La última sesión del pleno del Ayuntamiento de Majadahonda acogió la aprobación final de los expedientes de amortización de la deuda contraída por el consistorio majariego por valor de 11,5 millones de euros. «Hoy podemos acometerla gracias a la buena situación financiera del Ayuntamiento como consecuencia de una política económica eficaz», comenzaba su intervención el concejal de Hacienda Ángel Alonso (PP). En este punto aprovechó para enumerar los beneficios que a su juicio tenía esta amortización y que en última instancia suponía «cumplir la normativa» de la ley de estabilidad presupuestaria. Una cuestión que aunque se debatió de forma conjunta se votó por separado para cada una de las cancelaciones crediticias: BBVA (6,8), Dexia (0,056) y Bankia (4,5). Desde la oposición, se cuestionó lo oportuno de esta medida y si realmente dicho dinero no se podía usar para ningún otro fin. La anécdota de este apartado del pleno la protagonizó Zacarías Martinez-Maillo (PSOE), que tuvo que ausentarse fugazmente en la votación referente al préstamo del consistorio con el banco BBVA por un posible «conflicto de intereses» ya que el edil socialista trabaja como empleado para esa entidad bancaria. Finalmente se aprobó la amortización de los prestamos con 11 votos a favor (PP), 7 en contra (PSOE, Somos e IU) y 7 abstenciones (Ciudadanos y Centristas).


Angel Alonso (PP) preguntó en voz alta si con 50 millones de superávit «quien no cancelaría» un préstamo y recordó que el Ayuntamiento paga cada año 1,5 millones de euros para amortizar deuda e intereses, con lo que ahora ese dinero pasa a ser «cash» para las inversiones y servicios de la corporación. Sus argumentos convencieron a Cs y Centristas para que se abstuvieran y con ello aprobaran la cancelación, aunque sus discursos parecieran que iban en sentido contrario: Alfonso Reina (Ciudadanos) aprovechó su intervención para preguntar si los 11 millones que se iban a usar en cancelar estos prestamos «no se podían dedicar a otras inversiones». Una pregunta a la que contestó Martínez-Maíllo en su turno asegurando que «sí se podía» y que había «precedentes abundantísimos». También reprochó al Equipo de Gobierno que no se gastase el dinero del superávit «en nada» y que con esta actuación cometían una «injusticia». Patricio Mackey (Somos/Podemos) aseguró que esto era «otro coletazo del artículo 135 que llevó al desarrollo de la Ley Montoro» por la cual las instituciones no puede endeudarse más que lo que ingresan y reclamó que antes de cancelar la deuda debería haber una «auditoria a nivel municipal». Por su parte, Juancho Santana (IU) calificó de «chantaje» la forma de tratar este tema por el Equipo de Gobierno y se preguntó «para qué servía tener la deuda a 0 si no se están atendiendo las necesidades» de los vecinos. Por último, Mercedes Pedreira (Centristas) incidió en esta postura al asegurar que los servicios de Majadahonda estaban «obsoletos» y que a pesar de la situación económica boyante de la ciudad «no creía que se pudiese presumir de ella».

 

Majadahonda Magazin