FELIX G. PEDROCHE. A las 9:00 de la mañana de este domingo 23 de julio (2023) saliendo de casa, con mi DNI y tarjeta censal, me pongo en camino hacia mi colegio electoral de Majadahonda: San Pio X. La mañana se presta tranquila, dadas las fechas en plena canícula veraniega. Aparece la entrada a las instalaciones flanqueada por 4 policías nacionales, y 2 guardias civiles en la puerta del colegio de mi distrito. Mi enfoque consistirá en pulsar la opinión de los apoderados de los distintos partidos políticos, así como de los votantes asistentes a los distintos colegios electorales, sobre diferentes aspectos relativos al proceso electoral.
1. Voto electrónico. Considero que realizar la consulta electoral en formato digital supondría un gran ahorro presupuestario y un avance en materia de sostenibilidad. Pensemos: ¿Cuantos árboles han de ser talados para aportar el papel necesario (celulosa) donde expresar en formato físico nuestra opinión (voto) cada 4 años, en tres ocasiones: – Municipales y Autonómicas. – Legislativas. – Parlamento Europeo. En los días previos he recibido el sobre con la propaganda electoral de los diferentes partidos políticos, conteniendo en su interior un extracto de su programa electoral, papeleta al Congreso (lista cerrada) y papeleta al Senado (lista abierta), pero en este caso tildadas las casillas de cada partido remitente para «facilitar su elección de candidatos» (3 para cada partido político). Para atenuar en lo posible este dispendio presupuestario absurdo, me he encargado de ir clasificando el contenido, una vez introducidas en el sobre de mi elección las pertinentes papeletas al Congreso y al Senado, uniendo con un click los distintos programas electorales, en la idea de realizar un análisis comparativo de sus contenidos programáticos. Una vez dentro de mi colegio electoral, distribuyo en la mesa las distintas papeletas al Congreso (listas cerradas, Caballo de Troya, paquete cerrado) y rompo las papeletas al Senado recibidas ya marcadas. Me dirijo a mi mesa electoral y deposito las papeletas que había elegido en casa hace varios días. 2. Demasiados partidos políticos. Si comparamos nuestro espectro político, con el de las democracias más avanzadas del Mundo (EE.UU, Reino Unido, Suiza, Suecia, Alemania, Finlandia), nos daremos cuenta de lo absurdo que resulta observar la mesa donde están las papeletas, con su infinidad de partidos buscando atrapar el voto disperso para sus diferentes opciones políticas. Total: 10 Partidos Políticos: ¡absurdo!.
3. El por qué de tantas opciones políticas. Desde tiempos inmemoriales (Imperio Romano), la lucha por el poder y la riqueza se basaba en un enfrentamiento entre la derecha y la izquierda. Entre «los que tienen» y «los que no tienen». Entre los que controlan los medios de producción y la riqueza (clase capitalista) y los que viven de la retribución de los primeros como compensación a su aportación laboral (clase obrera). Como consecuencia de la deficiente distribución de los medios de subsistencia, por un lado dispendio y por el otro miseria, surgían conflictos de intereses en modo de guerras civiles, que traían por consecuencia el avance en el ciclo económico, como bien define el economista Ray Dalio en su «Campana de Gauss«.
Siempre ha ocurrido así a través de la Historia, según observamos en ese minucioso análisis del autor del libro «Principios para enfrentarse al nuevo Orden Mundial» (Ray Dalio) desde que surgió la imprenta en el año 1.500 de la mano de Guttemberg. Vemos como los ciclos económicos se van conformando a lo largo de la Historia, a través de una línea de tendencia ascendente, conteniendo las diferentes Campanas de Gauss, de forma que es la redistribución de la riqueza lo que propicia el surgimiento de una «Clase Media» que aporta la estabilidad necesaria al entramado civil, evitando así el enfrentamiento ancestral de los extremos (clase capitalista y obrera). En las democracias más avanzadas, observamos que la alternancia política se basa en 2 únicos partidos políticos (la derecha y la izquierda), de forma que una vez sale elegido uno u otro, todos se ponen a trabajar colaborando en favor del progreso de su nación (caso de Alemania). Es el electorado quién controla el timón de la nave, decidiendo como escorar su avance en una u otra dirección, en función siempre de una correcta distribución de la riqueza, conformando la posición de una estable e incipiente «clase media» firme precursora del progreso nacional.
4. La falta de liderazgo y su consecuencia. ¿Qué ocurre en España?. Es la ausencia de liderazgo político lo que trae por consecuencia que los partidos representativos del centro-derecha y del centro-izquierda, PP y PSOE, necesiten apuntalarse del populismo de derecha y de izquierda respectivamente, suplicando el apoyo necesario para hacer girar la balanza en su favor y así alcanzar el ansiado Gobierno. La señal más clara de que existe «crisis política, social y económica» en el país es precisamente ese surgimiento del populismo, tanto de derechas como de izquierdas, que conecta con esa amplia capa social descontenta de la población, con falsas promesas como base de sustento para su empobrecimiento económico, consecuencia de políticas económicas erráticas. 5. El mal de fondo de la Política en España. El acceso al estamento o casta política de las personas no adecuadas, consecuencia de una Ley Electoral anquilosada y espúrea, que sustenta las «Listas Cerradas» en los procesos electorales, y la Ley D’Hont que redistribuye el voto en función de su lugar de procedencia, contribuyendo a la «España vaciada«, son dos propuestas que desde estas líneas consideramos absolutamente necesarias de cambio inmediato. ¡Listas abiertas ya!.