La Sexta TV «pixeló» el rostro del piloto del helicóptero «encocado» a pesar de tener un vídeo exclusivo sobre su fisonomía. Otros presuntos delincuentes no gozan de tal trato de favor a pesar de que pudo ocasionar una tragedia

MANU RAMOS. Mientras los poderes públicos (Ministerio del Interior, Guardia Civil, Hospital Puerta de Hierro Majadahonda, etc…) se afanaban en ocultar el nombre del piloto que estrelló el domingo 5 de marzo (2023) el helicóptero de la Dirección General de Tráfico (DGT) valorado en 2,7 y los 3,4 millones de euros cuando iba «ciego de coca», la prensa ha cumplido su papel de contrapoder y ha desvelado lo que se quería esconder: fue el periodista Carlos Hidalgo de ABC el primero que rompió el «manto de silencio» que envolvía al piloto que dio positivo en drogas del helicóptero de la DGT y que se estampó en Robledo de Chavela, el municipio más al Oeste de Madrid, pero a continuación le han seguido otros medios de comunicación que con igual o mayor pericia aportan más datos: 20 Minutos, El Español, El Mundo, Marca, etc… Se trata de Luis Manuel Vidal, «un antiguo bombero de 60 años y problemático». El acusado de provocar los destrozos en una aeronave de control de tráfico tras un aterrizaje forzoso culmina así una trayectoria laboral jalonada de problemas. El reportaje, publicado este 8 de marzo (2023), «tiene 60 años, cerca de 20 a los mandos de un helicóptero de la Dirección General de Tráfico. Pero era él, Luis V., el primero que solía incumplir las normas al volante. Tras el accidente fue trasladado al hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde le practicaron la prueba de drogas pero con sangre, que es mucho más fiable: positivo en cocaína y anfetaminas.


Enrique Recio

THE OBJECTIVE (Enrique Recio). En el interior de la aeronave no solo estaban el piloto, Luis V., a quien el juez acusa de un delito de seguridad aérea, y el cámara de Tráfico. También estaba la esposa de este último. De modo que, una vez se produjo el siniestro en Robledo de Chavela (Madrid), el matrimonio urdió un plan para simular que ella jamás había estado en el helicóptero. Llegaron incluso a engañar a su entorno, según indican fuentes cercanas a la investigación a THE OBJECTIVE. Los investigadores han acreditado estos hechos tras pedir el plan de vuelo a la torre de control del aeródromo de Cuatro Vientos, la base madrileña desde donde despegan los helicópteros de la DGT. En el itinerario, el pasado 5 de marzo, solo figuraba el vuelo del piloto y el operario. Sin embargo, los controladores aseguraron que ese día iban tres personas en el interior del aparato.


La investigación descubre una «polizona» en el helicóptero del piloto de la DGT «encocado» pero también se ocultó su rostro

La esposa del operario era una pasajera más en un vuelo únicamente autorizado para el aviador y el funcionario de Pegasus, cuya función ese día, como tantos otros en los que se prevé una salida de este tipo, era sancionar desde el aire imprudencias en autovías y carreteras. Trasladó a su familia que, al ver la noticia del accidente de su marido en la televisión, de los nervios dio un traspié y se hizo un esguince en el tobillo», indican. La mujer del cámara alargó su propia versión de los hechos hasta que su marido, acorralado por los investigadores, terminó admitiendo que ella también viajaba en la aeronave, eso sí, con el beneplácito del piloto. Estas mismas fuentes aseguran, en cualquier caso, que no sería la primera vez que esta madrileña se monta en un helicóptero de la DGT. En la foto que ilustra este artículo, la esposa del operario aparece en el interior de una cabina, aunque este periódico no ha podido verificar si se trata de uno de propiedad privada o pública.

20 MINUTOS. El piloto, tras recibir la primera asistencias sanitaria, intentó huir del lugar para precisamente evitar someterse al test de drogas. Llegó incluso a hacer autostop, le recogió una mujer y se escondió en su vivienda, donde fue posteriormente localizado por la Guardia Civil, momento en el cual le realizaron las pruebas toxicológicas en las que dio positivo. Varios medios de comunicación, entre ellos El Mundo, han buceado en el currículum vitae de V. Fue bombero en el parque municipal de Alcalá de Henares. Después dio el paso a los forestales de la Comunidad. Se sacó el carné de piloto de helicóptero y trabajó en la extinción de incendios para una empresa privada. Después regresaría a su puesto de bombero hasta 2019, cuando empezó a trabajar para la DGT, pilotando un helicóptero de los que se usan para sancionar a conductores. Fuentes cercanas al piloto han asegurado a «The Objective» que «A veces realizaba maniobras algo temerarias. Hacía alguna que otra pirueta con el helicóptero, daba giros bruscos o lo dejaba caer para recuperar rápidamente el control… Aun así, era un piloto experimentado». Su caso ha llegado hasta el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien este martes dijo que se «reevaluarán» las medidas de control y se adoptarán las medidas «necesarias» para evitar hechos como el del piloto de uno de los helicópteros de DGT que el pasado domingo volaba bajo los efectos de la cocaína y las anfetaminas.

