LIDIA GARCIA. Carlos Llorente define su estancia en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) como la experiencia más dura de sus casi cinco décadas de vida. “Todo comenzó como una gripe normal, pero con el transcurso de los días, el tema se fue complicando hasta derivar en una neumonía viral bilateral. Durante muchos días me encontraba rematadamente mal: fiebre y más fiebre, dolor de cabeza perpetuo y el estómago del revés por culpa del cóctel de medicación que tenía que tomar”. A Carlos le tiembla la voz cuando habla de sus cuidadores a los que, asegura, no va a olvidar nunca. Aunque no podía ver su rostro escondido detrás de todas aquellas protecciones que, por aquel entonces, todavía tenían a disposición. «Nada me podía consolar más que ver entrar a la enfermera en la habitación con la medicación intravenosa que me suministraba para bajar la fiebre y para los vómitos. No tengo palabras para agradecer el cariño y la cercanía que me demostraban, como me animaban en los momentos mas bajos”. Con estas palabras, el periodista Íñigo Lapetra cuenta en «La Razón» la historia de un paciente de «perfil bajo» que inicialmente no estaba considerado de riesgo. Pasó momentos muy duros en el Hospital de Majadahonda pero finalmente salió adelante. Y ahora quiere agradecérselo a quienes lo salvaron.


Carlos Llorente quiere devolver lo que ha recibido

RTVE también recoge así la noticia: «Otro de los 48.021 pacientes recuperados es Carlos Llorente, de 47 años, quien pasó 14 días ingresado en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda luchando contra el coronavirus. «Durante estos días, Carlos comprobó en primera persona que los profesionales sanitarios no disponían de la suficiente protección a la hora de trabajar por lo que, tras su alta, decidió lanzar una plataforma de ‘crowdfunding’ para recaudar fondos para la compra de material de seguridad. Este miércoles, seis días después de lanzar la campaña, ya habían conseguido más de 28.000 euros, que serán destinados a la adquisición de 3.600 mascarillas FFP 2 –las que más protegen- y dos ecógrafos portátiles para tres hospitales públicos de la Comunidad de Madrid: el Puerta de Hierro, el Doce de Octubre y el de Fuenlabrada. “Queda el último empujón”, nos cuenta, ya que están cerca de alcanzar el objetivo de 31.000 euros que se habían marcado para garantizar estos materiales.

Y La Razón añade: «Entre tantas noticias tristes sobre la pandemia que inundan cada día los medios de comunicación, esta historia tiene un final feliz, o mejor, muchos finales felices y además para mucha gente. Para Carlos que ya está con su mujer y sus 2 hijos, para los miles de profesionales sanitarios que trabajan en estos 3 hospitales porque van a tener más mascarillas FFP2 y para los pacientes graves que ingresen en estos centros porque tendrán un diagnóstico mejor y mas certero con los nuevos ecógrafos portátiles», indica el periodista. Y concluye: «Fue el paciente con Covid-19 nº 70 de la Comunidad de Madrid y ha estado luchando por su vida durante 30 días de soledad, 14 de ellos ingresado en el Hospital Puerta de Hierro Majadahonda.  «En todo este periodo, los profesionales que le cuidaban suplieron a su familia alejada por el aislamiento y las restricciones de la pandemia. Hoy plenamente curado, sigue su lucha personal contra el virus: ha montado una plataforma para recaudar fondos destinados a comprar 3.600 mascarillas FFP2 y 2 ecógrafos portátiles para los hospitales de Puerta de Hierro, 12 de octubre y Fuenlabrada. Cuenta con el aval oficial de los 3 hospitales y le faltan poco más de 8.000 euros para conseguir el objetivo final y llevar a los profesionales el preciado material con el que protegerse en su guerra diaria contra el virus. “Ellos me han cuidado todo este tiempo y ahora me toca cuidarlos a mí desde casa”.

Por último ABC, por medio del periodista José Carlos Carabias, detalla como a Carlos Llorente le pareció una gripe allá hacia finales de febrero, último coletazo de un invierno cálido y atípico. Parecía porque lo anunciaban los síntomas: fiebre, tos, malestar general. No había ni estornudos ni congestión, otras señales para reconocer un proceso gripal. El protagonista de esta historia comenzó a inquietarse porque la fiebre no bajaba. Desde China surgían noticias de un brote de un virus desconocido, pero en España aquello sonaba remoto, una enfermedad proveniente de tan lejos, la recóndita Wuhan. La dolencia empeoró para Llorente y el tránsito fue inevitable el 4 de marzo. De su domicilio al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde su mujer trabaja como oncóloga. Catorce días en el centro que incluyeron una neumonía viral y quince días de reclusión en casa. Fue el paciente 70 en la Comunidad de Madrid, uno de los primeros de España. En agradecimiento al personal sanitario, este economista de 47 años ha hecho «un Amancio Ortega». Ha montado una colecta pública de donaciones que ya ronda los 31.000 euros para entregar más de 5.000 mascarillas y varios ecógrafos a hospitales de Madrid.

«Por encima de todo, me gustaría agradecer la calidad humana y profesional del personal sanitario del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda -cuenta a ABC el paciente 70-. Es imposible tratar mejor a un enfermo, con más categoría profesional y humanidad. Y un recuerdo especial a la doctora Rosa Malo, la neumóloga que me trató y que tanto investigó porque no conocíamos el Covid-19». Con el paso de los días, la angustia anidó en Carlos Llorente porque padeció lo que han sentido tantos españoles y ciudadanos del mundo infectados, en mayor o menor gravedad, por el Covid-19. «Durante muchos días me sentía como un trapo, muy muy mal. Fiebre constante, fuerte dolor de cabeza que no se iba, y el dolor de estómago más o menos permanente. Mi organismo estaba totalmente descompensado”». Después de trabajar como fiscalista, desde hace 3 años lleva la gestión económica del Hospital de día Pío XII, en Madrid. Está en contacto con el mundo sanitario. Desde ese conocimiento, ha gestionado la recaudación pública con dos proveedores que trabajan con su empresa. «El problema es que es muy difícil encontrar material en el mundo, sobre todo mascarillas. Los hospitales, salvo en oncología y diálisis, son centros de coronavirus ahora mismo. Cuando todo pase, tendrán carencias y los ecógrafos les vendrán muy bien. Hay mucha gente que quiere ayudar, pero no sabe cómo». Esta es su historia y aquí puede sumarse a su plataforma para lograr el objetivo.

 

Majadahonda Magazin