J. FEDERICO MTNEZ. Las primarias del PSOE Majadahonda para elegir a su candidato a alcalde de la ciudad comenzaron este viernes 9 de noviembre de 2018 con la proclamación de ambos aspirantes tras validar la dirección regional sus correspondientes avales. Y ya la precampaña anticipaba una contienda reñida, dada la igualdad existente entre Manuel Fort, presidente del partido, y Zacarías Martínez-Maíllo, concejal y ex-portavoz municipal. El primero concedió una entrevista a «El Plural» en la que no figuraba la firma del periodista que la había realizado, pero se incide en su condición de «hermano del conocido dirigente del Partido Popular», en alusión a Fernando, que fue vicesecretario de Mariano Rajoy. Y al preguntar «qué diferencia su candidatura de la de su rival», Fort contesta: «Tengo el tiempo que no siempre he tenido, no vengo a asegurarme una jubilación o un futuro laboral. Vivo con la tranquilidad de hacer política sin preocupaciones profesionales», en una velada alusión a su adversario, que trabaja por las mañanas en una entidad bancaria. Por su parte, Alfonso Peña, representante de la candidatura de Zacarías, publica un artículo en su blog (@Alfredo20032) titulado «Tiempo de Primarias» en el que destapa un caso de adulteración del censo electoral interno del PSOE de Las Rozas y afirma que»en Majadahonda también hemos sufrido en nuestras propias carnes esa malas prácticas, y a pesar de numerosas reclamaciones a todos los niveles desde hace mas de año y medio, todavía no hemos conseguido una rectificación del censo». Peña habla de una «ventaja de votos cautivos», para «colocar encabezando las listas municipales a un candidato con un perfil político muy bajo, pero afín a la dirección y en detrimento de otros militantes con una trayectoria y un curriculum de mucho mayor nivel» con una lista de «concejales poco adecuados» y «candidatos mediocres». Este es el primer resumen de ambas posiciones que ofrecemos con igualdad de espacio y el enlace a sus discursos completos:


ALFONSO PEÑA (Candidatura Zacarías Martínez-Maíllo). La proximidad de las elecciones municipales y autonómicas hace que los partidos políticos españoles inicien procesos de primarias para seleccionar sus candidatos a las mismas. El PSOE fue el primer partido político español que planteó un sistema de primarias para elegir a sus candidatos. Fue Joaquin Almunia en 1989, hace veinte años, en unas elecciones para presidente del gobierno que ganó Josep Borrell, aunque el candidato fuera finalmente Almunia. A partir de ese momento las primarias aparecieron y desaparecieron como el Guadiana en sus ojos aunque, finalmente, parece que se han normalizado.

Durante estos años, el procedimiento socialista de elecciones primarias ha sufrido una importante evolución de carácter positivo. Hasta hace poco tiempo, para ser candidato se exigía ser avalado por un número muy alto de afiliados lo que, en la práctica, solo estaba al alcance de los aparatos organizativos del partido que jugaban con ventaja y podían bloquear la presentación de candidatos alternativos. Por ello, las primarias, no llegaban a celebrarse casi nunca. La elección de Pedro Sanchez para S.G. se hizo por este procedimiento.

Actualmente el número de avales se ha reducido considerablemente y la norma obliga a doble vuelta, siempre que haya más de dos candidatos. Estas modificaciones han favorecido mucho a los procesos de primarias. Sin embargo, queda todavía un paso importante que dar: abrir las primarias de candidatos a puestos electivos a los simpatizantes y votantes de cada partido, como se hace ya en Francia y otros países. Las primarias en las que solo participan militantes tienen su mayor debilidad en la selección de candidatos locales en municipios en los que el número de afiliados al partido es relativamente bajo y puede ser alterado fácilmente por los comités de dirección, si tienen la voluntad de hacerlo y, lamentablemente, todavía hay agrupaciones en las que se utilizan esas malas prácticas para elegir candidatos afines a la dirección.

