Fotografía de Kike Para sobre viviendas públicas de Majadahonda
El fracaso de las subvenciones a la compra de viviendas sociales que tuvieron lugar durante el “boom” inmobiliario, el tercermundista proceso de adjudicaciones por sorteo y la ausencia de un masivo plan de viviendas públicas de alquiler en el país de los 4 millones de pisos vacíos ha suscitado la curiosidad del periodista Fran Serrato, que este fin de semana publicaba un reportaje en “El País” titulado “Vivienda Joven a los 40: Cuando Francisco J. solicitó una casa a la Comunidad de Madrid tenía 29 años. Ha recibido las llaves tras once años de espera”. En él cita el Plan de Vivienda de Majadahonda. Y es que mientras en numerosas ciudades de Europa como Berlín los planes de incentivo al alquiler de vivienda han abaratado la misma hasta el punto de costar entre 300 y 400 euros mensuales, 752 familias llevan cinco años esperando una vivienda del Ivima y la promesa de entrega de las mismas acaba el 30 de junio, como se ha encargado de recordar el periodita: “El instituto ha entregado 332 pisos de los 1.084 que suscribió en 2006 con el Ayuntamiento”, recuerda Diego Fonseca. Y aclara: “El Instituto de la Vivienda (Ivima) ha entregado en Majadahonda solo 332 pisos de los 1.084 que suscribió en 2006 con el Ayuntamiento de este municipio del noroeste de Madrid para menores de 35 años. Aunque los inmuebles debían estar levantados en 2011, según reconoció el Ivima a este diario, el organismo público solo ha edificado 567. De estos, 235 llevan más de un año construidos, pero todavía no han sido entregados a los adjudicatarios. 752 familias llevan esperando desde 2011 para poder entrar en su nuevo hogar”.
De ahí que rescate el compromiso: “Como Juan Ignacio Torres, Laura Castellano, de 28 años, ha pasado por lo mismo: lleva casi una década trabajando, con pareja, pero sigue en casa de sus padres porque no ha recibido el piso que le prometieron. “Nunca nos dieron una explicación. Tenemos un grupo de Facebook en el que nos intentamos informar entre nosotros, pero nada más”, dice Castellano. Su piso, como el de Torres, es de la promoción de 235 viviendas que están construidas pero sin entregar. Un responsable del Ivima adelanta que esperan poder darlas en el primer semestre de 2016, cinco años más tarde. Hasta que ese día llegue, ni Torres ni Castellano se lo creen”. Y es que ese primer semestre de 2016 acaba el 30 de junio.
“Francisco J. es uno de los que ha conseguido llegar a la meta. Después de una “interminable” espera, acaba de recibir las llaves que cambiarán su vida y la de sus dos hijos. Fue agraciado con una casa en el sorteo del Plan de Vivienda Joven (para menores de 35 años) del 9 de mayo de 2007. Días más tarde llegaba una carta a la casa de sus padres. En ella, la Comunidad de Madrid le notificaba que, en menos de dos años, firmaría un contrato de alquiler con derecho a compra. La alegría pronto se convirtió en desesperación. “Sin saberlo acababa de empezar mi calvario”, escribió en la misiva que remitió a El País poco antes de recibir la casa, de dos habitaciones, el pasado 26 de mayo. El proceso le ha llevado nueve años de su vida. Cuando solicitó la vivienda, en 2005, tenía 29 años y un proyecto de futuro que retomará ahora, a punto de cumplir los 40”, escribe Fran Serrato.
Durante este tiempo, asegura que ha vivido “la nefasta gestión de la Administración”. “Las personas no les importamos”, sostiene. Francisco J. creyó que nunca conseguiría la vivienda. Quizás piensen algo parecido los 18.537 demandantes de vivienda pública registrados en la Agencia de Vivienda Social (antiguo Ivima) a fecha de 1 de marzo. Del total de peticiones, 14.105 pertenecen a la lista única de solicitantes del Plan Joven de la Comunidad. El resto son personas que se encuentran en una situación precaria y necesitan un hogar. “Alguien me comentó que la constructora de las casas quebró y que por eso se demoraron”. La Consejería de Vivienda alega que el retraso se debió a los requerimientos de las compañías de servicios durante la ejecución de la obra. La empresa encargada de suministrar la energía eléctrica, explica, demandó la construcción de un centro de transformación adicional para dar el servicio.
Fuentes:
El Plan de Viviendas Públicas de Majadahonda
El fracaso de las subvenciones a la compra de vivienda y la ausencia de un plan público de alquileres
