papeles exigiéndole su sitio a la abuela de una niña para su hijo, no me parece lo correcto.
Ugo Pj: El espíritu navideño está muy bien, no te lo discutiré. Pero también hay algún espabilado que llega a la cabalgata justo cuando está pasando y pretende poner a sus hijos en primera fila cuando la gente lleva dos horas esperando para tener un buen sitio (hablo del caso que me sucedió a mí ayer). Además del espíritu navideño, también se les puede inculcar la cultura del esfuerzo (que es estar allí pasando frío dos horas para conseguir tu objetivo, que en este caso es ver la cabalgata en primera fila)