Ñoño ha fichado ya por el Logroñés

“Colorín colorado, este cuento… ya ha empezado”, titula su tercer artículo en MJD Magazin el juez Gregorio Mª Callejo. Su escrito coincide con el anuncio oficial que ha hecho ya la UD Logroñés: “Ñoño llega procedente del Rayo Majadahonda por una temporada”. Y añade: “Antonio Asencio ‘Ñoño’ (10 de junio de 1987 – San Fernando, Cádiz) ha llegado a un acuerdo con la Unión Deportiva Logroñés para vestir de blanquirrojo la temporada 2017-18, tras jugar la campaña anterior en el Rayo Majadahonda, equipo también del Grupo II. El delantero gaditano ha disputado 35 partidos con el conjunto madrileño, cuarto clasificado durante la liga regular y eliminado en primera ronda del playoff por el Racing de Santander, donde ha marcado ocho goles”. Y Sergio Caneda, periodista de Rioja Press, añade: “¡Nos venimos arriba con el primer refuerzo! Majadahonda es buen sitio para pescar: Tiago, Portilla, Jorge Félix…”. Pero el juez Callejo, lejos de desanimarse, añade: “En el Sardinero no ha terminado nada, más bien ese grupo de jugadores dirigidos por Antonio Iriondo ha conseguido empezar una historia ilusionante. Ahora bien, va a depender de muchas cosas no enredarnos en los recodos de un sendero que puede ser angosto y complicado”. Este es su artículo:


Cena de despedida de la temporada 2016-17 (Rayo Majadahonda)

GREGORIO Mª CALLEJO. Eliminados, se acabó. El Rayo no jugará el año que viene en Segunda A. Sin embargo, frente al drama que esto significa para otras ciudades, ha sido muy significativo ver las fotos de los jugadores: no había pena, no había sensación alguna de fracaso. Por mi parte, sólo una ligera tristeza, serena y llena de orgullo, me fue invadiendo cuando veía el domingo que el equipo no podía hacer ocasiones de gol, que Basilio resbalaba, que Aquino nos hacía el segundo en fuera de juego… una ligera tristeza acompañada de un guiño y un “que nos quiten lo bailao”. No hay alarmas ni fracaso. El sueño roto del Rayo Majadahonda no es el de Sterling Hayden en “La Jungla de Asfalto”, ni la derrota tiene las consecuencias que tuvieron las batallas de Mazinkert o Miriocefalón para el Imperio de Bizancio o la de Adrianópolis para los Romanos (cosa que parece ser se asemeja a lo que viven otros equipos poderosos cuando no consiguen el ascenso). No hay tragedia alguna que lamentar. No hay ningún reproche, nada malo ha ocurrido.

Un grupo excepcional de jugadores ha comenzado un camino. Para andarlo nos hacen falta muchas cosas. En el Sardinero no ha terminado nada, más bien ese grupo de jugadores dirigidos por Antonio Iriondo han conseguido empezar una historia ilusionante. Ahora bien, va a depender de muchas cosas no enredarnos en los recodos de un sendero que puede ser angosto y complicado. En un artículo que publiqué hace algunas semanas apelaba al origen del Rayo y a su sustancial implicación con el pueblo de Majadahonda, con el (valga la expresión) pueblo antiguo. Quizás no me expliqué bien y por eso hubo algún comentario que censuraba la diferenciación entre dos Majadahondas, la del pueblo antiguo y la de las urbanizaciones que se comenzaron a construir en los años setenta. Quería decir que ahí tenía su origen el Rayo, que ese era el Rayo que yo veía en los años ochenta, y que ese me parecía sociológicamente el origen del club. No desde luego que esa Majadahonda (si es que sigue existiendo) tenga la exclusividad del Rayo. Es más, añado ahora que sin toda la ciudad implicada con el equipo, será milagroso que juguemos otro play off.

El Rayo Majadahonda tiene que conseguir más apoyo popular. Necesita presencia en el tejido de la ciudad, no sólo subir el número de abonados, sino que se hable del Rayo, que esté presente, visible, que los majariegos sepan a qué hora juega, que estén pendientes del resultado, que la Majadahonda futbolera, además de estar al tanto del Real Madrid o del Atlético, quiera saber cómo va su Rayo, que conozca a sus jugadores, que rabie cuando el Rayo pierda y se alegre cuando gane. Desconozco que medidas hay que tomar en ese sentido. No sé si hay que regalar entradas en los colegios, dar charlas, hacer ofertas en establecimientos con el carnet de socio (cosa que ya se hace) o empapelar Majadahonda con carteles del club. Pero de algún modo hay que ingeniárselas para que Majadahonda se identifique de manera más relevante con su equipo. El club ha dado un paso gigantesco y están preparados en la salida, casi ya en la primera vuelta del camino, y nos están esperando. Sin nosotros, todo será más tortuoso. El Rayo ha empezado a escribir este cuento, pongamos nosotros las ilustraciones.

Majadahonda Magazin