VICENTE ARAGUAS. (28 de enero de 2025). «Al Vent, la cara al Vent». Así como “Madame Bovary” es la madre de todas las batallas de la novela de adulterio femenino (pleonasmo) en el Siglo XIX, o el Siglo XX, el de todas las infamias bélicas, las propias, las que vendrían después -ahora mismo- Raimon, Raimon Pelegero (de Xátiva, Valencia), “He deixat ma mare/ sola/ a Xátiva al Carrer Blanc”, (“He dejado a mi madre/ sola/ en Xátiva en el Carrer Blanc”) ha sido, seguirá siendo, la madre/ el padre de la canción de tendencia, beligerante, comprometida, en nuestro país. Porque aun cantando, monolíticamente, en valenciano, los que andábamos por otros ámbitos, y otras canciones, lo considerábamos como la referencia fundamental en tiempos de penuria, y no solo política. Que “Al vent” (“Al vent, la cara al vent/ El cor al vent/ Les mans al vent/ Els ulls al vent/ Al vent del mon”, “Al viento, la cara al viento/ Las manos al viento/ Los ojos al viento/ Al viento del mundo”), el primer aldabonazo de Raimon, llegó a mí a través de un compañero de instituto que la había aprendido de su hermano, tripulante de un bacaladero, quien a su vez la había escuchado a otro marino valenciano. Que en estas estábamos. Y así nos iba (para bien, para mal, para malísimamente, según).

LO CUAL QUE RAIMON VINO A SANTIAGO, Y YA ME QUEDABA CERCA, A CANTAR EN MAYO DEL 67. Y aquello sería punto de apoyo para la aparición de “Voces Ceibes”, y ahí ya estaba yo, iniciándome en la cantautoría ambulante. (El otro día un tal Carlos, aparte de jalear a Franco, me llamaba plasta y yayo, admitiendo lo primero, aunque aquí cabría hablar de mieles y semovientes, lo segundo me molesta, no por abuelo, lo soy, y tan feliz, sino por empleo de un aragonismo/ catalanismo, bastante cursi fuera de su ámbito.)

UN AÑO DESPUÉS, EN PLENA EFERVESCENCIA CONTESTATARIA, RAIMON VINO A MADRID A CANTAR A ECONÓMICAS, HOY GEOGRAFÍA E HISTORIA. Un 18 de mayo, acto multitudinario en lo que fue un gol por la escuadra a la dictadura. Aún hoy todavía asombra lo mitinero de un acto insólito entonces. Pero atrás, versátil que es el cantautor de Xátiva, hoy, a sus 84 años al margen de los escenarios y salas de grabación, queda su participación en el Festival del Mediterráneo de 1963, defendiendo una bella balada, de Andreu y Borrell, “S´en va anar”. Lo más simpático es que su compañera de reparto, cada uno interpretando el tema por su cuenta, no fue otra que Salomé. Sí, la del “Viva cantando” eurovisivo. “Desde que me dejaste ya no vivo cantando, hey….vivo llorando”.

RAIMON, UN MITO. CON QUIEN TUVE EL HONOR DE COMPARTIR ESCENARIO EL 17 DE MAYO DE 1993. En los veinticinco años de “Voces Ceibes”. Un par de días con el padre/ madre de todas aquellas batallas. Un hombre cultísimo, con Labordeta el que más de la cantautoría aquella. Un hombre de trato muy próximo, vitalista, además, como buen levantino. Que llenaba el escenario con su voz aguda y llena, por lo demás, de matices. Un artista de la música y del concepto, quien -además de sus propias letras- había musicado, entre otros, a Ausias March o Salvador Espríu. Pero de Raimon nos quedará, sobre todo, aparte de ese “Al vent”, maquinado cuando iba de “paquete” en la motocicleta de un amigo, canciones cono “Diguem no”, toda una declaración de principios de parte de quien escribiera, coreado por quienes apostábamos por otra manera de vivir y, sobre todo, por una libertad todavía tan lejana: “Hem vist tancats/ a la presó/ homes plens de raó./ No/ jo dic no/ diguem no/ noisaltres no som d´eixe món.” (“Hemos visto encerrados/ en la prisión/ hombres llenos de razón./ No/ yo digo no/ digamos no/ nosotros no somos de ese mundo.” Y porque seguimos en un mundo donde hay tantas cosas a las que decir no, hagámoslo desde el criterio, ético y estético, de Raimon Pelegero, de Xátiva (Valencia), del Carrer Blanc.