ENRIQUE OCTAVIO/ TONI DEL VAL (Fotos). Fue un partido épico el vivido en la mañana de este domingo en La Oliva con toda la afición desplazada desde el Cerro del Espino para ver al segundo equipo del Rayo Majadahonda ganar a los “diablos rojos” del Diocesano extremeño. Porque esta vez la escuadra de Cáceres que entrena Adolfo Senso se convirtió en un ángel caído al estrellarse contra las ganas, buena asociación y efectividad de la plantilla majariega. Marcó Tala en el primer tiempo desde fuera del área con un disparo raso y ajustado, en un encuentro que no fue muy lucido pero donde la emoción por los puntos en juego colmó todas las expectativas. La defensa majariega, con Lombo en la portería, Acho en el lateral y en el centro de la defensa infranqueable con Pablo y Mayorga, supo resistir las embestidas de los carereños y sobre todo aguantar con 10 hombres durante 25 minutos que se hicieron eternos a causa de una expulsión. Pero es que el Rayo Majadahonda se hizo grande al saber manejar con pericia, posesión de balón e inteligencia esos 25 minutos en inferioridad, algo al alcance solo de los grandes equipos, teniendo incluso la oportunidad de aumentar su ventaja en dos contragolpes.


La batuta de Tala en el centro del campo puso el resto y eleva por méritos propios al equipo de José María Rico al cada vez más amplio pelotón de los que lucharán por la permanencia. El próximo fin de semana nueva final en Avila frente al Colegios Diocesanos, que viene de ganar en León y que se presume un rival igual de duro que su homónimo extremeño. La clasificación, con la victoria del Alcorcón en Leganés, pone a 6 equipos en 4 puntos pero esta nueva forma de jugar, luchar y gustarse jugando al fútbol que ha impuesto Rico con su profesionalidad y método está haciendo soñar y albergar esperanzas con su continua remontada clasificatoria pero sobre todo con su estilo y filosofía de juego, cada vez más parecida al del Segunda B.

Crónica de El Periódico de Extremadura: «Diocesano y La Cruz Villanovense iniciaron con derrota la segunda parte del campeonato del Grupo V de la División de Honor de Juveniles. Los cacereños cedieron en el campo del Rayo Majadahonda (1-0) y los villanovense en el del Alcalá (2-0). Los primeros ven como su margen con la zona de descenso se reduce, al igual que las esperanzas de los serones de abandonar la última posición. En Majadahonda el partido comenzó con un disparo del local Acha al que le respondió en el 11 Marcos. El equipo local dominaba y en el 20, internada de Joserra por la izquierda y su disparo forzado no lo bloca el meta Mario, que envía a córner. Del mismo y tras rechace, chilena de Tala fuera. En el 23 otra vez los majariegos tuvieron en Arribas otra oportunidad de gol, pero su remate en plancha lo paraba Mario. Tras una falta sacada por Joserra que remataba de cabeza Viñuelas y paraba el portero local Lombo llegaría el único tanto del encuentro. Disparo lejano de Tala que se cuela entre varios jugadores sorprendiendo a Mario, que no puede impedir que entre en su portería. Con el 1-0, el Diocesano buscó el empate pero ni Marcos ni Ángel lograron con sus disparos empatar antes del descanso. Los de Adolfo Senso siguieron buscando la igualada en la segunda parte y gozaron de varias ocasiones sin premio. Al final no fueron capaces de marcar y se les escapa un partido ante uno de los equipos de la zona de descenso».

Periódico «Hoy» de Badajoz: El Diocesano de momento se mantiene fuera de los puestos de descenso, pero su derrota en el campo del Rayo Majadahonda (1-0) y los resultados que se han producido en el resto de la jornada han abocado al equipo cacereño al filo de la zona maldita. Solo dos puntos le permiten escapar de los últimos cuatro puestos. Y eso que el conjunto rojillo volvió a exhibir las buenas prestaciones que viene ofreciendo fuera de casa. Sin embargo, en esta ocasión, le faltó suerte. Cierto es que la primera parte fue de dominio majariego, si bien tampoco gozó de ocasiones de mucha claridad. Incluso el 1-0, que llegó en el minuto 39, se produjo tras una jugada desafortunada. Tala recogió un rechace en la frontal y su flojo disparo se coló entre un bosque de piernas que despistaron al meta visitante para alojarse en la red. El Diocesano reaccionó en la segunda parte y metió al Rayo Majadahonda en su campo. Mucho más cuando Heredia dejó a los locales con uno menos al ver la segunda amarillas en el minuto 70. Los extremeños trataron por todos los medios de anotar el empate, pero los madrileños cerraron líneas atrás y supieron defenderse bien.

Majadahonda Magazin