MJD Magazin responde con ironía a los dos vecinos que piden el regreso de la censura previa en la prensa

CONSEJO DE REDACCION. Bajo el título de «Majadahondagazine» (sic) crea crispación entre los vecinos de foro Majadahonda» y con la confesión de «estoy tremendamente cabreado con Majadahonda Magazine (sic). Este es un foro privado el cual requiere de invitación y que publiquen en su «magazine» un comentario mío con nombre de usuario y foto de mi vehículo sin consentimiento me saca de mis casillas. Además que intento hablar con algún responsable y no se dignan a contestar. Se me empieza a acabar la paciencia. ¿Alguien me puede ayudar?», dos asiduos lectores de este medio local solicitan ayuda y con mucho gusto resolvemos sus dudas.


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Estimados Sr/a, gracias por su información y por sus palabras, es un honor tenerles entre nuestros lectores y le garantizamos el anonimato de la fuente sin ningún problema si nos informa de cualquier suceso relevante para la ciudad, nos asiste la Constitución, que regula la cláusula de conciencia y el secreto profesional de los periodistas. Sobre sus comentarios en el foro de FB solo precisarles que su publicación con fines informativos en un medio de comunicación es totalmente legal, como así le confirmarán sin problema en la Agencia de Protección de Datos si realizan ustedes una consulta sobre ello. La publicación no requiere autorización previa ya sean los comentarios públicos o privados si el medio de comunicación estima que poseen un interés informativo. No posee relevancia que el foro sea cerrado o abierto si existe el citado interés informativo. Lo que le aconsejamos es que si no desean ver sus nombres en prensa deben saber que cualquier comentario, información o publicación es susceptible de ser reproducida por medios de comunicación con fines informativos. Es lo que habitualmente se denomina «libertad de prensa» o «libertad de expresión«, que no solamente afecta a uno mismo sino también a los demás. Existe una amplia bibliografía al respecto que pueden consultar en internet si introduce ambos términos.


«¡Extra, Extra! los de la censura previa quieren hacer un periódico sin reglas de ortografía!«

El derecho a la Información, la libertad de prensa, el secreto profesional y la cláusula de conciencia vienen recogidas en la Constitución española desde 1978. Hay una confusión muy común entre estos derechos y la Ley de Protección de Datos que afecta a las «comunicaciones» y datos personales. Existe cierta complejidad entre ambos términos, aunque no insalvable, pero por encima del debate técnico y jurídico está la libertad de expresión. Hay lectores y partidos políticos que entienden que la información debe ser algo dependiente del poder y nutrirse de los comunicados oficiales, revistas municipales y medios afines. Su posición es legítima pero no es la nuestra, ya que estimamos que eso no es información, es propaganda.

La mujer que pide la censura previa es la misma que por privado pide que publiquemos sus artículos de escasa calidad sintáctica y lingüística

A nuestro juicio, la prensa, tal y como nosotros la entendemos, se debe a los gobernados, no a los gobernantes. No se puede pedir permiso previo de publicación sobre el contenido de alguien que interviene en un debate público porque haría inviable el ejercicio del periodismo, además de que la censura previa esta abolida legalmente. Unos se quedan en la mera teoría, pero nosotros lo llevamos a la práctica, el problema es que algunos no quieren ni llevarlo a la práctica ellos ni que lo lleven otros, pero estamos acostumbrados. La libertad de expresión la entienden solo para ellos, no para los demás, por eso les escuece. Toda expresión pública se considera de dominio público. Incluso la privada si es de interés informativo (por ejemplo los SMS de Rajoy sobre Bárcenas o los emails de los casos «Púnica», las conversaciones telefónicas privadas del «caso Gurtel», etc…). Todas ellas pueden encontrarlas en la hemeroteca de este periódico si aluden a Majadahonda o a la zona Oeste de Madrid, que es nuestro ámbito informativo como medio local.

Lamentamos no tener medios para poder contestar a los 42.000 comentarios que han generado nuestras 13.000 noticias ni tiempo para tomar «unas birras» para explicar en que consisten las libertades de opinión e información en un Estado de Derecho, de ahí este artículo del Consejo de Redacción.

Curiosamente, la mayoría de los que no quieren que salga su nombre nos han escrito por privado diciendo que quieren publicar sus artículos en el Magazin, dada la repercusión y audiencia del medio. Hay una mujer que en esto es paradigmática y alucinante y un hombre que nos pasaba bajo cuerda información deportiva sobre el presidente de un club pero dejó de hacerlo posiblemente por otro «enfado». El secreto de la fuente nos impide revelar sus nombres por una cuestión de ética periodística, la misma que esgrimen los «liberticidas» de la información para intentar prohibir la difusión de la misma, ya sea en un periódico, en un foro de redes sociales o en un pleno municipal, donde ya no se permiten los habituales «ruegos y preguntas» de los vecinos. Eso sí, cuando eran oposición lo reclamaban fervorosamente y llamaban al Magazin para que les ayudara a defender su libertad de expresión y así lo hicimos.

La ignorancia sobre los derechos y leyes que rigen los medios de comunicación es compleja pero no imposible de entender

Hay mucha hipocresía en esas quejas y no damos los nombres porque la mayoría lo que quieren es publicidad y lógicamente eso tiene un coste, no puede ser gratuita porque en ese caso la sostenibilidad de un medio independiente sería inviable. Pronto estableceremos suscripciones de pago para que los suscriptores puedan tener un contacto directo con la redacción, privilegiar sus comentarios, ver el periódico sin la publicidad y resolver sus dudas, en la misma línea que están realizando ya otros medios de comunicación. Después están las vendettas personales, de alguno que no le gustó tal o cual noticia porque le afectaba a él o a alguien que conocía, mezclado todo con la ignorancia sobre la legalidad que rige estos temas, los leguleyos que se aprovechan de esa ignorancia para sacar dinero y el legítimo ejercicio de la critica, todo mezclado. El único consejo que podemos dar es respetar la libertad de expresión de todos y a los «liberticidas» animarles en su empeño, ya que en cuanto cesa el ruido se aburren. Desde 2015 hemos alcanzado ya los 10 millones de visitas, a razón de 1,5 millones por año, 130.000 al mes, 30.000 a la semana, unas 4.000 de media al día y por nada del mundo deseamos que desfallezcan.

Majadahonda Magazin