PAULA BERBELL. Mientras el mundo parece conmocionado por la inesperada victoria de Donald Trump en las elecciones norteamericanas, en Majadahonda se ha vivido con mayor normalidad este resultado de las urnas e incluso ha causado menos sorpresa que en otros lugares. Quizás porque en esta ciudad la relación con EE.UU es más habitual, muchos estudiantes y deportistas conocen el país por haber estudiado o jugado allí, los restaurantes de gastronomía americana proliferan e incluso existe un equipo de rugby americano, una tienda de fitness, escuelas de idiomas, agencias de intercambio académico y universitario… Ribs Majadahonda, Tommy Mel’s Majadahonda, Tony Roma’s, Fridays, Burger King Majadahonda, Foster’s Hollywood Majadahonda, Harvard & Co, Jimmy Mac’s, The Burger Lobby, TGI Fridays, John’s Grill House, Taste of America, Be Bop A Lula, McDonald’s, «John´s house”… Las franquicias americanas se implantaron en Majadahonda hace muchos años, unas triunfaron y otras cerraron –para tener éxito hay que haber fracasado antes–, pero los crujientes saladitos “pretzel”, las deliciosas y burbujeantes bebidas “root beer”, hamburguesas, perritos, costillas, el pastel de manzana… y como no, la popular coca-cola, nunca han faltado.
Majadahonda es quizás la ciudad más norteamericana de la Comunidad de Madrid, con su creciente y exitosa actividad deportiva, digital y empresarial, con grandes espacios verdes y sus grandes zonas de ocio, sus “Mall” como El Carralero o Gran Plaza o sus “mini mall” como el Zoco, Cerro del Espino, La Bolsa, Monte del Pilar, Novotiendas, El Mirador (junto al colegio Caude), El Paular (al lado del Cementerio), El Tutti… Hasta el casco urbano se ha agrupado como “Centro Comercial Abierto”. Lo mejor del “modo de vida americano”, que no es forzosamente urbanita y contaminante –EE.UU es sobre todo un país rural–, se ha impuesto en la mayor parte de las ciudades más desarrolladas del mundo y Majadahonda no es una excepción. En su formación académica tampoco. Catorce jóvenes estudiantes del Instituto de Secundaria Sangamon Valley (Illinois) aprovecharon un intercambio con el Colegio Sagrado Corazón- Reparadoras y visitaron este verano la Casa Consistorial de Majadahonda y otras instalaciones municipales. El American Fitness Nutrition y el Majadahonda Wildcats, equipo majariego de football americano, son también muy populares aquí. Como también es conocida la empresa española AGM, que ha enviado a 255 deportistas españoles en los últimos once años a estudiar becados parcialmente en EE.UU, una buena parte de ellos desde Majadahonda.
Por eso la victoria republicana no ha sido tan sorprendente. La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, lamentó haber calificado de «deplorables» a la mitad de los partidarios de su rival republicano, Donald Trump. En un comunicado, Clinton dijo que «muchos de los partidarios de Trump son estadounidenses muy trabajadores que simplemente no sienten que la economía o nuestro sistema político estén trabajando para ellos». De hecho, si no hubiera caído Lehman Brothers, es posible que ahora en Madrid en lugar de la Torre PwC, (uno de los cuatro rascacielos levantados en la capital, antes Torre Sacyr), existiera la Torre Trump. Poco antes de que estallara la crisis financiera mundial, los Trump se plantearon hacer negocio en España:
“Corría el mes de abril de 2008, y aunque el sector inmobiliario español daba ya señales de que aquello iba a explotar, el Salón Inmobiliario de Madrid (Sima) todavía reunía a cientos de expertos, de inversores, y a miles de visitantes. Donald Trump Junior, vicepresidente de Trump Organization, hijo del hoy presidente de Estados Unidos, acudió al evento. «Le recogí a las siete de la mañana en el aeropuerto de Barajas, y le dejé al día siguiente a la misma hora, su madre [exmujer de Trump] se casaba en Miami esa semana y no podía quedarse más», le recuerda Ferrán Fontal al periodista Alberto Ortín. «Es increíble lo que aprovechamos aquellas 24 horas; el tiempo para Donald Trump tiene mucho valor, no dedica ni un minuto a lo que no le aporte valor, y se lo ha inculcado a sus hijos», dice el que fuera durante casi una década asesor de los Trump en proyectos inmobiliarios en todo el mundo.
Ferrán Fontal (1960), licenciado en Informática, trabajó en el sector del automóvil desde mediados de los años ochenta hasta 2005. Fue director de marketing de Volvo y consejero delegado de KIA. En 2006 dio un vuelco a su carrera profesional y se especializó en el sector inmobiliario, siendo nombrado consejero de la consultora Coldwell Banker. «Trabajé como asesor financiero en grandes proyectos inmobiliarios, en Nueva York, en Panamá, en República Dominicana, en Brasil, en Dubai…, en varios proyectos de Trump», cuenta. En 2006 «los tres hijos mayores de Trump me llamaron para tener una reunión en su edificio en la Quinta Avenida de Nueva York, donde me plantearon trabajar directamente en sus proyectos, principalmente en el Trump Chicago. Y así iniciamos nuestra relación». Los hijos de Trump no querían que su padre se metiera en política. «Los hijos no han aparecido en escena en la carrera presidencial hasta que Trump ya fue claramente el candidato republicano, hasta que no ha habido más remedio; en Estados Unidos la presencia de la familia en los actos políticos es importante», comenta Fontal. «De hecho la hija de Trump es amiga íntima de la hija de los Clinton».
En el Club de Golf Las Rejas de Majadahonda conocen muy bien al “golfista” Gonzalo Fernández Castaño, que responde con franqueza al periodista Paco Roche sobre cualquier pregunta por polémica que sea y no rehuye las cuestiones políticas. Aunque dice que se alegró de no tener que votar en las elecciones que se celebraron este martes en Estados Unidos, admite sin tapujos que si hubiera tenido que hacerlo votaría a Donald Trump, con el que compartió una vuelta de golf hace ahora tres años. «Lo pasamos muy bien, nos reímos mucho, cuenta muchas anécdotas. No jugó bien, pero no hizo trampas como mucha gente ha dicho. Le gusta mucho hablar de sí mismo, pero tiene historias tan divertidas… yo me lo pasé fenomenal», recuerda, mientras muestra una fotografía tomada ese día con el candidato, que le pidió consejo para invertir en España y le puso al teléfono con su esposa Melania.
«Es verdad que dice alguna barbaridad que otra, pero también dice cosas que mucha gente estaba deseando escuchar en Estados Unidos, fuera de lo políticamente correcto. La prueba es que la carrera fue muy ajustada. Obviamente, cuando dice que los mexicanos vienen a robar es una barbaridad como una casa y de la que estoy en contra, pero el problema de la inmigración en Estados Unidos es un tema que hay que abordar», argumenta el golfista, que el mes que viene cumplirá tres años de «feliz» residencia en Estados Unidos. Aunque califica de «dantesca» la opción de Hillary Clinton -«no me gusta un pelo»- pasara lo que pasara en las urnas lo daba por bueno porque ponía fin al espectáculo mediático que a su juicio son las campañas en Estados Unidos: «Me alegro de que por fin se acabe el show».