FELIX G. PEDROCHE. Han transcurrido 20 años desde mi irrupción en la militancia política, como afiliado de base en el Partido Popular (PP) y en Majadahonda. Mi objetivo cuando inicié mi andadura en las filas de este partido en 1995 fue aportar ideas y propuestas de valor pensando en la sociedad como destinatario definitivo. Craso error por mi parte, pues obtuve nulo reconocimiento y retorno negativo a nivel personal y profesional. Tanto tiempo dedicado con mi participación en las comisiones de trabajo de Medio Ambiente, de Economía y Hacienda, como compromisario en el Congreso Regional de Madrid para la Ponencia de Estatutos, y las propuestas siempre encontraron delante el muro de la desidia y el ninguneo político de los «líderes del partido», siempre mirando por su posicionamiento a base de trepar yendo de perfil, para no destacar del grupo como refugio de los cobardes interesados. Sin lugar a dudas hoy puedo atestiguar que durante este tiempo me encontré en la militancia política a las peores personas de toda mi experiencia vital. Si mi experiencia en este aspecto sirviera de consejo, no recomendaría a nadie su participación ni dedicación de tiempo alguno en este cenaguero o merienda de negros, donde el navajeo y la traición son los utensilios habituales. Y como alguien con un puesto institucional importante me confirmó hace mucho tiempo, «en política no hay amigos», todo son intereses.
Toda mi militancia activa se desarrolló en las filas del PP de Majadahonda, en conexión con la Asamblea de Madrid en lo referente a participación en las Comisiones de Trabajo. Si tienes disponibilidad para dedicar parte de tu tiempo a la realización de buenas obras para la sociedad, te aseguro que la política no es tu enclave idóneo. El reconocimiento no es precisamente la moneda de cambio en política, al menos en España. Ese tiempo que le restaste a tu familia, amigos y actividad profesional, obtendrá como contraprestación el posicionamiento ante tí de enemigos antes inexistentes, que cuál enjambre de cobardes se posicionaron en los filas de esos falsos líderes políticos, que a través del soborno y las dádivas fueron comprando y reclutando para su causa a sus huestes de cobardes interesados. Mañana: segunda parte.
En el PP lo que se estila es el amiguismo, peloteo y lo bien relacionado que estés. Que seas una persona competente y con ganas de trabajar no está reconocido.
Con tanto tiempo en el partido y en el ayuntamiento no te enteraste de la gurtel?
Hay que distinguir militancia de cargo. Es distinto. Este Sr. no ha ostentado cargos y además como militante siempre ha sido muy crítico con la corrupción
¿Y quién no se ha enterado de la Gürtel?
Ese tema sólo afectaba a los cargos institucionales del partido.
Los afiliados del PP como siempre eramos meros convidados de piedra.