J. FEDERICO MTNEZ. El contrato con la cláusula del 8% que tiene el Rayo Majadahonda por todos los fichajes que «exporte» el At. de Madrid sobre jugadores que hayan sido formados en la cantera de La Oliva y sobre los cuales el club majariego cede su traspaso de forma preferente cuando son niños para que jueguen en la cantera rojiblanca, sigue sin hacerse público. Y si se cumplió con el fichaje de Theo por el Real Madrid, nada se sabe de los emolumentos que el club de Majadahonda debe recibir por los fichajes de Lucas (Bayern de Munich) y Rodri (Manchester City). Si con Theo la cifra del traspaso fue de 24 millones (el 8% son 1,92 millones de euros, que se debieron pagar en 2 plazos, según hizo público el club, (aunque quien realmente pagó finalmente fue el Real Madrid por una cuestión de «fair play» financiero entre ambas entidades), ahora las cifras se disparan: la web «Esto es atleti» señala que el Atlético de Madrid se ha visto envuelto en un final de temporada en que los pesos pesados han decidido marcharse del equipo y eso beneficia a la «cláusula del 8%»: «Los Juanfran y Godín se van tras no renovar el contrato con el club, Filipe Luis aún no ha anunciado donde va a jugar, mientras que Lucas, Griezmann y Rodri se van tras pago de cláusula al club».

Y añade: «El traspaso de éstos dos últimos aún no se ha hecho oficial, aunque en el caso de Griezmann sí se comunicó, mediante un vídeo en las redes sociales, que había decidido desvincularse de la institución colchonera. Por lo que a Rodri se refiere, todos los rumores apuntan a que el Manchester City de Guardiola va a efectuar el pago de los 70 millones que vale su cláusula en los próximos días». Esto significa que si el fichaje se hace efectivo, el Rayo Majadahonda debe reclamar 5,6 millones de euros, si no quiere caer en un presunto delito de administración desleal. Por eso el contrato del 8% sigue siendo el secreto mejor guardado por el presidente en La Oliva y está bajo siete llaves.

Pero esto no para ahí. La web atlética prosigue: «Tras el pago de las cláusulas de Lucas (80M), Griezmann (120M) y Rodri (70M), lo lógico es pensar que el Atleti va a ingresar 270 “kilos” por el traspaso de los tres jugadores. Pero en el caso del francés y el mediocentro español, el club colchonero no va a obtener la totalidad de esas cláusulas, ya que tanto Real Sociedad como Villarreal, respectivamente, incluyeron en el contrato del traspaso una plusvalía por la futura venta. Cuando, a partir del 1 de julio, Griezmann abone los 120M de su cláusula a La Liga, el Atlético de Madrid va a percibir 96M y la Real Sociedad 24M, habiendo obtenido el club vasco un beneficio total de 54 “kilos” desde la venta del delantero francés. Lo mismo pasa con Rodri, cuando el jugador efectúe el pago de los 70M que vale su cláusula, el club colchonero de esos 70 sólo va a ingresar 63 y el Villarreal 7″.

¿Y el Rayo Majadahonda? Las cuentas están claras: a esos 5,6 millones por Rodri habría que añadir el 8% de la cláusula por Lucas (80 millones) lo que reportaría otros 6,4 millones de euros. Sumadas ambas cifras, cuando el 1 de julio se concreten ambos traspasos, el Rayo Majadahonda debe recibir exactamente 12 millones de euros. Sin embargo, existe una única sombra de duda: ¿Por qué el presidente confesó tras un «lapsus» en la Cadena SER que ese contrato con el 8% de cláusula (que sí fue efectivo por el traspaso de Theo) «ya no es válido« para el de Lucas y Rodri? ¿Por qué no se hace público el contrato y disipa las dudas de los socios? ¿Por qué el analista cántabro Manuel Exma asegura que se está produciendo un encubierto cobro de comisiones, algo que el club desmiente? Quizás las respuestas a estas incómodas preguntas ayuden a entender por qué, a pesar del descenso, el presidente quiere forzar rápidamente la conversión del club en Sociedad Anónima. Si se lleva a cabo, la Asamblea de socios será disuelta y ya no tendrá que rendir cuentas a nadie porque solo lo hará ante el nuevo Consejo de Administración. Y es que, a pesar de sus años, de sus kilos (en peso y en dinero) y de su longevidad en el cargo (cuatro décadas), el presidente hace gala de su habilidad entre las fontanerías de los despachos: una jugada perfecta y un gol por la escuadra.