JULIA BACHILLER. La Policía Local de Majadahonda tuvo que mediar el pasado domingo en un caso un tanto sorprendente ocurrido en esta ciudad. Los hechos fueron los siguientes, según fuentes policiales: dos turistas franceses pretendían acceder al edificio cerrado de la calle Neptuno, las conocidas «casas rojas». Habían pagado en la plataforma de alquiler internacional Airbnb un apartamento en dicho edificio. Se les informo que habían sido objeto de una estafa y se avisó a la empresa para que retiraran el anuncio. Habrá que recordar que dicho edificio fue desalojado el pasado 24 de abril y en estos momentos se encuentra con puertas y ventadas tapiadas.


¿Quien no conoce ya a Airbnb la web más popular de alojamientos particulares?. Para quien no lo sepa, recurrimos a su página y la información que ellos mismos aportan: “Airbnb es una plataforma que pone en contacto a personas que quieren ofrecer sus viviendas en alquiler, con huéspedes que necesitan alojamientos temporales. Como todo modelo de negocio basado en el consumo colaborativo, necesita de varias partes para funcionar: los propietarios de las viviendas (los anfitriones), los huéspedes y entre ambos, Airbnb, que pone en contacto directamente a unos y otros a través de su plataforma en Internet. Y fruto de esa relación entre las tres partes, surge una cuarta: la comunidad de usuarios de Airbnb, que intercambia información sobre las experiencias que han tenido, de modo que viajeros y anfitriones comparten opiniones y consejos. La filosofía de Airbnb es sencilla. Anfitriones que alquilan sus casas durante un tiempo a huéspedes que van a pasar unos días en ese lugar. Pero dentro de este funcionamiento hay un mundo de posibilidades”.

“En la reciente Feria Internacional de Turismo (FITUR) celebrada en Madrid, Airbnb fue uno de los temas de conversación (y preocupación) entre los profesionales, que la acusan de competencia desleal y de poner en riesgo a todo el sector, clave en la economía de muchos países, como España”. ”El proceso de reserva es parecido al de un hotel a través de cualquier web, con la diferencia de que se trata de residencias particulares. Airbnb cobra una comisión tanto a anfitrión como al huésped por cada reserva realizada a través de su plataforma y hace de intermediario en el pago. Desde su lanzamiento en noviembre de 2009, Airbnb ha alcanzado datos estratosféricos que han hecho temblar a la industria hotelera: Más de 2 millones de alojamientos repartidos en 190 países. Más de 60 millones de viajeros hospedados. Actualmente esta empresa está valorada en más de 30.000 millones de euros. Barcelona es el 4º destino de Europa con más oferta. Por ejemplo, en el pasado World Mobile Congress de Barcelona, un 20% de los asistentes se alojaron usando esta plataforma”.

Hemos de destacar como garantizan al usuario la calidad de su producto , que parece ser que aquí en Majadahonda no les ha funcionado. “Airbnb te ayuda a que compartir sea fácil, divertido y seguro. Para ello, nos encargamos de verificar los perfiles personales y los anuncios, de mantener un sistema de mensajes inteligente para que los anfitriones y huéspedes puedan comunicarse de forma segura y de administrar una plataforma de confianza para la gestión de los pagos “. Las quejas que pueden apreciarse en las redes sociales realizadas por personas que han hecho uso de esta aplicación son variadas, al igual que el índice de satisfacción por el servicio, pero sirva como antecedente lo sucedido en Majadahonda del nuevo modelo de estafa que surge con estos nuevos servicios.

 

Majadahonda Magazin