ENRIQUE OCTAVIO. “Un ganador es un soñador que nunca se rinde” es el lema de Nelson Mandela que porta el Casarrubuelos y con él se llevó los 3 puntos de La Oliva en una sorprendente victoria basada en un juego sólido y en la suerte. Sabían los del sur de Madrid que si no ganaban estaban casi descendidos, ni el empate les valía. También lo sabían en el Rayo Majadahonda, pero su extraordinaria buena racha de resultados que acompañaban a su nuevo diseño con la pelota que le había sacado de colista se topó esta vez con un juego anodino, sin excesivas alternativas al balón largo y a las diagonales que tanto daño han hecho en otras ocasiones. Parece un tópico pero aunque los locales no comparecieran en la primera parte y los visitantes se limitaran a aguantar el tipo, un resbalón del portero en un balón inocente ocasionó el primer tanto visitante. Con el 0-1 y la desgracia por bandera comenzó el segundo tiempo.


Iba a rehacerse el Rayo Majadahonda y un segundo mazazo con forma de infortunio colaba el gol con rebote que envenenaba el balón y lo lanzaba a la escuadra. Nadie se creía lo que veía. Se lanzó entonces el Majadahonda a un ataque desaforado con línea de 3 abajo y en un contragolpe llegó el 0-3. Ver para creer. Entre medias, 3 palos y dos ocasiones solo para empujar a la red que confirmaba que el fútbol tiene dos secretos: jugar bien y tener suerte. El peor partido del Rayo y el mejor del Casarrubuelos se juntaron con la más negra mala suerte y la mejor fortuna. Solo 2 goles de última hora de ese prodigio de 10 llamado Escobar que no hizo demasiados alardes pero que hasta cojo resuelve, maquillaron algo la tragedia.

Ni el público ni el entrenador José María Rico daban crédito pero frente a Nelson Mandela el míster tiene también su pócima: “Cuando eliges dormir una hora menos y entrenar una hora mas, tu mundo crece”. Es de Rafa Nadal y por ello la plantilla entrenará todos los días hasta final de temporada en lugar de las 4 jornadas semanales. Es un entrenador de 2ª B que jugó incluso un play off a 2ª A con el Leganés y por eso sabe que es demasiado importante el reto y prestigio que todos tienen como meta. Tras pasar la travesía del desierto, Rico ha conformado un equipo que estaba deshilachado y ahora no van a tirarlo por la borda. Enfrente, la próxima semana precisamente el Leganés. Y como detrás quedan Real Madrid, Valladolid y en la última jornada el Adarve, con rencores escondidos desde hace 2 años, toca recuperar lo dilapidado. El único consuelo positivo fue que todos los rivales directos también pincharon: Alcorcón, Alcalá y el empate entre Peña León y Leganés. Y en los aledaños de Butarque se decide precisamente la próxima jornada.

Majadahonda Magazin