El procedimiento no es nada sofisticado: consiste en inflar el censo con traslados o afiliaciones de otras agrupaciones contando con el consentimiento de los órganos federales del censo que, en algunos casos, no actúan con suficiente diligencia. El reglamento exige que solo puedan afiliarse en una Agrupación los militantes que viven o trabajan en ese municipio, pero esta norma, si se tienen los contactos necesarios, se conculca con mucha facilidad. Un caso paradigmático es el del cercano municipio de Las Rozas de Madrid, en el que se han detectado 120 afiliaciones de ciudadanos dominicanos, de los que muy pocos viven en el municipio. Tan sospechosa implantación de la comunidad caribeña entre los socialistas de Las Rozas ha sido denunciada a los órganos federales y existe un informe jurídico que recomienda disolver su dirección, pero ni aun así se ha conseguido devolver a esa organización a la legalidad del partido.

En Majadahonda también hemos sufrido en nuestras propias carnes esa malas prácticas, y a pesar de numerosas reclamaciones a todos los niveles desde hace mas de año y medio, todavía no hemos conseguido una rectificación del censo. Las consecuencias son que, aprovechando esa ventaja de votos cautivos, se intenta colocar encabezando las listas municipales a un candidato con un perfil político muy bajo, pero afín a la dirección y en detrimento de otros militantes con una trayectoria y un curriculum de mucho mayor nivel y en perjuicio finalmente de los ciudadanos, que tienen que soportar concejales poco adecuados que difícilmente pueden defender sus problemas. Hay que acabar con estas malas prácticas en el PSOE, denunciándolas por un lado y alentando por otro la participación en el proceso de primarias de muchos militantes que llevan quizá demasiado tiempo con una actitud excesivamente pasiva. 

Después de la moción de censura que permitió el acceso de P. Sanchez a la presidencia del gobierno, el PSOE se encuentra en un buen momento, pero no se nos oculta que la situación actual, con unas alianzas complejas, no es nada fácil y hace falta consolidarla. Una de las formas de consolidación es elegir candidatos solventes en las próximas elecciones municipales y autonómicas. Si como consecuencia de las malas prácticas denunciadas, nuestras listas están encabezadas por candidatos mediocres, haremos un flaco favor a nuestro gobierno y daremos argumentos a la oposición de derechas. Lea el artículo completo.

MANUEL FORT (El Plural): El 17 de noviembre se medirá en las primarias socialistas a Martínez Maíllo, hermano del conocido dirigente del Partido Popular. ¿Qué diferencia su candidatura de la de su rival? R: He definido los ejes y las ideas de nuestra propuesta y no puedo ni debo definir en este momento las ideas que están detrás de las propuestas de otros candidatos. Cada uno defenderá las suyas delante de los compañeros y serán estos, con su voto, los que decidan. Tengo el tiempo que no siempre he tenido, conservo la misma vocación de servicio público y estoy rodeado de un equipo joven con ganas de remar y ayudar a los ciudadanos y ciudadanas, es decir de trabajar por una ciudad más justa y solidaria. No vengo a asegurarme una jubilación o un futuro laboral. Vivo con la tranquilidad de hacer política sin preocupaciones profesionales. Alguien dijo una vez que “la política es como patinar. Se va en parte a donde se desea, y en parte a donde le llevan a uno los patines”. En mi despedida de concejal en la etapa anterior dije que “no dejaría nunca manera definitiva la política porque estaba convencido de que era la única alternativa a la ley del más fuerte y que los griegos tenían razones para llamar ‘idiotés’ a quienes no se metía en política y se preocupaban solo de lo suyo.” Desde el día siguiente de dejar de ser concejal, cuando volví a mi trabajo en el instituto, lo que peor llevaba era escuchar a mis compañeros y a mis alumnos de educación secundaria opinar con total normalidad que “todos los políticos eran iguales”. Eso me sacaba de quicio, ¿cómo podía creer la gente que daba igual a quien se votase, incluso no votar?, ¿qué estaba pasando?

Tras años de rivalidad con Borja Cabezón, con el que se enfrentó a primarias, ahora son amigos y aliados. ¿Qué ha cambiado? R: Conozco a Borja desde hace más de veinte años y es verdad que no siempre hemos coincidido en nuestros proyectos, fundamentalmente en los tiempos. Él era un chaval cuando nos conocimos y yo estaba en política local. En la vida, y a lo largo de los años, a uno le pasan cosas, cosas ligadas casi siempre a personas. Al cabo del tiempo, recuerdas a algunas de ellas frunciendo el ceño y a otras con una sonrisa. En lo personal, Borja y yo siempre tuvimos “buen rollo”, y casi siempre una sonrisa. Los procesos de Primarias, además de ser un proceso profundamente democrático en el que pueden participar todos los militantes y afiliados, se supone que confrontan proyectos distintos, no necesariamente a la gente.

