globoUn grupo de investigadores spañoles está convirtiendo a Majadahonda en el centro de las investigaciones sobre la contaminación del aire. Se trata de un equipo formado por científicos del CSIC, el Centro Universitario de la Defensa Zaragoza, la Universidad de Hanyang Corea, la Fundación CEAM de Valencia, el CIEMAT, el Instituto de Salud Carlos III y las Universidades de Marsella, Birmingham y Politécnica de Madrid que están realizando mediciones de ozono, partículas PM2,5 y carbono negro en el aire. El lugar escogido ha sido la pista de atletismo del Valle del Arcipreste donde a través de globos aerostáticos de tecnología coreana se mide la contaminación de Madrid transportada por el aire en las distintas capas, según ascienden los dispositivos de medición. Unos globos que pueden observarse desde Majadahonda ya que se elevan hasta una altura de un kilómetro para poder captar todas las partículas contaminantes. A continuación reproducimos el comunicado del Consistorio:


globo4«Un grupo de investigadores, liderados por Xabier Querol (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), permanece hasta el jueves en las pistas de atletismo del Valle del Arcipreste realizando mediciones de ozono, partículas PM2,5, partículas ultra finas y carbono negro utilizando sofisticados equipos con tecnología coreana. Con globos aerostáticos cautivos que pueden verse desde distintos puntos de Majadahonda, dado que alcanzan una altura de un kilómetro, los científicos del CSIC, el Centro Universitario de la Defensa Zaragoza, la Universidad de Hanyang Corea, la Fundación CEAM de Valencia, el CIEMAT, el Instituto de Salud Carlos III y las Universidades de Marsella, Birmingham y Politécnica de Madrid miden la “contaminación de Madrid transportada” en las distintas capas, según van ascendiendo los dos globos, con el equipo que traslada la señal a los ordenadores del puesto de mando, para ser interpretados posteriormente. Este estudio intensivo cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Majadahonda, está apoyado por las empresas Tsi-Alava Ingenieros y Air Modus-SolMa y financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid», concluye la nota de prensa del Consistorio.

globo1La periodista Esther Sánchez fue la primera que contó que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid iban a iniciar en julio este proyecto pionero que estudia la formación y dispersión del ozono troposférico (O3), «un gas que afecta a la salud y produce 17.000 muertes prematuras al año en Europa. En los próximos días se distribuirán por diversas zonas de la capital y de la región 100 medidores de dióxido de nitrógeno (NO2) y otros 100 de ozono, además de dos globos aerostáticos. El proyecto, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se extenderá por otros puntos negros del ozono en España». Y añadía: «Llega el verano y, con él, el tan temido ozono troposférico, conocido como “ozono malo”: un contaminante secundario que se forma en las calles de la capital a partir de un cóctel en el que se mezclan dióxido de nitrógeno (NO2), producido por el tráfico, compuestos volátiles y radiación solar. Desde su origen urbano, el gas se desplaza hacia la periferia y aparece en lugares situados a muchos kilómetros de distancia de las fuentes de contaminación. Desde hace tres años, los índices del contaminante también crecen en la capital».

globo3«El proyecto, que se inicia en Madrid en julio, no pretende resolver el problema del ozono, “porque es muy complejo, al depender de múltiples reacciones, pero lo estudiaremos en profundidad”, indica Xavier Querol, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y coordinador del trabajo junto al Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua. También intervienen el Ministerio de Medio Ambiente, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Se instalarán 200 medidores en diferentes puntos de la región, con especial incidencia en el norte, zona donde más a menudo se repiten los picos del contaminante. El proyecto se completa con dos globos aerostáticos que se ubican en Majadahonda, a un kilómetro de altura. Los artefactos están equipados con tecnología de última generación, que medirá el O3, compuestos orgánicos volátiles (gases) y partículas ultrafinas (sustancias sólidas 1.000 veces más delgadas que un cabello). En las alturas se medirán también los compuestos orgánicos volátiles, lo que implica la utilización de un equipo muy complejo por la cantidad de sustancias que hay que detectar: unas 170″, informa la periodista.

globo2«Aquí entran en juego los equipos miniaturizados por los científicos de la Universidad de Hanyang (UH) de Corea del Sur. Los globos elevarán el material coreano, de entre tres y cinco kilos de peso, a más de 1.000 metros. La elección de Majadahonda se debe al comportamiento errante del ozono. Lo habitual es que el O3 abandone las calles de la capital, se desplace al suroeste y, a medida que se calienta la sierra, gire en el sentido de las agujas del reloj para continuar por la tarde hacia el noroeste, donde la cercanía del aeropuerto impide utilizar los globos. A grandes rasgos, la ruta se podría resumir como de Madrid a Algete pasando por Majadahonda. La complejidad en la formación del ozono es tal que no existe una relación lineal entre la disminución de alguno de los componentes que necesita para formarse. “Si baja el número de coches, seguro que disminuye el NO2, pero en el caso del ozono no es así, porque intervienen más compuestos”, explica Querol. Los equipos se empezarán a colocar el 29 de junio y se retirarán un mes después. Los globos se elevarán entre el 11 y el 15 de julio y en seis meses se tendrán los resultados, explica Mariano González, director general de Medio Ambiente, que recuerda que una de las medidas del Plan Azul de la Comunidad es avanzar en el conocimiento del ozono. Desde el Ayuntamiento, la subdirectora general de Sostenibilidad, Ángeles Cristóbal, espera que los resultados ayuden a entender por qué se producen picos en sábado o en domingo, “precisamente cuando el tráfico se reduce”, concluye el reportaje.

Majadahonda Magazin