LIDIA GARCIA. «Agapornis Perdido. Hoy en torno a las 19:30 he perdido a mi agapornis por la zona de Grefa. Si alguien lo ve por favor llame al XXX». Una mujer residente en una conocida urbanización de lujo en el Monte del Pilar de Majadahonda ha hecho llegar este mensaje de una vecina suya, proporcionando un número de teléfono por si alguien lo encuentra. Y es que el «Agapornis» se ha puesto de moda como mascota de las familias más pudientes aunque son cada vez mas los hogares que poseen uno o dos ejemplares de esta amorosa especie. «El agapornis roseicollis pertenece a la familia de los Psittaculidae, originarios de África, de los que son familiares lejanos. Vulgarmente, algunos los llaman las aves “inseparables”. De hecho, su propio nombre viene de la palabra griega «ágape», que significa «amor» o «afecto», y «ornis», que significa ave. «Dado que el macho y la hembra son inseparables, pasan mucho tiempo juntos, se arreglan las plumas el uno al u otro o se acurrucan juntos, es un nombre que le viene muy bien», señala la web «Aves Exóticas.org».


El agapornis perdido es albino como este

Su forma es bastante peculiar. Se trata de loros pequeños, con un total de 9 especies, cuyo tamaño está comprendido entre los 13 y 16 cm, según que especie. Sus plumajes son muy coloridos y destacan por su cola corta. ¿Cómo suele ser el comportamiento de un agaporni?: Los agaporni suelen ser animales bastante confiados con el ser humano, aunque mucho más con los de su propia especie y otras aves. Por norma general no suele ser un animal violento ni que suela atacar, salvo que sea sienta muy amenazado. Existen una serie de pistas que ayudan a conocer cuál es el estado de ánimo del ave. Alegre: En el caso de que el agaporni esté contento, estará activo, curioseará todo a su alrededor y se peinará el plumaje, además de emitir sonidos. No parará quieto un solo momento, lo que demostrará su buen humor.

Tranquilo: En este caso el ave estirará las patas y posará con las plumas ahuecadas. También es común que muestren un estado tranquilo cuando su cabeza está hacía atrás mientras están en su percha.
Triste: Lo normal es que el agapornis esté en movimiento. No obstante, si el ave no se mueve o no parece tan sociable como otras veces, será porque está triste, igual porque quiere salir de su jaula o se siente solo en esta.
Sociable: El agapornis es un animal muy sociable. Con otras aves se puede comprobar cuando se dan de comer unos a otros, se colocan los dos juntos en el palo o no paran de emitirse sonidos unos a otros.
Agresivo: No es bastante común ver a un agapornis agresivo, pero si lo está, comenzará a agitar las alas emitiendo ruidos constantes y amenazantes, se lanzarán a atacar con picotas o a arañar con las patas. Un ejemplo de que puedan estar así es porque crean que sus crías están en peligro.

El tiempo de vida medio es de unos 12 años, pero con un buen cuidado, estas aves pueden llegar a vivir los 15 años sin problemas siempre y cuando se les haya alimentado bien y el dueño le haya dado los cuidados adecuados. No es algo difícil, puesto que el animal solo requiere de unos 20 minutos de atención al día. Al principio lo mejor es mantener un poco las distancias. El ave, al estar encerrado en una jaula, sin tener nada de libertad, se sentirá un poco triste. Además, se encontrará en un ambiente que no conoce, lo que lo pondrá un poco nervioso. De modo que, durante los primeros días hay que evitar tocarlo o intentar cogerlo a toda costa. Pasados un par de días es cuando hay que empezar a intentar ganarse la confianza del ave. Para ello lo mejor es que la jaula esté situada en una sala donde se haga bastante vida social, como un salón o un comedor. Poco a poco hay que acercarse a la jaula y pronunciar su nombre, para que se vaya acostumbrando a la palabra. Pero si se nota que el animal evita el contacto lo mejor es dejarlo estar. Poco a poco el animal se irá acercando al dueño a reconocerlo. Leer más.

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