MANU RAMOS. La periodista Ruth Ugalde ha desvelado en «El Confidencial» que «los compradores de vivienda se están moviendo hacia Boadilla del Monte y Majadahonda, dos localidades cercanas y algo más baratas» pero tras una propuesta del bufete «Cano y Escario» la constructora Aedas finalmente ha elegido irse a Pozuelo, «aunque el despacho de Alberto Martín se ha quedado a sólo un punto». Tras dar este paso, «la promotora ya solo está pendiente de recibir las últimas bendiciones del Ayuntamiento para empezar a trabajar en las 360 viviendas plurifamiliares y 150 unifamiliares que se levantarán justo enfrente de La Finca. La elitista urbanización de Pozuelo está a punto de recibir un nuevo vecino. Se trata del proyecto Montegancedo, que promueve Aedas y que bien podría bautizarse como La Finca II, ya que, además de estar ubicado al lado de la elitista urbanización, contará con viviendas de diseño y calidades similares al nuevo desarrollo que está llevando a cabo la familia Cereceda. De hecho, el arquitecto Alberto Martín Caballero, cuya firma popularizó las residencias y centros de servicios de este enclave del municipio de Pozuelo, ha presentado uno de los tres proyectos finalistas, que ha competido con los trabajos de los despachos Morph y Cano y Escario«, añade la noticia. Y es que Majadahonda está dejando escapar desarrollos inmobiliarios que podrían incrementar las arcas municipales, según el estudio de Ruth Ugalde. Nuevos barrios como Arco del Poniente o urbanizaciones como la de la propia Aedas siguen paralizadas por los jefes funcionarios de la Concejalía de Urbanismo, lo que ha hecho que Pozuelo se le haya adelantado con La Finca 2. Y todos los dedos apuntan al arquitecto municipal y su círculo más privado.


Parcelas sin urbanizar en Majadahonda

Los beneficios públicos de crear nuevos barrios los detalla el informe de «El Confidencial»: «Un nuevo desarrollo es de gran interés para las arcas municipales, ya que el proyecto de reparcelación contempla la entrega de suelo para el ayuntamiento valorado en 100 millones de euros, gracias al exclusivo punto donde se encuentran, y donde pueden promoverse 348 viviendas. Este elevado beneficio público es gracias al convenio urbanístico que se firmó en el año 2007, el cual contempla que el consistorio tenga el 30% de la edificabilidad residencial, el triple de la cesión obligatoria del 10% que marca la ley. Estas cifras permiten que más de la mitad del sector pase a ser patrimonio del ayuntamiento, aunque en el mercado se espera que este termine vendiendo los terrenos en un proceso de subasta, ya que la escasez de suelo finalista que padece el Noroeste de Madrid hace que exista un disparado apetito por estos suelos». Lea el reportaje completo.

Plan de Arco del Poniente de Majadahonda (Bardají Arquitectos)

EDITORIAL. MAJADAHONDA Y LA ZONA OESTE DE MADRID NO PUEDEN SEGUIR PARALIZADAS POR CULPA DE POLITICOS Y FUNCIONARIOS DE URBANISMO. La apertura de nuevos barrios en una ciudad, aparte de generar nueva vivienda y crecimiento de los municipios en sus zonas más inhóspitas (desde Majadahonda a El Escorial los páramos áridos y parcelas de secano se suceden uno tras otro hasta el punto de conocerse como la estepa madrileña), pueden suscitar desarrollos de pisos en alquiler para jóvenes. Las Administraciones Públicas deben forzar a ello a las inmobiliarias privadas con sus planes urbanísticos, ya que cada licencia de urbanización lleva aparejada cesión de suelo al municipio e impuestos y tasas. Clama al cielo que ciudades como Berlín, París o Londres no tengan problema de vivienda para la emancipación de sus jóvenes y en España en general y Madrid en particular, país y capital mucho más deshabitada que sus homólogos europeos, los hijos estén «asfixiados» en casa de sus padres. Y es que todo ello revela un drama: la gestión económica de España la llevan los funcionarios, los políticos no se atreven a contradecirles, la legislación está paralizada por un Parlamento que no funciona y unos partidos incapaces de ponerse de acuerdo por el bien común. Y todo ello repercute en los vecinos de a pie, cada vez más atosigados por los altos impuestos. Urge cambiar de modelo y al fondo, el ejemplo de EE.UU: todo suelo es urbanizable salvo que un técnico municipal diga lo contrario y trabaje en un informe que lo acredite, lo que ha llevado a que sean muy pocos de ellos los que destinen su jornada laboral para impedirlo. España, país de extremos, ha pasado de la «burbuja inmobiliaria» a la «parálisis inmobiliaria» y así la economía ni crea empleo ni tira lo suficiente si sustrae a un sector tan decisivo en cualquier país como el del urbanismo.

 

Majadahonda Magazin