J. FEDERICO MTNEZ. Quien esperara cien días de tregua entre la nueva mayoría PP-Vox en el Ayuntamiento de Majadahonda y la Oposición de Ciudadanos y PSOE se llevó una sorpresa. Desde el minuto 1, ambos contendientes desataron sus hostilidades y el calibre de la balística dialéctica no fue ni mucho menos de fogueo: nada más empezar, la bancada naranja recordó los sumarios de Púnica y Gurtel y expresó sus temores de «corrupción», «negligencia» y «amaño» por la sustracción de competencias al pleno en favor de la Junta de Gobierno. El Grupo Popular respondió con el habitual fuego graneado de su mejor ariete, Angel Alonso, que recordó igualmente los casos de corrupción de Cs en otros municipios, por lo que recomendó «no tirarnos esas cositas unos a otros». Lejos de atender la sugerencia, la portavoz Ana Elliott (Cs) dirigió a continuación sus dardos a Vox, planteándole una tesitura bíblica: o las lentejas de Esaú («con patatas o con chorizos«, dijo ella) o los futuros derechos de primogenitura de Jacob, aludiendo a su eventual futuro como primer partido del mismo espectro ideológico. Además recordó que el concejal de Vox, Pedro Mallén, no estaba en el Gobierno pero secundaba sus acciones desde el pleno, por lo que le advirtió de sus responsabilidades. Ahí emergió por primera vez el portavoz de Vox, José Rodríguez, experto biblista, con un discurso bien hilado donde pasó de «chef» a comensal y crítico gastronómico: «comeremos las lentejas que queramos«.


El nuevo alcalde José Luis Alvarez Ustarroz habló poco, como es habitual en él y cuando lo hizo fue para negar el turno de intervención a la Oposición en los puntos del pleno en los que no procedía legalmente, aunque existiera una costumbre parlamentaria del anterior alcalde Narciso de Foxá que los permitiera. Y sobre el fondo de asunto que monopolizó la primera parte, zanjó el debate cuando apeló a Celia Alcalá, la secretaria del Ayuntamiento, que intervino a solicitud suya para aclarar que la cesión de competencias del pleno al Gobierno era «legal«, precisando que «las grandes concesiones y los grandes contratos» seguían en manos de los 25 concejales y no solo del Gobierno. Fue un golpe de efecto que nadie esperaba. La votación la ganaron PP-Vox por 13/12 a Cs-PSOE. Estas fueron las principales intervenciones de esta primera parte del pleno (la segunda parte sobre sueldos y subvenciones, mañana):

Angel Alonso (PP): brillante y afilado orador como de costumbre, replicó a todas las intervenciones de la Oposición (Cs y PSOE) para negarse a ellas. Pareció incluso tener cierta discrecionalidad en el uso o no de la palabra por cesión del alcalde, algo que Narciso de Foxá le limitaba y que causó un par de leves desavenencias en la anterior legislatura. «Con la demagogia no les va bien», le espetó a la bancada naranja y añadió: «Engañar a los vecinos está feo pero autoengañarse es aún peor». Y desmintió que los 600 funcionarios estén al servicio del Gobierno: «lo están al servicio de los 25 concejales de la Corporación«.

Justificó los cambios de competencias del pleno al Equipo de Gobierno para hacerlo «más operativo» y hacer «lo contrario que hizo Cs hace 4 años: parar al Gobierno burocratizando los procedimientos« y «entorpeciendo» su gestión. «Están empezando muy mal«, le afeó a Cs cuando le sacó los casos de corrupción Púnica y Gurtel, recordando los implicados naranjas en otros ayuntamientos, por lo que recomendó «no tirarnos esas cositas unos a otros». Y justificó la sustracción de competencias al pleno porque «no podemos traer cosas al pleno como las licencias de terrazas», al tiempo que defendía la negociación a horas intempestivas cuando le acusaron de tomar decisiones son «nocturnidad«: «Cs y yo hemos negociado a altas horas de la noche y no pasa nada».

Ana Elliott (Cs): la portavoz naranja, que comenzó la pasada legislatura como una de las más jóvenes y hoy es una de las «veteranas» dada la «rebaja» en la edad de los intervinientes en el pleno, sorprendió con un discurso con mayor aplomo y contundencia que hace 4 años. Su inicio fue demoledor: «Hoy es un día memorable», dijo en alusión al vaciamiento de competencias del pleno y al estilo menos flexible de Ustarroz en comparación con Foxá. Y añadió: «al PP ya les conocemos, son los de Gurtel, los de Púnica, los de los títulos universitarios amañados. Estaban muy incómodos en la pasada legislatura con el pleno que les controlaba sus desmanes. Y ahora han decidido cargarse cualquier tipo de contrapeso en la contratación, en los precios públicos y en las expropiaciones«. E hizo un aparte respecto al apoyo de Vox: «nos puede gustar más o menos ese pacto de Gobierno, pero esa incapacidad del bipartidismo para ponerse de acuerdo otorga a Vox un peso determinante para frenar desde este pleno el riesgo de la corrupción. Y sorprendentemente Vox renuncia hoy a todo ese poder«. Para ello, usó el célebre pasaje bíblico de los dos nietos mellizos de Abraham (hijos de su legítima, pues tenía dos esposas), el fuerte Esaú (primogénito y cazador) y el débil Jacob (segundo y de profesión «chef», pues fue quien cocinó las famosas lentejas). Estuvo bien tirada la metáfora (solo erró en la prosodia del nombre) pero José Rodríguez, experto biblista, la supo replicar.

