JORGE RUBIO. El Festival de Flamenco de Majadahonda se perfila como uno de las citas imprescindibles para los amantes del cante jondo en España. La prensa especializada no ha dudado en calificar al primero de los recitales que tuvo lugar el pasado sábado como «flamenco 5 estrellas«. Y este sábado 11 de marzo tiene su continuación con Carmen Linares y su espectáculo “Verso a verso”, con Pablo Suárez (piano), Josemi Garzón (contrabajo), Karo Sampela (percusión) y Vanesa Aibar (baile) con las localidades de Planta Baja a 15 euros y las de Planta Alta a 12 €. Antonia Contreras fue la encargada de inaugurar este festival con su espectáculo “A la luz de tu cante”, creado en un primer momento para la Bienal de Málaga de 2015 y con el que homenajeaba a La Niña de la Puebla. «No se trata de imitar ni de copiar a La Niña de la Puebla, sino de homenajear su cante«, recordó Antonia Contreras sobre el escenario de Majadahonda. Una actuación que resultó redonda según la web especializada «El Tablao Flamenco», ya que supuso «una alegría ver a Antonia Contreras en festivales junto a figuras como Carmen Linares o José Mercé, pues la calidad de su cante no tiene nada que envidiar a los cantaores más conocidos«.


«A lo largo del espectáculo se proyectaron imágenes de la vida de la Niña de La Puebla y una grabación con la voz en off de la propia artista, así como de su nieta Adelfa Calvo, en una breve narración. El repertorio estuvo compuesto por algunos de los temas más populares de Dolores Jiménez Alcántara, La Niña de la Puebla, y por otros menos conocidos por el gran público. De este modo, pudimos escuchar palos como la milonga, serrana, sevillanas, fandangos de La Puebla, colombianas, petenera, seguiriyas, cantiñas de Huelva, bulerías y campanilleros». relata «Tablao Flamenco».

«En ocasiones Antonia se hizo acompañar de la guitarra de Juan Ramón Caro, de Andrés Cansino o de los dos a la vez, lo cual no representa ningún problema para ella dada la potencia de su voz. La voz de Antonia es poderosa, con una fuerza verdaderamente notable, de las que llenan el teatro sin apenas necesidad de micrófono, pero una fuerza que ella ha aprendido a modular y a administrar según se lo piden los diversos temas. Gracias a ello, su cante está lleno de matices, de expresividad. Puede sonar grandioso y épico o mecernos en pasajes intimistas y llenos de dulzura. Es una cantaora realmente completa, no sólo en lo estrictamente musical sino también en el conocimiento que tiene de los palos, incluso de los más antiguos. La presencia de Antonia sobre las tablas es de una gran elegancia, y tanto los cantes como la puesta en escena están cuidados al detalle, algo propio de quien respeta a su profesión y al público asistente, que quedó maravillado y con ganas de más», concluye la crónica.

Fuente:

El Tablao Flamenco

 

Majadahonda Magazin