JOSE ALCOLEA. Desde hace días los partidos políticos y los analistas nos bombardean con su verborrea sesuda y sus palabros incomprensibles, que nos impiden procesar la información a la velocidad necesaria. Y para cuando empezamos a entenderla, ya está otro de ellos hablando en los mismos términos y generando en nuestra cabeza otro atasco proporcional al anterior. Vamos a intentar buscar una manera más sencilla de entender la situación política actual que todo el mundo va a comprender. ¿Quién no conoce a los Rolling Stones o los Back Street Boys? Pues por ahí vamos. La boy band. VOX es nuestra boy band. Ese grupo, que toma un poco de influencias anteriores, cambia el estilismo y genera una legión de fans adolescentes enfervorecidos que los sigue como si fueran religión. Son un bluff temporal, una reacción visceral a un primer álbum que decae en cuanto sus fans ven que el segundo es repetitivo, que la creatividad brilla por su ausencia. Ahora VOX llena estadios con sus chicos guapos de bonitas voces, allá donde van revientan taquillas, pero con un mensaje facilón y efectista. Al más puro estilo boy band. 


J. Alcolea

La boy band que hace aguas. Aquí tenemos a Podemos o Unidas Podemos en su afán de encontrar algo con lo que vender. El primer disco lo petó, pero ahora el último ya no tiene gancho, es más de lo mismo, no aportan nada nuevo y se tiene que poner a la sombra de otros para poder llenar. Los miembros empiezan a dejar el grupo y a buscar nuevas aventuras musicales (Errejón) que les permitan desarrollar su estilo propio, bien en nuevas bandas o como solistas. No le queda mucho, ahora sólo pueden hacer bolos en pequeñas salas y veremos hasta donde llegan.

Los grandes dinosaurios, nuestros Stones o U2, se llaman PP y PSOE. Largas trayectorias musicales, multitud de hits, y álbumes grandiosos, pero pasando una etapa difícil con unas ventas pobres comparadas con lo que fueron, pero aún conservando unos fieles fans que les siguen donde vayan y llenan, aunque con más dificultad, por volver a escuchar sus clásicos. Sin embargo, otros de sus tradicionales fans se han ido a las nuevas boy bands, por su estilo fresco y pegadizo.

Y es que los últimos discos no han funcionado como tenían previsto. En el Partido Popular han sacado un nuevo álbum que aún tiene toques del último fracaso discográfico y no llega a convencer. Y en el PSOE llevan concatenados unos cuantos fiascos, con malas composiciones y peores letras, que no consiguen subir en las listas de ventas.

Por último tenemos al grupo de culto, Ciudadanos. Ese grupo con fans muy fieles pero que no consigue sacar ese disco que rompa en ventas. El líder de la banda es el compositor, letrista y alma mater, con músicos de sesión muy buenos a los que les falta el carisma del front man. Discos que fluctúan en estilos, pero sin uno propio claro y rompedor, que gracias a la voz del líder mantiene un eje sobre el que girar.

Ahora vienen las giras. Cuando toca salir a la carretera unos se tienen que apoyar en teloneros, porque solos no pueden vender suficientes entradas, de pocos seguidores pero fanáticos. Y terminan haciendo carteles de festival popurrí, donde entre todos suman para conseguir llenar, como es el caso del PSOE con los nacionalistas o Podemos.

Sin embargo, PP y Ciudadanos, intentan hacer entre ellos un cartel más corto para salir de gira. Otra estrategia para llenar, distinta pero igual de eficaz, a la que se sumará VOX abriendo concierto o quien sabe si como segundón. Así está nuestra política musical. Este domingo 28 de abril se abren las taquillas de nuevo y nadie sabe las entradas que van a vender, pero nunca hemos tenido tanta oferta musical. Ya veremos qué compra la gente y cómo se van a ganar las habichuelas después.

Majadahonda Magazin