«La representación de la Última Cena tiene tirón en Infiesto, donde las celebraciones de Semana Santa cada año ganan más adeptos gracias al esfuerzo de la Cofradía del vía crucis viviente. Ejemplo de ello son las trece familias del colegio privado Highlands School Los Fresnos de Madrid que desde el miércoles se hospedan en la capital avellanera para seguir de cerca todas las actuaciones. «Venimos a Asturias desde hace tiempo de misiones y nos habían hablado muy bien de este vía crucis, así que no quisimos perdérnoslo este año», apuntaron miembros del grupo como Patricia Castaño. Para ella, los más de 465 kilómetros recorridos desde Majadahonda están más que justificados. «Se habla mucho de las procesiones del Sur, pero en el Norte también se celebra con devoción la Semana Santa. Nos encantó ir por la calle y que hasta los escaparates estuvieran decorados con motivos procesionales», subrayó. «Repetiremos porque la acogida está siendo muy buena», adelantaron los estudiantes madrileños».


La periodista Cristina Corte de La Nueva España de Oviedo cuenta como «La Última Cena» piloñesa tuvo lugar tras la proyección de un audiovisual en la iglesia parroquial que sirvió para trasladar al respetable a la Jesuralén de hace siglos. Con una cuidada puesta en escena fueron apareciendo los Apóstoles en el altar: primero, Juan, después, Andrés, y a continuación, Pedro, Bartolomé y Felipe, cuya biografía fue desgranada por un narrador. Les precedieron los dos Santiagos, Simón y Mateo, discípulo este último que dejó su carrera como cobrador de impuestos para unirse a Jesús.

«Completaban el elenco Tomás, el más pesimista y obstinado de los apóstoles, y Judas Tadeo, primo hermano de Jesús de origen campesino que, por su temperamento apasionado, fue apodado como «el Valeroso» para diferenciarlo del traidor Judas Iscariote, que apareció en último lugar. El villano eligió entregar a su maestro por treinta denarios, pero al poco tiempo se arrepintió de sus actos e intentó devolver las monedas a los sacerdotes que se las habían dado. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando el Nazareno limpió los pies a sus discípulos para luego convertir el pan y el vino en sacramento de su amor. En la Última Cena de Pascua hubo tiempo para frases célebres de Jesús como el «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» y para acompañamientos musicales a cargo de la banda local, que emocionó al público al interpretar «Cristo Gitano» para cerrar la escena», señala la periodista.

Y concluye: «La acción se trasladó a continuación a la plaza Mayor de Infiesto, convertida en un huerto de los Olivos al que no le faltaba detalle. Los asistentes enmudecieron al ver aparecer entre humo hasta en dos ocasiones un ángel ante un realista Jesucristo, interpretado un año más por el electricista Manuel Castañedo Sánchez. La lluvia que cayó durante toda la tarde dio un respiro y permitió a los asistentes ver consumada la traición de Judas en forma de beso para entregar a Jesús. Los asistentes a las representaciones piloñesas destacaron ayer el mimo y detalle con el que estaban hechos los escenarios y los ropajes de los figurantes, que comenzaron sus ensayos en enero bajo las indicaciones de la directora Charo Pérez. «Cada año guardan alguna sorpresa nueva para que no te aburras y se nota que detrás hay un trabajo brutal», apuntaban los vecinos«. Leer más.

Majadahonda Magazin