“Las chicas del AFAR 4, equipo majariego en División de Honor, participaron anoche contra un equipo formado íntegramente por mujeres en un encuentro amistoso enmarcado dentro de la programación municipal de la Semana de la Mujer, que gira en torno al slogan  “Mujer y Deporte”. El Polideportivo “La Granadillla” vivió un encuentro reñido y divertido que unió a deportistas, público, clubes y representantes políticos para reclamar, a través del deporte, la igualdad real entre hombres y mujeres. Y aunque ganaron todas las mujeres, finalmente y en la tanda de penaltis se impuso el equipo Majadahonda Afar4 por 10 goles a 8 al equipo visitante”. Así resumía una nota de prensa del Ayuntamiento lo ocurrido el jueves en la Granadilla, dentro de los actos de la Semana de la Mujer que ha programado la Concejalía de Bienestar Social. Pero la intrahistoria del partido fue mucho más jugosa.

En realidad iba a jugar un equipo femenino de Ciudadanos, el partido de Albert Rivera. El concejal Antonio Rodríguez había avisado incluso a la portavoz en Madrid, Begoña Villacís, que finalmente no pudo asistir, para que capitaneara el equipo, aunque quien la sustituyó como “invitada” fue la diputada autonómica naranja, Eva Borox. El encuentro, sin embargo, discurrió por cauces no previstos. En primer lugar acudieron 5 concejales del Grupo Popular –mujeres y hombres–(María José Montón, Fátima Núñez, Manuel Ortiz, Manuel Elvira y Angel Alonso), con el alcalde Narciso de Foxá a la cabeza,  y tomaron partido: iban con el Majadahonda Afar 4. Pero la superioridad local era tan abrumadora que David Ayuso, el concejal naranja que se convirtió en improvisado míster del equipo, decidió variar de táctica: bien asesorado, solicitó como refuerzos a la portera del Afar 4 y a dos jugadoras majariegas más. Fue entonces cuando el partido se animó y el equipo naranja –que vestía de rojo– se acercó mucho más al equilibrio en el marcador.

En la grada también hubo “movida”. El pesidente del Majadahonda Afar 4, Severiano Soladano, no estaba muy conforme con el “préstamo” de jugadores y se sentó en la grada, fuera del palco de autoridades. El máximo responsable del club está que trina y con ese gesto quiso exteriorizar su malestar con el equipo de gobierno municipal. También se situaron fuera del palco las concejalas naranjas Silvia Rey, Ana Elliot y Mariene Moreno, no se sabe si como declaración de intenciones también. En la zona noble sí estuvieron en cambio el presidente del Rayo Majadahonda, Enrique Vedia, y su vicepresidente Iñaki Acha. Las ayudas a los cuatro equipos majariegos que juegan allende nuestras fronteras y portan el nombre de Majadahonda por toda España –fútbol, hockey hielo, fútbol sala femenino y rugby– estaban en la retina de todos los presentes. Y aunque el partido de Majadahonda competía con el Chelsea-París St. Germain de Copa de Europa, a la misma hora por televisión, ellos prefirieron quedarse en La Granadilla.

Muchos concejales de otras formaciones políticas (PSOE, Somos, Centristas e IU) se quedaron con las ganas de ir cuando supieron del evento, que finalmente se convirtió en una pugna deportiva encubierta entre Cs y PP. ¿Pacto a la vista? ¿Confrontación? En el partido de fútbol sala nada translució a la espera de los acontecimientos que deriven de la política nacional, de la que está pendiente toda España, aunque sí se percibió algo seguro: el partido lo ganaron las mujeres y los hombres participaron, aplaudieron y animaron, de hecho los dos entrenadores eran varones. Sin vetos, exclusiones ni líneas rojas… más allá de las legales y reglamentarias. El Pabellón era de color naranja y la victoria fue azul-celeste, aunque el otro equipo vistió de rojo. Para gustos, colores. Y para que se celebre un encuentro hay algo seguro: deben jugar al menos dos y contar con un árbitro. ¿Coaliciones a la vista? Los concejales sonreían y el público aplaudía. No fue el Día, sino la Noche de la Mujer en Majadahonda.