F. UTRERA. Un año más, el concejal de Hacienda, Angel Alonso (PP), sacó adelante las cuentas del Ayuntamiento con el apoyo de Cs –aunque en esta ocasión no de la concejala centrista Mercedes Pedreira– pero eso no le hizo morderse la lengua. A Cs le dijo que practicaba una “ensoñación” que consistía en pensar que “antes de Cs no había nada” en el mundo municipal, al tiempo que tildaba de “aportación socialdemócrata muy típica de los partidos de izquierda” sus propuestas presupuestarias por las que finalmente se produjo el pacto PP-Cs. También negó que los populares bajaran los impuestos por presión «naranja»: “lo hacíamos antes incluso de que Albert Rivera hubiera empezado a desnudarse”, señaló entre las carcajadas de los ediles por la ocurrencia. Le contestó Alfonso Reina (Cs), que encajó como pudo la andanada y respondió recordando a su vez que los tiempos en los que no estaba Cs en el Ayuntamiento “tampoco son para presumir”, en elíptica alusión a la etapa del ex alcalde Willy Ortega.

Con Zacarías Martínez Maíllo también se las tuvo tiesas. El portavoz socialista había calificado las cuentas –y por extensión a sus firmantes– como “falsas, injustas e inútiles” y los acusó además de “hacer trampas” porque no se iban a cumplir. Llegó a decir que el Ayuntamiento se gastaba más “en florecitas” que en gastos sociales y recriminó los gastos en “publicidad, propaganda y atenciones protocolarias”. Alonso entró al trapo y destripó las cuentas de estos departementos, que calificó como “exiguas” en comparación con otras partidas, algo evidente si se desvelan las subvenciones y sueldos de los grupos municipales, políticos y asesores: las atenciones protocolarias eran 3.000 euros para los profesores europeos que visitan Majadahonda por el programa europeo “Fábula” (el presupuesto municipal es de 75 millones de euros), la publicidad se debe a campañas públicas que ha pedido la propia oposición y cuestan 10.000 euros (Consumo) y 6.000 (Educación), siendo ésta además solo para “contratación gráfica” para futuras campañas de becas y ayudas escolares”.

Zacarías Martínez-Maíllo protagonizó además otra anécdota al señalar que no le parecía “ético ni estético” la forma en que se habían negociado los presupuestos con Cs. A su lado, el concejal David Ayuso (Cs) se sobresaltó al oír estas palabras (eran unos calificativos con los que les catalogaron en su propio partido hace meses en el conocido incidente de infausto recuerdo) y aprovechó su intervención para sacar una carpeta con el logo de Ciudadanos y así “chupar” cámara (el pleno era retransmitido por televisión). Al mismo tiempo, el edil naranja se sonreía de manera cómplice o se hacía el distraído, en una actuación teatral que interpretó de manera algo cómica (Ayuso forma parte de un grupo de teatro en la ciudad). Esta actitud la mantuvo en las 2 intervenciones de Zacarías Martínez-Maíllo, al que el gesto le pasaba inadvertido, metido como estaba en la oratoria de su intervención.

En el debate entre Alonso (PP) y Mackey (Somos/Podemos) saltó otra noticia: “usted estaba de vacaciones navideñas el lunes y ya son muchas faltas, como sus ausencias en los minutos de silencio por la violencia machista”. Alonso respondía así a las quejas del concejal morado, que le acusaba de no haber buscado otra fecha para el pleno y así poder estudiar con más calma los presupuestos. “Su tendencia es afear las vergüenzas de otros y tapar las propias”, señaló Alonso, aludiendo a las acusaciones de corrupción en Somos Alcalá. Al asunto se sumó Alfonso Reina (Cs), que se desmarcó de la polémica y aseguró que «nosotros hemos aceptado celebrar el pleno el martes porque sabíamos que el concejal de Somos no estaba el lunes porque volvía de vacaciones, por lo que no cabe achacarnos nada». Mackey admitió que el lunes estaba de asueto navideño porque “yo tenía días pedidos desde hace bastante tiempo pero los he suspendido por responsabilidad”. Y afirmó que Podemos había suspendido de militancia y se había desvinculado de Somos Alcalá tras las acusaciones de «enchufismo» y «nepotismo» municipal en las subvenciones municipales que investiga la Fiscalía.

A Juancho Santana (IU), que había señalado que su propuesta presupuestaria alternativa no conllevaba “recortes” de gastos sino “aumento de ingresos con más impuestos para grandes superficies comerciales y grandes empresas”, Alonso le dedicó un recordatorio: “nunca votará “sí” a unos presupuestos (del PP) porque una vez lo hizo un portavoz de IU y le purgaron por ello en una de las habituales “purgas” de IU”. Santana llegó a sugerir a Cs que se integrase “en el equipo de gobierno del PP” para que “al menos sus propuestas se cumplan”. Por último Mercedes Pedreira (Centrista) advirtió que las previsiones de ingresos por plusvalías no habían tenido en cuenta el informe del interventor que decía que el Ayuntamiento tendría que devolver 1,7 millones de euros cobrados indebidamente tras la sentencia del Tribunal Constitucional que ordena devolver el impuesto a los vecinos que hayan vendido pisos por debajo de lo que le costaron. Alonso mantuvo otro encontronazo, al que él restó dramatismo, al pedirle a Pedreira que “pise más la calle” y luego replicarle que “no vale hacerlo en coche”, palabras que le molestaron a ella y así lo hizo constar. El portavoz económico del PP, sin embargo, no se retractó: «usted que siempre le mete el dedo en el ojo a los demás tiene la piel muy fina para aceptar las críticas».

El propio alcalde, Narciso de Foxá, intervino en el pleno para señalar que el Ayuntamiento no tenía “nada que ver” con el cierre de comercios en el centro e indicó que se debían a incidencias del “mercado” que está favoreciendo “la apertura de establecimientos hosteleros” porque “son los que más éxito tienen y los que más gente atraen”. Además animó a comparar el centro de otros ciudades del Oeste de Madrid con el de  Majadahonda para comparar «quien tiene más vida» en su núcleo urbano. El debate concluyó con el cierre de Angel Alonso, que indicó que las propuestas económicas y el discurso político de los partidos opositores les condenan a no alcanzar nunca el poder en Majadahonda: “les dejamos gustosamente todo el tiempo que quieran en la oposición”