«Hoy están vendiendo todo su poder decisorio sobre el PP a cambio de dos Concejalías de Gobierno. ¿Quieren lentejas? No cojan el plato hecho. Sean libres. Háganlas en cada pleno y en cada votación, tienen el derecho a ser libres y comer las lentejas que quieran, con patatas o sin chorizos. Hoy está en sus manos, quizás mañana no». Fue entonces cuando se dirigió al concejal de Vox, Pedro Mallén, el único que no está en el Gobierno: «con nuestro voto nos exoneramos de cualquier decisión que tome la Junta de Gobierno por error, negligencia o amaño que pueda acabar en los Juzgados, en cambio Pedro Mallén es responsable de cualquier decisión que adopte la Junta de Gobierno. Y lo más curioso es que ni siquiera va a estar en ella».

José Rodríguez (Vox) se estrenó con un discurso improvisado de réplica que sorprendió por su serenidad, en comparación con alguna que otra convulsa intervención plenaria en ruegos y preguntas cuando era extraparlamentario: «Me sorprende que Cs hable ya de amaños cuando nosotros no tenemos experiencia política y no nos pueden decir nada de amañar. Me sorprende que hable de amaños porque no solo ataca a los concejales sino a todo el Ayuntamiento. La Junta de Gobierno trabaja de la mano de los funcionarios, que no nos permitirán hacer aquello contrario a la ley«. Y recordó que las cesiones de competencias del pleno eran menores que en la legislatura 2011-15, última mayoría absoluta del PP. Apeló al «sentido de la responsabilidad de Vox» porque «Majadahonda ha estado parada en los últimos 4 años gracias a Cs. Y los majariegos de toda la vida lo hemos sufrido. Majadahonda necesita mucho que hacer y que invertir«. Y con el mismo tono evangélico concluyó con una profecía: «comeremos las lentejas que queramos«.

Manuel Fort (PSOE): reclamó la vuelta de los plenos a los martes para poder «trabajar la información y crear opinión» sobre los asuntos a debatir. Reclamó una Comisión de Vivienda, la reactivación urbanística de «zonas paradas muchísimos años«. Y se detuvo sobre la empresa municipal de Vivienda PAMMASA afirmando: «o quitarla o darle impulso«. Lamentó la ausencia de la Oposición «en los órganos colegiados» aunque nadie reveló a quienes afectaba ni a que se referían. Por último, sobre las delegaciones que ya no debatirá el pleno se quejó de que se delegaran en el Gobierno «las obras por valor de 6 millones de euros».

Para finalizar, la formación naranja orquestó además una intervención polifónica en la que intervinieron Alfonso Reina, quien reclamó al alcalde (al que siempre llamó «Alvarez» o «José Luis Alvarez» omitiendo su segundo apellido, más periodístico) mayor flexibilidad para no «sesgar la libertad» de expresión de los concejales. Dio la bienvenida al grupo de Vox, recordando que el nuevo alcalde Ustarroz «solo había obtenido el 52% de los votos, porcentaje inferior al 68% de Foxá«. Y se quejó de la premura con que fue convocado el pleno con «nocturnidad, alevosía y premeditación«. Acuñó ya el calificativo de «rodillo» a la nueva mayoría «frente al 54,57% de la población de Majadahonda que no han votado PP-Vox», al tiempo que se quejó por «haberle quitado también atribuciones a las comisiones». Y recordó que aunque la Oposición tenía la mayoría en la pasada legislatura, nunca modificó las condiciones de la Comisión de Contratación. Santiago del Real: el coordinador de Cs reclamó con sobriedad y firmeza la vigencia y utilidad de la Junta de Portavoces para la ordenación de los debates así como 15 minutos de descanso cada 4 horas de pleno. Pidió la modificación del Reglamento Orgánico Municipal (ROM) en este sentido. Angela López García-Gallo: la abogada y concejala de Cs debutó en el pleno con una breve pero documentada intervención sobre aspectos procedimentales en los que se apreció su conocimiento y solvencia técnica.

Majadahonda Magazin