Tras 25 años de gobierno de la derecha, ¿el PSOE tiene que hacer autocrítica en Majadahonda? R: Los socialistas ya gobernamos esta ciudad desde 1979 a 1988 y demostramos que podemos hacerlo con responsabilidad y eficacia. ¿En qué fallamos? Yo creo que el error no ha sido solo municipal. Hemos pasado una etapa de clara desafección política en la que los ciudadanos han perdido la confianza en los partidos políticos, sobre todo en los grandes partidos con responsabilidades de gobierno en la época democrática. Lo que le decía del “todos son iguales”. Los ciudadanos han desconfiado de nosotros y para mucha gente hemos dejado de ser referente. Hemos perdido atractivo, está claro, y por eso nuestro afán debe ser trabajar duro para recuperar la confianza y atraer a las personas. El partido debe recuperar su ideología transformadora, debe aspirar a volver a ser el referente en una sociedad más equilibrada, más democrática y más participativa, donde las personas sean el centro de la actividad política y donde no parezca que todo da igual porque la política está dictada por los mercados y por las entidades financieras. Eso atraerá, estoy seguro, a jóvenes críticos que entenderán que la política es el único camino en democracia para cambiar aquello que no les gusta.

¿Usted tiene parte de responsabilidad de haber destapado la trama Gürtel en Majadahonda?: R: El 9 de mayo de 2003, cinco años antes de iniciarse la investigación de la Gürtel, el Grupo Municipal Socialista ya presentó una denuncia en la Fiscalía del TSJ de Madrid por estimar que algunas de las contrataciones que se estaban llevando a cabo (un video promocional del alcalde, la Oficina de Atención al ciudadano y una carpa para celebrar el Xº Aniversario de PAMMASA, etc.) vulneraban la legalidad. Que en el 2004, denunciamos al Juzgado de instrucción Nº 3 de Majadahonda el conocido como «Permutazo» (venta de derechos urbanísticos que un perito nombrado por el COAM dijo que supuso unas pérdidas en 19,1 millones de euros para el Ayuntamiento).

El 21 de febrero de 2005 presentamos denuncia en la Fiscalía General del Estado en la que pedíamos al Fiscal que iniciara diligencias de investigación para esclarecer los posibles «delitos» en la trama urbanística de Majadahonda, en la que podría estar implicada toda la cúpula del Partido Popular, denuncia que ampliamos después en la Fiscalía Anticorrupción, y que el el 6 de marzo de 2006 fuimos al Tribunal de Cuentas con una súplica para que, conforme al art. 68 de la Ley de Funcionamiento del Tribunal, se abriera juicio contable contra D. Narciso de Foxá por pérdidas patrimoniales en la venta de derechos urbanísticos. Por último, en junio de 2017 comparecí como testigo de esas denuncias en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en el juicio de la Gürtel. Pero no quedo solo en eso: denunciamos, y los tribunales nos dieron la razón, la adjudicación de suelo público para la construcción de un colegio privado (operación Púnica), los Presupuestos Municipales desde 2002 hasta 2011, varios acuerdos interpretativos del PGOU… creo que hicimos los deberes.

¿Cuáles son los pilares de su proyecto para Majadahonda? Es indudable que se ha perdido calidad de vida consecuencia a medio plazo de un urbanismo planificado por los promotores con una presión excesiva sobre el medio ambiente. El encarecimiento permanente de la vivienda ha impedido la emancipación de nuestros jóvenes y existe una desconfianza total hacia el gobierno local, fruto de los numerosos escándalos judiciales de las últimas legislaturas: dos de los tres últimos alcaldes y algunos de sus concejales han sido condenados por corrupción. La realidad es una dejación absoluta en lo que se refiere a obligar a los propietarios de suelo que se beneficiaron en su día de la construcción de vivienda libre, incluso comprando derechos de parcelas públicas a un precio ridículo. Se han hecho los locos a la hora de cumplir con la exigencia de construir vivienda de protección. Cuando vayan por la carretera de Los Satélites y vean terreno urbanizado, que no se ha edificado en él, piensen que quizás sus hijos podrían estar viviendo ahí si las viviendas de protección se hubieran construido. Lea el artículo completo.

Majadahonda Magazin