Monte del Pilar: «En la foto, la susodicha cuando la alcancé a la altura de la calle Mar Mediterráneo después de sacarme el dedo. Es la de rosa con el perro tirando de él y huyendo».

ROBERTO GONZALEZ LINARES. Aquí mi relato y la problemática del Monte del Pilar. Me he visto no solo desamparado sino obligado a buscar un canal para realizar mi denuncia pública. Los hechos ocurridos este lunes 15 de marzo (2021) a las 18:30 en el Monte del Pilar (Majadahonda), con la dueña de un perro. Y que quede por delante que no tengo ningún tipo de problema con los perros que son igual de víctimas de sus dueños. Un día normal que llegas de trabajar y decides ir a pasear a tu Monte del Pilar, que lleva siendo desde hace 42 años, a diferencia de hoy, un espacio de convivencia con más usuarios que antaño que lo disfrutábamos sin viviendas y sin aglutinamiento. Salgo tranquilamente con mi hijo y un amigo suyo por uno de los caminos, dos niños educadísimos, entre otras cosas, jugando con su entorno. En esto nos cruzamos con una dueña de un perro como de cientos. Y como de cientos, otro más sin correa, pero sin más, como el resto. De repente están los niños jugando y el perro, a lo lejos, sale corriendo a por ellos con la mala fortuna de topar con mi hijo, que tiene pánico a los perros y no sabe reaccionar. Se abalanza sobre mí hijo, lo tira y le muerde en una pierna. La dueña, entre tanto, a lo lejos, llamándolo. Y mi mujer y yo intentando zafarlo del perro. En cuestión de segundos mi hijo se levanta, sale corriendo y el perro a por él. La dueña ni se acerca, de lejos llamando al perro. El perro detrás de mi hijo, mi hijo en pánico y el amigo de mi hijo escondido. En una de esas, el perro reacciona y acude a la llamada de la dueña. Esta sin mediar palabra, lo ata y sale corriendo, con tan poca decencia y vergüenza que ni repara en si le ha hecho algo al niño o no, o simplemente pedir perdón.


Salgo detrás de ella corriendo, lógicamente, y llegamos ya al asfalto, en la calle Mar Mediterráneo. Consigo hacerla una foto mientras llamo a la policía, es lo primero que se me ocurre. Ella me increpa, me saca el dedo mágico encima. Y le dice a unas personas que se cruza porque la ven nerviosa corriendo, que la persigo porque lleva el perro suelto, encima mintiendo. Consigue huir, se mete por la calle que anteriormente he descrito y consigo hablar con la policía. Esta me dice que si la persona ha huido no pueden hacer nada al no estar de cuerpo presente. Les digo que le hice una foto, al menos para tener algo. Y me dicen que eso no sirve de nada.

«El perro era un Snaucer pequeño y solo le pegó un revolcón, le mordió el pantalón y sobre todo el susto»

Gracias a dios el perro era un snaucer pequeño y solo le pegó un revolcón, le mordió el pantalón y sobre todo el susto, que nos amargó la tarde. Con esto quiero decir que el Monte del Pilar es un espacio de todos y no de unos pocos, o ellos creen eso. Se trata de convivir y respetar, que igual que los dueños de los perros tienen derechos, yo también los tengo, pero también obligaciones. Que un día es un revolcón, otro día es algo peor, el mal trago lo pasó yo y mi familia y el resto parecen dormir bien con la conciencia tranquila. Y al Ayuntamiento de Majadahonda le pediría así, como las autoridades competentes, que regularán mejor la gestión del espacio del Monte del Pilar, que es un despropósito. Al final existen personas que saben tener perros con responsabilidad y otras no. Por culpa de estas, hace que se mire con recelo a todas. Ya ahora saldré al Monte del Pilar con mi hijo y un palo por la desconfianza que provocan los dueños de los perros. Visto lo visto, además, si el dueño del perro huye cual cobarde, no le pasa nada, pero todo se convierte en la ley de la selva. Lo dicho, por favor respeto, convivan y eduquen, sean perros o humanos, pero eduquen. Yo mientras iré con un palo de los gordos. Lea otros comentarios aquí.

 

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