Carlos Hidalgo

ABC. Luis quedó detenido, acusado de un delito contra la seguridad aérea. Sin embargo, ahora suma también la acusación de daños: la DGT se ha personado en la causa, habida cuenta de que su seguro no cubre el pago en caso de que los pilotos no vayan en condiciones óptimas para trabajar. Es decir, que el imputado, que está en libertad con cargos y al parecer es consumidor habitual de drogas, tendrá que pagar los desperfectos. El precio del helicóptero ronda entre los 2,7 y los 3,4 millones de euros, según Tele 5. Para pagar la «fiesta» es probable que ahora tenga que vender todo lo que tiene. «Un tipo problemático, indican fuentes de la Guardia Civil, con un historial conflictivo en su ámbito laboral y que terminó estampado en medio del campo con la aeronave en el término municipal de Robledo de Chavela, en la sierra madrileña».

Luis Manuel Vidal «el bombero», piloto que estrelló el helicóptero de la DGT en Robledo de Chavela. Antes ya había tenido problemas en Alcalá de Henares

El accidente ocurrió el domingo 5 de marzo (2023), pero ahora se conocen muchos más datos del suceso y, sobre todo, de su protagonista. Luis ha pasado muchos años en el Cuerpo de Bomberos, sobre todo en el parque de Alcalá de Henares. Allí ya dio problemas de conducta con sus compañeros, hasta que en 2005 recaló en la DGT. Y siguieron sus vaivenes con empleados y con los aparatos que manejaba. Recientemente, incluso fue piloto de un helicóptero al que se subieron una redactora y un operador de cámara del Programa de Ana Rosa. Le gustaba «hacer pirulas» a los mandos, revoleaba y mantenía con el corazón en un puño a quienes le acompañaban en el día a día. Por ejemplo, al trabajador encargado de grabar y del radar que iba detrás de él en la aeronave el domingo a mediodía. Tras despegar del aeropuerto de Cuatro Vientos, se dirigieron a la Cruz Verde, a vigilar la subida de los motoristas, habitual esos días festivos.

Casi 4 millones de euros de dinero público en el accidente del helicóptero cuyo piloto dio positivo en el test antidrogas

La aeronave sufrió un aterrizaje forzoso en Robledo de Chavela cuando resultó herido junto a su compañero operario de cámara y radar, huyendo a pie. Pero Luis V. volvió a hacer de las suyas. Esta vez, realizando un vuelo muy bajo, tanto que, por causas que se investigan, intentó realizar un aterrizaje forzoso que acabó con el aparato parcialmente destrozado y con sus dos ocupantes, incluido el piloto, heridos leves. Cuando llegaron la Guardia Civil y el Summa-112, allí solo estaba el operario de cámara. «Viajaba con un compañero, el piloto», les dijo. En ese primer momento, pensaron que podría estar muerto y se disponían buscar su cadáver por las inmediaciones. La sorpresa vino cuando el lesionado les dijo: «Se ha ido de aquí andando». Pronto, se dio aviso a las patrullas de Tráfico de que observaran si veían a un varón caminando por las carreteras. Alrededor de media hora después, agentes del destacamento de El Escorial lo localizaron, caminando por la M-600, sobre las 2 de la tarde. Cuando le preguntaron qué pretendía, respondió: «Me quiero ir a mi casa. Voy para Villanueva de la Cañada«. Su contestación, tan irracional, era su verdadera pretensión. Les pareció muy aturdido y le hicieron el test rápido de drogas habitual en los controles de tráfico. Dio positivo, revela ABC. Y ahora «Luis el bombero», tantas veces arriesgando la vida con fuego, se ha quemado la nariz y el bolsillo, buscándose la ruina. Pudo haber originado una catástrofe aunque ahora por fortuna solo la ha experimentado en su propio pellejo. ¿Aprenderá la lección?. Durante el juicio se comprobará.

 

Majadahonda Magazin