nevadaJULIA BACHILLER. El temporal de frio y nieve de este inicio del año 2021 en Majadahonda que felizmente ya está amainando según coinciden los diferentes meteorólogos, ha dejado numerosas y espectaculares imágenes a su paso. Y el aluvión de estampas inmortalizadas en estos días por el impacto causado entre los vecinos ha provocado a su vez múltiples comentarios y consideraciones de todo tipo. Llega el momento de dar sentido a todas esas imágenes, que guardaremos como algo histórico que hemos presenciado. Y es que esta gran nevada ha dejado captar no solo originales momentos sino que ha provocado otros muchos hechos relevantes más fáciles de olvidar pero más difíciles de guardar y luego mostrar en fotografías. Sin embargo no deben perderse, motivo por el cual mencionaremos algunos de ellos. Entrada la noche del viernes 8 de enero, cuando la calle central que es la Gran Vía estaba ya cubierta de un espeso y blanco manto de nieve y las  huellas de pisadas iban desapareciendo, aparecieron dos marcas claramente identificables que muchos al amanecer siguieron  como camino transitable. Se trataba de las rodadas que dejó a su paso el camión de Bomberos, último vehículo que se ha visto transitar por esta arteria principal de la ciudad, pues acudió en esa dura noche a una llamada de emergencia. Nuestro reconocimiento a todos ellos.


Julia Bachiller

Julia Bachiller

A las 6 de la mañana de ese mismo día, una enorme ventisca de nieve azotaba la localidad y una persona caminaba por las rodadas antes mencionadas. Dos horas más tarde tres mujeres portando bastones de esquiar deambulaban de similar manera. La primera pregunta que se suscita es a dónde acudirían con la que estaba cayendo. A lo largo del día ese gesto ya no entrañaba novedad, tras ver como numerosos jefes y empleados de diversos oficios habían tenido que acudir a sus puestos de trabajo para relevar a sus compañeros. O para facilitar su descanso durante esa dura noche o suplir su puesto porque no les había sido posible llegar ante las inclemencias. Felicitar a todos ellos también. Por otra parte, se ha dado el caso de los comerciantes que, algunos con un hercúleo esfuerzo, han abierto sus locales, facilitando el acceso a ellos y apartando la gruesa capa de nieve con palas o con sus propias manos. A otros les ha sido imposible porque sus locales se encontraban tapiados por la nevada. La crisis sanitaria no pudo con ellos pero la gran nevada sí. Gracias por vuestro esfuerzo ahora y siempre.

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Parroquia Sta Genoveva

En el ámbito religioso también nos han llegado hechos destacables. La parroquia de Santa Catalina, como puede verse en las imágenes, amanecía con su acceso bloqueado por la nieve. Solo minutos después, el vicario parroquial Alfonso Rodríguez agradecía la reacción de esos jóvenes a los que inculca la doctrina cristiana: ellos han sido los artífices de dejar transitable el acceso a la Iglesia. Por su parte, a primera hora de la mañana el párroco de Santa Genoveva, David Benítez, solicitaba ayuda: “Aquellos que podáis salir de casa y tengáis alguna pala, rastrillo o cepillo y queráis echarnos una mano, estamos el padre Fernando y yo quitando nieve, porque hay muchísima, para que se pueda pasar a la iglesia. No quizás hoy ni mañana, pero sí para que se pueda pasar y no se hiele porque entonces sería imposible”. Y a ello añadía: “Los que vengáis, que sea con herramientas, que hay muy pocas”. Sus plegarias fueron escuchadas y pudieron desalojar de nieve el tejado y las inmediaciones al templo. Parecía que le habría escuchado el mismísimo San Mateo (7:7-11): “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Otro hecho a destacar fue la actitud de los pequeños héroes de la pandemia, que han sufrido el cierre de sus parques y unas navidades un tanto carentes de magia. Finalizado el periodo vacacional de las Navidades, la gran nevada les ha recompensado con un gigante parque de nieve por cualquier lugar del municipio. Veámoslo así, se lo merecían y han sabido sacarle partido y sin quejas. ¡Enhorabuena!


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Policía municipal en el pabellón deportivo ©Juan Carlos Lucas

Y para finalizar el delicado y siempre escabroso terreno político, que tantos debates y consideraciones suscita. En esta ocasión, como vulgarmente se dice, “me voy a mojar”. Ensalzando la actuación de un concejal, Ángel Alonso (PP), que en su función de responsable de Seguridad y como primer teniente alcalde de Majadahonda, ha dirigido las actuaciones desde el Ayuntamiento, respondiendo e intentando solucionar las peticiones de algunos vecinos dentro de las posibilidades, y sosegando las reclamaciones y críticas de la oposición. A ello ha añadido su petición de “permanecer en casa» y «si alguno no puede evitar la tentación, cuidado con cornisas y arboles: está habiendo desprendimiento y es peligroso”, elogiando la labor de los técnicos de la Concejalía que dirige. Y aunque la Policía Local ha sido un claro referente y uno de los departamentos municipales que más críticas está recibiendo, creo que ha sabido demostrar que la labor de todos ellos ha sido incesante. Desbordados por los sucesos acontecidos, muchos habrán recriminado su ausencia en lugares de incidencia pero hay que reconocer que ahí han estado en otros. “Nunca llueve a gusto de todos” dice el refrán y menos cuando la lluvia se transforma en una gran nevada. Seguramente habré olvidado mencionar muchos más hechos elogiables, pero a todos ellos nuestro reconocimiento. La intención no era otra que dar relevancia a esos pequeños gestos por encima de las imágenes.

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Caminando por la Gran Vía a las 6 de la mañana

Caminata nocturna por Gran Vía en plena ventisca

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Una Gran Vía helada con jefes y empleados deambulando para abrir sus comercios

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Los niños tuvieron un regalo especial de Navidad por haber aguantado la pandemia: una ciudad cubierta de nieve

Santa Catalina, nevada

Santa Genoveva, con la acción de los voluntarios en el tejado

Voluntarios Sta Catalina

Sta Catalina

Voluntarios de Sta Genoveva

Majadahonda Magazin