ANGEL ALONSO. No quería despedir 2023 sin dar las gracias a tantas personas que me han ayudado tanto en mi paso por este Ayuntamiento. A muchas personas, como es lógico después de 16 años de servicio en 2 etapas: a todos los trabajadores municipales; a los sindicatos, que me han ayudado mucho los últimos 4 años y especialmente a mis jefes de servicio, que son los que más me han sufrido. A Oli y Esteban, que es como si fuesen uno; no os diré más de lo que ya os dije el pasado jueves, salvo gracias, gracias por estar hoy, ayer, mañana, pasado, al otro y al otro. A Pilar de la Cruz, que tanto me acompañó y enseñó al principio, entre otras cosas a valorar los servicios públicos. A José Luis Muñoz, que cuando crees que ya sabes algo de empleo te enseña mundos nuevos a través del emprendimiento, el autoempleo o la economía de tercer sector y que se acabó convirtiendo en un consejero impagable. A Jaime López. Pocas cosas me podían costar tanto como introducirme en el mundo de la administración electrónica y las smartcities. Si algo aprendí y algunas cosas logramos mejorar fue gracias a su paciencia y con ello a hacérmelo más fácil y ameno.
A Pedro Estrada, maestro en el proceloso mundo de los Recursos Humanos, que me dio las claves para sobrevivir a él y a su sucesora, Yolanda Mosquera, una apuesta segura de éxito por su empatía, capacidad de trabajo y sacrificio pero, por encima de todo, por ser buena persona. A Javier Cuevas, Mario Salcedo, Marisa Castro, Elena Gómez y toda la familia de la Concejalía de Hacienda, especialmente a Roberto, ejemplo de que entre los madridistas también hay buenas personas. Son las personas con las que más tiempo he compartido, no sólo por años de gestión en la Concejalía, en ambas etapas, también a lo largo del día, sobre todo en esos cierres de ejercicio, que requería ampliar horarios, siempre sin una mala cara ni ningún reproche. A todos, muchas gracias.
Y a mi socio; la apuesta más segura, la respuesta más fiable, la mejor garantía. El gafe más cenizo también, que supo anular a base de profesionalidad. El mejor timonel para mares revueltos, porque sabemos que mar en calma nunca hizo buen marinero. Ismael, muchas gracias por todo. Y dos personas que ya no están en el ayuntamiento, pero de los que no me olvido: Juan Gil, tan puñetero dentro como fuera del Ayuntamiento, tan buen profesional, dentro y fuera, y gran persona, sobre todo fuera , que es lo mejor que se puede ser. Y a Julio Prinetti, profesor y compañero de penalidades, sin cuyas enseñanzas, consejos y apoyo hoy yo no sería lo que soy. Sólo a 3 personas he dado más guerra que a los jefes de servicio y a quienes les debo infinitas gracias, por cuidarme y protegerme. A Marian Merino y a Sandra Pérez; no sé que habría hecho sin vosotras. Todas las palabras se quedan cortas, así que simplemente, gracias. Y a la mejor partner, amiga, consejera y confidente; a Elena Calles, ya queda un día menos para que volvamos a trabajar juntos. A todos, mi profundo y sincero agradecimiento.
Por último, pero no menos importante, todo lo contrario, a mi familia, por su apoyo constante, su comprensión, a quienes siempre tengo cerca y a quien, a pesar de no tenerla tanto, me sigue cuidando desde allí donde está. A todos, muchas, muchísimas gracias y muchos aciertos y que, como no pocas veces he dicho en este pleno, sepáis encontrar todas las cosas que os unen y que os acerquen, en vez de aquellas que os separen, porque esa es la mejor forma de acertar y trabajar mejor para nuestros vecinos. No hablo sólo de la clase política, sino de todos quienes formáis la gran familia del Ayuntamiento de Majadahonda, que, desde distintas responsabilidades, tenéis el empeño común más bonito: servir a vuestros vecinos. Solamente una cosa más y esto va dedicado al Sr. Federico Utrera también. La primera vez que entré por esa puerta tenía 20 años menos. Entonces yo también quería comerme el mundo, dejar huella, ser el mejor y hacer las cosas más importantes.
Me acuerdo especialmente estos días, del poema de Jaime Gil de Biedma, “No volveré a ser joven”: “Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender más tarde. Como todos los jóvenes yo vine, a llevarme la vida por delante, Dejar huella quería, y marcharme entre aplausos, envejecer, morir, eran tan solo, las dimensiones del teatro (…)”. Pero la verdad es que envejeces y, cuando lo haces, aprendes a ver las cosas de otra manera. Y te das cuentas que claro que es importante hacerlo bien y ser muy bueno, pero que la verdadera huella que importa, donde es importante dejarla, es en cómo las haces y con quién las haces, lo importante es dejar huella positiva en aquellas personas con las que compartes escenario. Si yo he conseguido dejar esa huella en alguno de vosotros, aunque haya sido por un momento, entonces, y sólo entonces, habrá tenido sentido mi paso por este Ayuntamiento, habrá merecido la pena. Muchas gracias a todos y hasta siempre. *Transcripción de la despedida realizada en el pleno de septiembre 2023 cedida por Angel Alonso, diputado regional del PP de Madrid.
Noticias viejas de concejales que ya no están y que dejan luces y también sombras, aunque no se cuente.
No todo fue oro en Ángel Alonso, ni mucho menos.
Razón tienes, a lo mejor por eso marchó.
Cuanta razón tienes majariego… los últimos años del Sr. Alonso en nuestro municipio manejando los hilos del Ayuntamiento han dejado todo menos oro… muchos damnificados a sus espaldas… si las paredes del Ayuntamiento hablaran…